filosofía III

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La vida nos da muchos golpes, nos arrastra como un tsunami, nos hace temblar como terremotos, terminamos escondidos como aves por mucho tiempo. Solos hechos un bollo nos encontramos en la oscuridad misma, no queremos recibir visitas, no queremos escuchar las míticas palabras de autoayuda que la gente nos da de su parte mas inconsciente.

Nos sentimos abrumados.

Llegó el momento en donde ya no se trata de querer salir de la cueva sino que se nos imposibilita, ya no sabemos que hacer. No entra nadie a ella, la gente se asusta de nosotros y prefiere alejarse, temen de acercarse a gente deprimida. Creen que es algo de personas débiles, cuando en realidad, se trata de una enfermedad que le puede suceder a cualquier ser humano.

Necesitan que los escuchen y los entiendan, que estén ahí en sus peores recaídas y que le ayuden a entender lo que les pasa.

Paciencia y amor es lo que los ayuda a seguir adelante, no todos tienen el mismo tiempo de recuperación que el resto, tengan empatía.

El ser humano necesita encontrarse en lo mas oscuro del alma el tiempo que le sea necesario para luego resurgir como la luz que todos quieren ver y apuran para que suceda.

No apuren a la gente depresiva, no los vean como bichos raros ni eviten el tema porque no es tabú.

Anímate; tan fuerte y depresiva; que haces allí en la cueva; frases que suelen repetir y lo único que logran es derribar aun más.

humanoWhere stories live. Discover now