Squad Smile 👅 MinV

4.

Eran casi las 7am, las luces daban la bienvenida dentro de la habitación que compartía junto a JungKook y HoSeok hyung. Estiré mis brazos luego de quitar las arrugadas mantas que tenía encima, al momento de también ejercitar mis párpados, para dar ligeramente la vista hacia una conocida silueta que se encuentra al lado mio.

Ese cabello azulado, desordenado luego de quizás leves sueños de fantasía que rodea por su cabezota. Ese cabella me recuerda perfecto al mar.

─Tae, despierta. ─susurro.

Supongo que ha entrado a nuestro cuarto con la costumbre de no poder dormir a la suya gracias a los monstruos ─así los llama─ que visitan de su sueño. No sé si agradecer a su propia imaginación para que viniese a estar conmigo ahora mismo.

Se encuentra a espaldas de mi, abrazando uno de los tantos peluches de Ryan que le ha robado a NamJoon de su cama.Muevo mi cuerpo un poco hacia adelante para observar su rostro: calmado, junto a sus ronquidos leves saliendo de su ensalivada boca, sus largas pestañas todavía maquilladas aseguraba que apenas se ha lavado la cara. No hay duda que tuvo ganas de estar con compañia, y que claro, yo fui esa víctima.

Doy un largo suspiro y sonrio, pensando en lo difícil que será despertar a este chico. Aunque bueno, también dar la oportunidad de poder molestarle.

Con una velocidad sencilla tomo mi almohada tirando hacia él, junto con mi cuerpo cayendo encima de ella. Al parecer, esto no es nada comparado con la forma de despertar a alguien, no sé quien es peor de estos casos. JungKook es delicado con tal encontrar su punto debil gracias a Jin, Yoongi no es necesario, se despierta a voluntad propia. Y TaeHyung... bueno, es momento de comprobarlo.

Doy unos simples golpes a la almohada, escucho sonidos profundos; perfecto, está funcionando. Repito la acción sin detener mi mano, aguantando la risa que quiere salir.

─Vamos Tae~, es hora del desayuno, hoy tenemos un largo día por hacer en esta vida ─Retiro finalmente almohada, para esta vez desordenando su cabello enredando de los pocos rulos que tiene.

─Aah... no quiero aún ─veo que esconde su rostro en el peluche que todavía no lo suelta, que adorable.

─¿Cómo puedes negar a tu querido amigo y casi hyung? ─pongo mis ojos en blanco.

No hay respuesta, solo murmuros de somnoliento.

No hay caso de más. Con voluntad propia muevo a Tae hacia mi, frente a frente, sus ojos van hacia los mios bien fijados, dilatando donde estoy. Bien.

─Buenos días, tesoro.─ sonrio ante la broma. Aunque, juré ver la suya, sonriendo. Si tan solo no estuviera el peluche.

─Tu rostro encima de la luz de las cortinas te ves igual a un ángel, Jimin ─muestra otra capa de sonrisa, esta vez presente a la vista.

💭

Por favor, ¿por qué dices ese tipo de cosas tan repentinas?, creo haberme sonrojado. Yo debería causarte aquello, Taehyung.

─TaeHyung, ¿podrías prestarme el peluche que tienes?

─Oh... si, por supuesto ─me lo entrega en segundos, y con una velocidad esta vez ahora soy yo el que cubro mi rostro.

Luego de un rato en silencio, siento como unos brazos rodea mi cabeza, a la vez que unos labios se apega a mis cabellos. Por dios.

─Jiminnie~ ─ canturrea mi nombre, soltando leves risas de encanto que da en en mi oido más cerca.

Sin contener con este momento abrazo su cintura, acariciando parte de su espalda, subiendo y bajando muy despacio. Creo que estaremos así por un buen y lindo rato...

¡Click Click!

─¿Pudiste grabar todo eso, hyung?

─Todo el momento, Jungkook, esto será un buen un material para que vean los demás chicos.