Capítulo 12

479 44 11
                                    

- ¿Estás bien Valeria? Casi te llevo por delante – Agaché la cabeza para que no viera mi rostro lleno de lágrimas, pero fue en vano - ¿Estás llorando? Ven aquí.

Puso su mano en mi espalda y me condujo hacía el exterior del campus para después sentarnos en las escaleras. No pude pronunciar ni una palabra en el corto trayecto después de la situación tan desastrosa que acababa de vivir, dos grandes amigos estarían probablemente, discutiendo en ese mismo instante por mi culpa.

- ¿Te ha pasado algo fuera? ¿Alguien te ha molestado?

-No quiero hablar de eso, por favor... - Su mano seguía en mi espalda y su mirada me atravesaba con curiosidad y preocupación al mismo tiempo.

-Esta bien, no es necesario que me lo cuentes a mí, pero si deberías hablarlo con alguien – Hizo una pausa para retirar su brazo y apoyarlo en su rodilla – Aunque no puedo negar que me entristece no ser digno de tu confianza.

- Usted es mi profesor... Yo, no sabía que quería saber sobre mí – Intento no mirarle a los ojos cuando las palabras que Lysandro me dijo aquella noche comienzan a resonar en mi cabeza "No te das cuenta de lo que provocas en los demás"

- Bueno, es complicado, más que complicado no es ético dada mi situación – Hace una pausa para aclararse la garganta y noto como se ha girado suavemente hacia mí – Cuando te miro, veo un alma inocente e impulsiva, que me atrae peligrosamente...

Me levanté bruscamente al escuchar aquello, ¿Cómo no me había dado cuenta antes de estas cosas? ¿cómo había sido tan estúpida? Tal vez ya iba siendo hora de poner un alto a las personas a las que sin querer había dado señales de que lo que ellos sentían podía ser correspondido por mí. Tenía que empezar a aclarar este tipo de situaciones y aligerar toda esa carga emocional.

-Señor Zaidi – Me puse frente a él lo mas tranquila y serena que pude disimular – Me halagan mucho sus palabras, que vea en mí a alguien tan especial, pero yo no tengo ese tipo de visión sobre usted. Es un buen profesor y me agrada como persona, pero no has y ni habrá nada más que eso.

En cuanto terminé de expresar lo que realmente pensaba una gran parte de mi estaba aplaudiendo la valentía que acababa de mostrar. Normalmente me hubiera hecho la tonta y habría evadido la conversación dando lugar a una bola cada vez mayor que acabaría aplastándome, como acababa de pasarme con los chicos, pero a partir de ese día las cosas iban a ser mucho mas claras por el bien de todos, y sobre todo por el mío.

-Veo que además eres una chica con las cosas claras, respetaré completamente lo que acabas de decirme – Se levantó y metió las manos en los bolsillos dispuesto a marcharse – No volverá a suceder, pero si lo necesitas, estaré para ti.

Le di las gracias en un susurro y observe como se marchaba lentamente hasta el exterior, por unos minutos me quede plantada en la oscuridad del campus divagando sobre el día tan espantoso que había tenido, pero también en lo mucho que había aprendido de ello. Antes de darme cuenta ya estaba caminando por los pasillos de la residencia camino de mi habitación, pero me detuve al ver un pequeño papelito en el suelo frente a la puerta. Otra nota.

"Te lo dije, no se pueden jugar con la gente y quedar impune, espero que hayas aprendido la lección, la gente como tu no debería tener amigos, tal vez también los pierdas"

Al menos en ese momento borré la duda de quien había sido el delator, esos anónimos me estaban amargando la existencia. Estaba tan cansada que solo lo doble y lo guardé en mi bolso, fui directa a la cama e intenté despejar mi mente y descansar.

Estaba corriendo pasillo abajo con la hora pisándome los talones y buscando desesperadamente con la mirada a Chani, la noche anterior antes de dormirme le había mandado un largo audio contándole todo lo que me había sucedido y no me había contestado aún. No la vi por ninguna parte hasta que entré al aula y pude reconocerla sentada en una de las últimas filas, aceleré mi paso y me senté junto a ella.

