Esa mañana al despertar, se encontró con un par de grandes y verdes ojos que lo miraban con emoción y alegría. Sonrió aún algo adormilado y murmuró un — buen día — al niño. — ¿ Qué hora es? —
— son las seis, abuelito me despertó y dijo te despertara — Yuri lucía muy feliz y para nada adormilado, todo lo contrario a como él se sentía en ese momento. Se frotó los ojos con pereza y bostezó mientras estiraba los brazos.
— debo bañarme… — dijo con voz adormilada, aún sentado en la cama. Pero para eso debía esperar a que Yakov le llevará la ropa limpia. Yuri se arrodilló sobre la cama, quedando justo frente a Víctor, esperando a que dejara de tener cara de zombie.
La suave risa de Yuri se escuchó y Víctor lo miró curioso. — ¿Qué es tan gracioso? - preguntó mientras se frotaba un ojo de nuevo. Tardaba un poco en despertar por las mañanas y estaba algo perdido.
— tu cabello, pareces una bruja - dijo, levantando su propio cabello para enseñarle a Victor como se veía, sin dejar de reírse.
El muchacho se sonrojó un poco en respuesta, pasando su mano por su cabello. Anoche había caído dormido sin siquiera prepararse para dormir, así que sin duda su rostro y cabello serían un desastre — oh, perdona, no todos nos vemos tan bien como tú al despertar — le respondió mientras el mismo se encargaba de despeinar el cabello del niño, haciendo reír aún más a Yuri.
— ¡yo ya me lave la cara y me peine! — le respondió dando manotazos para que Víctor se alejara.
Cuando separó sus manos fue el turno de Víctor de reírse al ver como había despeinado a Yuri, el niño entendió se reía de su apariencia y trató de cepillarse con los dedos, haciendo un puchero pero luego se sonrió y Víctor le sonrió de vuelta.
— no tardaré mucho en arreglarme — le comentó antes de levantarse de la cama y Yuri asintió, quedándose a esperarlo sentado en la cama.
A veces Yuri podía ser muy tierno, pensó Víctor mientras salía de la habitación. Cuando regresó encontró a Yuri mordiendo la pulsera atada en su muñeca, pegada a la cadena unida a la suya. No pudo evitar pensar lucía como un pequeño animalito salvaje al hacer eso.
— Yuri ¿Qué haces? — preguntó suavemente.
El pequeño se sobresaltó al oírlo y alejó su mano, ocultandola con rapidez tras su espalda. — no se quita — murmuró en respuesta.
Victor tomó asiento a su lado, sonriendo incómodo. — aún no te explican lo de la cadena en la escuela ¿verdad? — faltaban un par de años si recordaba bien. El niño negó lentamente.
— pero abuelito me explicó anoche - Yuri miró la cadena — dijo que se quitaría pronto, pero no sabe quién la puso, yo creí fuiste tú, porque tú tienes el otro lado —
— nadie sabe por qué aparece en realidad — le respondió Victor — pero aparece cuando dos personas deben conocerse — esa parecía la forma menos complicada de explicarle.
La mirada de Yuri brilló de nuevo como si hubiera visto algo especial de repente — ¡yo... yo debía conocerte para poder ser patinador como mamá! — dijo como si de pronto todo tuviera sentido para él, apretando su brazo y sacudiendolo emocionado.
Una respuesta tan simple e inocente que hizo sonreír a Victor. Este asintió. — debe ser por eso — si ni su abuelo le había explicado la función de la cadena, él tampoco lo haría.
Fue abrazado de pronto por Yuri — si soy un gran patinador y salgo en muchas revistas, quizás mamá regrese pronto — contó emocionado a Víctor.
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Fatum
FanfictionUna alma gemela está destinada a aparecer para cada persona, pero a veces no es como siempre lo soñaste.