Viernes.
Me quedo mirando a Rose cuando baja del coche y solo me vienen a la cabeza pensamientos sobre ella. No sé qué es lo que está causando en mí, pero yo no suelo ser así. Cuando ya está a punto de entrar en su casa, arranco y me marcho. El poco tiempo que he pasado con ella desde la fiesta de Tyler hasta su casa, ha sido algo genial.
Ya son casi las seis de la mañana, por lo tanto, me marcho a mi casa. Cuando llego, una impotencia dentro de mí empieza a asomarse.
-¿Qué cojones haces tú aquí?- digo al antiguo novio de mi madre, sí, me refiero al hombre que solía ser mi padre.
-He venido a decirte que te vengas a vivir conmigo, no puedes vivir en estas condiciones.
-Pues ya puedes volver por donde has venido, no pienso dejar a mi madre para irme contigo, si de verdad te importamos lo más mínimo, darías a esta familia lo que le corresponde.- digo empezando a cabrearme.
-Ellas no son mi familia, solo tú eres mi obligación.- dice poniendo su mano en mi hombro.
-No, ellas también lo son, tú las abandonaste.- le aparto la mano.
-Yo no las abandoné, a ninguna de las dos, solo que tu madre ya no es mi mujer y Harper no es...- se puede notar por su tono de voz que le cuesta seguir con la frase y sé que es lo que quiere decir.- ¡Ella no es mi hija!
-Pues no pienso irme contigo, ya he pasado bastante años en tu casa.
-Y estabas genial entonces.
-Solo aguante allí porque era menor de edad y tú tenías mi custodia, ahora tengo dieciocho años y puedo hacer lo que me dé la gana.
-Hijo, pero conmigo puedes vivir mejor.
-Seguro que sí, estabas todo el día en el trabajo y pasabas de mí por completo, nunca me has hecho caso y no quiero volver a esa rutina, así que me quedo aquí con mi familia.
-Pero tú eres mi familia.- dice acercándose a mi.
-Ellas también lo eran.- me alejo de él y salgo de la casa. No sé ni cómo ha podido entrar.
-¡Miles!- grita desde la puerta. Le ignoro y sigo mi camino hasta el coche para marcharme de aquí.
Ha tenido suerte de que mi madre no llega hasta la tarde de su viaje y que Harper está en casa de su amiga Skai, si hubieran estado y hubieran escuchado estas palabras, ahora mismo estarían rotas.
Alejo esos pensamientos de mi mente y conduzco sin rumbo durante varias horas.
Sábado.
Esta madrugada he vuelto tarde a casa, di vueltas y vueltas con el coche aclarando las ideas. No puedo creer que mi padre se atreva a proponerme eso, pero lo peor es que piense que yo vaya a abandonar a mi familia como hizo él.
-Hola.- saludo a mi madre que ya ha vuelto de su viaje.
-Hola, cariño.- dice tocándome el pelo cariñosamente.
-¿No ha llegado Harper todavía?- pregunta sacando la leche del frigorífico para hacerse un café.
-Sí, pero se ha marchado ya, iba con prisas.- dice mientras se echa café en su taza favorita. Esa taza es una en la que pone la "para la mejor madre del mundo" que Harper y yo le regalamos cuando éramos pequeños. Termina de prepararse el café y se sienta a mi lado.
-Tengo que contarte algo, pero no quiero que te alteres.- digo mirándola a los ojos.
-Tranquilo, dime.
-Papá vino esta mañana y quería que me fuera a vivir con él.- suelto de una vez, omitiendo los detalles que la puedan dañar.
-¿Y qué le has dicho?- dice preocupada.
-Que ni de coña.- Noto cómo su cara cambia de preocupación a felicidad y le sale una pequeña sonrisa.- No voy a dejaros, nunca lo haría.- añado.
Nos quedamos en silencio hasta que nos terminamos el café y ordeno lo que hemos usado.
-Me voy con Cameron y Cole.- informo.- Luego nos vemos.- digo cogiendo las llaves del coche.
Poco más tarde, llego a casa de Cameron, el cual se encuentra sentado en el porche esperándome.
-Vamos, tío.- digo para llamar su atención bajando la ventanilla del coche. Se levanta y viene.
-Cole está en su casa.- dice nada más entrar.
-Hola, eh.
-Hola, colega.- dice.- Que sensible estás últimamente.- añade burlón.
-¿A qué te refieres?- digo anonadado.
-¿Desde cuando te importa un saludo?
-No sé, tío, me ha salido solo.- digo al darme cuenta de que es verdad, en realidad no me importa.
-Sí, ya.
-Que te den.- digo.
Llegamos a casa de Cole y también está esperando en el porche. Una vez sube nos vamos a Coffee life.
-¿Os apetece ir al descampado cuando terminemos?- propone Cole.
-¿Quién va a ir?- pregunta Cameron.
-John, Lucas y Brandon.- contesta.
-Paso.
-Tio, venga, van a ir todos.- insiste.
-Yo también paso, no tengo ganas de ir.- digo.
-¿En serio?- se levanta cabreado.- Yo si voy a ir, luego nos vemos.- se marcha antes de terminar y Cameron y yo nos miramos sorprendidos por lo que acaba de suceder.
-Ya sé le pasará.- digo rompiendo el silencio que se ha creado. Asiente y seguimos a lo nuestro.- ¿Algo nuevo?- añado refiriéndome a la chica con la que quedo hace dos días.
-Se que es lo que quieres decir y no, no hay nada nuevo, directamente ya no hay nada.- responde sin expresión alguna. El tono de su voz es como si no le importara.
-¿Estás bien no?
-¿No debería estarlo?
-Sí, pero te gustaba desde hace tiempo, ¿qué ha cambiado?- insisto en el tema.
-Su hermano.- está hablando de Lucas, es muy sobreprotector con su hermana y eso es para sorprenderse porque él es un capullo con las tías.- Me dijo que si volvía a verla me pegaría una paliza, él y sus amigos.
-Joder, tío, que marrón.- digo triste por él.
-No tiene importancia.
-¿Por eso no querías ir, no?
-Exacto.
-Bueno, podemos hacer algo los dos.
-Buena idea, ¿llamamos a Craig?
-Sí, seguro que se apunta.
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Perdonar y seguir.
Teen FictionTodo comenzó en una fiesta y a pesar de todo, el destino nos junto enfrentandonos contra nuestras diferencias y contra la gente que decía que era mejor no estar juntos, pero todas se pueden romper para estar con alguien a quien quieres.