-Te estaba buscando, ¿Escuchaste lo que te envié? – Despertó de sus pensamientos y me miró con sorpresa, entonces me di cuenta de que se acababa de percatar de mi presencia.

- ¡O h Val! Si, lo escuché, menuda historia. Aunque lo que más me sorprende es que me hicieras caso, aunque bravo por ti, estoy deseando ver y compartir todas las decisiones que tomes a partir de ahora – Sonrió satisfecha

- ¿Y lo de la nueva nota, no te olvidas de eso? – Ambas nos reímos por su despiste.

-Cierto, con respecto a eso, aun no he averiguado nada más, pero se me ha ocurrido algo – Se acercó a mí y bajó su tono de voz para que nadie pudiera escucharla – Una cámara.

- ¿Una cámara?

-No repitas lo que digo cómo un loro, si conseguimos colocar una cámara en la puerta de tu habitación podremos averiguar quien te deja esos anónimos y atacar. - Se dibujó una sonrisa malévola en su dulce rostro.

- ¿Atacar? – Volví a repetir.

-Otra vez el loro, sí, si le descubrimos podremos chantajearle con que si no deja de hacerlo publicaremos su video acosándote, expulsión de la universidad inmediata – Se enderezó en su asiento mientras me señalaba con la cabeza que él profesor ya había llegado.

El señor Zaidi se puso frente a su mesa para examinar que todos estuviéramos sentados, mientras en mi cara aún se dibujaba una sonrisa por el plan de Chani, se cruzaron nuestras miradas. Borré inmediatamente mi sonrisa y aparté la mirada, sería una clase muy incómoda.

Recogía mis cosas rápidamente mientras Chani se reía por de mi incomodidad, le lancé una mirada de odio y tiré de su brazo para salir lo más rápidamente posible y evitar la mirada que ya notaba clavada en mi nuca de Zaidi. Una vez en la seguridad de los pasillos respiré profundamente y quedé con Chani en comprar una cámara después del trabajo. Soló me quedaba llegar a la cafetería.

-Hola Hyun, ¿Aún no hay nadie? – Me puse el delantal observando lo vacío que estaba todo.

-Parece que no es un día fuerte, podríamos... Tomar un café nosotros – Me percaté de como se sonrojaba al decir esto y no pude evitar pensar "Oh no, tu también no".

-Eh, si claro – Me acerqué a la cafetera y comencé a prepararlos – También nos lo merecemos ¿no?

Hyun asintió enérgicamente mucho mas confiado que unos segundos antes "No te das cuenta lo que provocas en los demás", maldito Lysandro, sus palabras me seguían atormentando. Si mi compañero de trabajo estaba sintiendo esas cosas también, tenía que comprobarlo.

-Y dime Hyun ¿Te gusta alguien? – Puse los cafés en la barra y me di cuenta de que esa había sido una pregunta muy directa.

-Pues... Vaya, no me esperaba esa pregunta – Tomó su taza y sin apartar la mirada de ella continuó- Puede que haya alguien si...

-Disculpa, no debí haber sido tan directa – No había vuelta atrás, tenía que conseguir más información – Cómo siempre nos vemos aquí, y nunca te he visto cercano con nadie...

-No tengo una vida social tan ajetreada como la tuya – Su mirada acaba de tornarse más oscura, tanto que u escalofrío recorrió mi espalda.

- ¿Disculpa?

-No, es solo que, yo no tengo tantos amigos, esto me deja poco tiempo para socializar.

Antes de que pudiéramos continuar unos clientes se sentaron en la terraza y él se fue rápidamente a atenderlos. Aquella reacción era la que menos me hubiese esperado de Hyun, fue una respuesta muy despectiva y su aclaración después había seguido en el mismo tono. En mi cabeza la teoría de que los anónimos podrían ser de él estaba empezando a cobrar fuerza.

Huellas imborrables [Lysandro CDMU] #CDMAwards2019LIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora