Capitulo 6. Tenía que pasar.

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Siento un escalofrío que recorre todo mi cuerpo. En el fondo, lo estoy deseando. Tal vez Carlos sea la persona adecuada para olvidarme por completo de Dani.

Me tiene cogida la mano, acariciándola suavemente. Pienso en lo mal que se debe sentir después de haberle dicho que no.

Le sonrío, pero él no me corresponde con otra de sus sonrisas.

Repentinamente me incorporo y le doy un abrazo. Sé que está sonriendo. Lo noto.

Segundos después, estoy sentada en sus piernas, mirándole fijamente a los ojos.

Me voy acercando poco a poco. Nuestros labios se rozan, se cruzan sonrisas y siento su respiración entrecortada. Tal vez algún día me arrepienta de todo esto, pero hoy es lo que más me apetece hacer.

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- ¿Y qué pasó después? - me pregunta histérica mi mejor amiga.

- Pues eso...

- ¿El que es eso?

- Nos liamos. - suelto bajando la mirada.

- Lo sabía. - grita con una sonrisa. - Ya era hora, ¿no?

- Tenía que pasar.

- Y ahora, ¿cual es vuestra relación?

- No sé. No hablamos de eso. Supongo que amigos.

- ¿Amigos? - repite Sara con una expresión divertida.

- Amigos con derecho a roce. - digo, soltando una carcajada.

10 DE MARZO.

*Narrador en primera persona, Dani*

- Tío, ¿quieres concentrarte ya? - dice Jesús, dándome un codazo.

- No, no sé lo que me pasa.

- Pues ya puedes ir aclarándote y centrándote. Que el día 25 sale el single. - me avisa mi hermano, entrando de nuevo al estudio.

Voy al baño, me echo agua por la cara para despejarme. Ultimamente no duermo nada y así estoy.

Vuelvo de nuevo al estudio, Jesús me mira desafiante y me acerco a su lado.

- Enseñame a rozar tu piel, no te quiero perder, soy todo lo que ves. Somos dos almas que se creen, que vuelan sin tener, dos alas y un por qué. Y tú, y tu te crees que sabes todo cuando tu, cuando tu, te ibas me moria y solo tú, solo tú, no importa donde estés.

Amiga, te siento cerca cada día, tu eres como la melodía que desliza y me susurra cada amanecer... - canto.

La música se para.

- ¿Dani te pasa algo? - me pregunta el director.

- No, ¿por qué?

- Has desafinado varias veces. No es tu mejor día...

Asiento cabizbajo. Jesús recoge las cosas y yo me siento, esperándole.

- ¿Ya no ensayamos más?

- No, ya seguiremos mañana. Anda, vamos.

Volvemos a casa, en silencio. Ninguno dice nada, pero los dos estamos mal. Ami se me nota más, pero Jesús no es que esté pasando por su mejor momento en su relación con María.

- Mamá ya estamos en casa. - grito, subiendo hasta nuestra habitación.

- Jesús, ha llamado María al fijo. - vocinea mi madre desde la cocina.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2014 ⏰

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Un te quiero sincero (Jesús y Daniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora