Capitulo 6

365 22 18
                                    



10 años después...

- Doctora, su próxima cita es a las 3:00pm- me informa mi secretaria.

- Perfecto Jenni, antes de esa hora estaré de vuelta, tengo que ordenar mis maletas y debo ganar tiempo- le digo y a pasos firmes salgo de la clínica y me dirijo al parqueo de la misma, subo a mí auto, un Audi A6 no es el que quería, no es mi auto soñado pero es de la misma marca, algo es algo.

Ordeno mis maletas, almuerzo y vuelvo a la clínica que lleva por nombre " Clínica psicológica Dr. Wanda R. Guerrero" lo sé suena hermoso, solo coloqué la inicial del apellido de mi padre porque quería que el de mi difunta madre reluciera y fuera admirado por todo el que pase frente a mí clínica, al final el honor es a ella, pues este siempre fue su sueño y mío también. Después de la cita que tenía pendiente con uno de mis más preciados pacientes me dirigí al aeropuerto dónde mi familia me esperaba.

¿Que fue de mi vida estos últimos 10 años?.

Bueno... Después de una dura despedida de mis amigas, mi nani y Ovady que aunque es un irritante guardaespaldas siempre estaba para cuidarme, en fin, junto a mi padre tomamos un avión a Madrid, España donde terminé mis estudios tanto del bachiller como universitarios graduandome con honores en psicología clínica.

Fue difícil adaptarme a mi nueva vida, fue difícil y más por él, no había día en que no me reprochara el haber caído en sus juegos, Jeremy me engañó y eso dolió mucho, fue duro, lloraba todo el tiempo y me sentía miserable, me sentía incapaz, dejé de creer en el amor pues para mí todo había acabado, para mí todos eran iguales, todos querían lo mismo y todos me harían lo mismo, pensé que yo no había nacido para tener pareja o para ser completamente feliz. Mi papá cumplió su promesa y no volvió a dejarme sola, trabajaba desde casa y eso era lo mejor que tenía, mi padre es un hombre nuevo, cariñoso y ya sabrán, se convirtió en un amigo para mí.

Hace 4 años fui obligada por mi padre a asistir a un juego de béisbol, de verdad que no quería ir, me negué hasta más no poder y aún así terminé sentada en las gradas de un estadio y eso sí fue lo mejor que me pudo pasar, porque conocí a alguien que me hizo cambiar de opinión respecto al amor.

Ese pitcher arrogante con el que cruze miradas justo cuando el estaba en el montículo, yo estaba en el VIP y el tenía el juego en sus manos, la victoria de cualquiera de los dos equipos estaba en sus manos, lo sé porque aunque no quería asistir a ese juego, el béisbol me gusta y lo entiendo a la perfección, el caso es que nuestras miradas se cruzaron y con una hermosa media sonrisa, movió sus labios articulando " este out va por tí" ry al lanzar completó el tercer strike y con eso dandole la victoria a su equipo.

No sé cómo, pero él consiguió mi dirección y se apareció en mi casa, no me gustaba, pero él poco a poco se ganó mi corazón, me enseñó que el verdadero amor si existe. Él es dominicano pero estaba en España por los juegos, la cosa es que mi compatriota me enamoró hasta lograr que yo le dijera que sí.

Hace tres años con la ayuda de mi padre logré tener mi clínica y ser reconocida como una de las mejores psicólogas de España y también me casé con el verdadero amor de mi vida ¿Que cómo sé que es el verdadero?, Porque Dios fue quien me lo dijo, aunque suene raro, Dios fue quien lo puso en mi camino.

Un año después llegó a mi vida mi mayor bendición, la niña de mis ojos.

Y así hasta la actualidad, voy en un avión junto a mi familia, volviendo a mi país, al lugar que me vió nacer, no me quedaré solo vengo de vacaciones pues yo ya tengo una vida en España.

Me reuní con mis amigas que siguen siendo las mismas locas que años atrás dejé y mi Nani que ya está viejita, Ovady que ya engordó y perdió ese aura de hombre fuerte y misterioso que tenía cuando era mi guardaespaldas.

Tres días desde que llegué a República Dominicana y ya necesito ir de compras, me vestí con un vestido rojo y tacones blancos, mi bolso a juego con mis zapatos y vestí a mí pequeña igual que yo, reconozco que nos vemos adorables, mi esposo está igual de elegante que nosotras.

Ya habíamos hecho las compras y mi esposo e hija aún estaban en el centro comercial buscando no sé qué, algún juguete o algo así, mientras yo los esperaba recostada del auto.

- Wanda- una voz me hace mirar para atrás, un hombre con una barba de días, panzón y aunque va bien vestido me parece asqueroso, si, un viejo asqueroso.

- ¿Nos conocemos?- pregunto seria.

- soy Jeremy- no me lo creo.

- Jeremy, cuanto tiempo- digo, no puedo creer que sufrí tanto tiempo por esto.

- Estás hermosa y mayor de edad- dice con una asquerosa voz que supongo trató de sonar sexy.

- así es y ¿Que tal tu vida?.

- bien, estoy divorciado desde hace 6 años y siempre estuve esperando por la mujer de mi vida, a la que nunca dejé de amar, tú mi niña mala- quiero reír, de verdad que quiero reír, no me creo lo cínico que puede llegar a ser un hombre por sexo, que estúpido- pero ya basta de mí, ¿Que tal tu vida?, Sigues siendo esa niña malcriada que tanto me gustaba- este hombre me da asco.

- terminé mis estudios y me gradué en psicología , tengo mi propia clínica fuera del país y...

-Mami- soy interrumpida por esa hermosa voz que tanto adoro.

- mi amor- respondo cuando ella llega a mí, me abajo y la levanto en mis brazos.

-Hermosa- y ahí llegó la otra voz que adoro.

Se hace un silencio que debo decir no parece incómodo, Jeremy no aparta la mirada de mi esposo y aprovecho para hacerle saber que hace mucho tiempo que lo superé.

-Jeremy, él es Andrew mi esposo y ella es nuestra pequeña niña, Wandry- el me mira, no dice nada.

- Mi amor, él es Jeremy, mi antiguo director.

- un gusto- mi hombre estrecha su mano.

Andrew sabe toda la historia con este hombre y por eso su juego de mirada se hace más interesante.

Soy feliz, soy realmente feliz.

Recuerden...

Que aunque parezca que el mundo se te viene encima, aunque todo valla mal siempre hay una salida.

Que cuando Dios te cierra una puerta es porque te abrirá otra mucho mejor.

Y aunque nuestros padres se equivoquen, debemos saber que ellos no son perfectos y cometen errores pero aún así nos aman y siempre van a querer lo mejor para nosotros.

Que un mal amor no significa que toda tu vida amorosa será así y que todo tiene su tiempo.

El amor llegará cuando sea tiempo de llegar no te desesperes y siempre conoce a fondo a esa persona con la que planeas compartir tu vida, pues no todo es lo que parece.

Que muchos te pueden profesar un falso amor buscando un beneficio.

Sueña en grande y no dejes que nadie destruya esos sueños, hazlos realidad.

Amate, quiérete, respetate y sobre todo, sé feliz.

FIN.

Niña MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora