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—¿Qué pasó?¿Le dijiste algo a Tao?— Victoria le preguntó a Kris de forma violenta, pero Kris no le puso atención, sus ojos, sus sentidos, estaban todos puestos en ese pétalo lleno de sangre que sostenía entre sus dedos, ese pétalo, había sido expulsado por el cuerpo de Tao, ese pétalo era igual a uno que el tenía en su casa, ambos pétalos eran de Tao, Tao no tenía anemia, Tao tenía la enfermedad de Hanahaki.

No hubo tiempo para detenerlo, Kris salió de la tienda y emprendió carrera al departamento de Tao en medio de un oscuro cielo, que posteriormente comenzó a llorar, a Kris se le erizo la piel con las gotas de lluvia, pero eso no lo detuvo, ni siquiera un auto que casi lo atropella lo detuvo, quería llegar, tenía que llegar al departamento de Tao, Huang debía explicarle, debía contarle quien era el maldito que no recibió su corazón, que ahora lo estaba llevando a una inminente muerte, el pétalo se lo demostraba, Tao estaba en lo último; después de leer tantos documentos con respecto s esa enfermedad, sabía que por la cantidad de sangre del pétalo Tao ya estaba en la línea.

Subió las escaleras de dos en dos y se maldijo por no percatarse antes de que Tao estaba mintiendole, jamás fue la anemia, siempre fue Hanahaki, juraba que cuando tuviera el nombre del malnacido lo golpearia hasta el cansacio, si Tao moría, Kris se volvería loco, si Tao moría, Kris también lo haría...

Kris tocó la puerta frenéticamente, pero al percatarse que no le abriría, decidió sacar su celular para llamar a Tao y decirle que le abriera la porquería de puerta, pero mientras buscaba su celular en sus bolsillos se percató que él tenía las llaves del departamento, eso quería decir que Tao no estaba ahí, pero, ¿Dónde pudo haber ido entonces?. Aún así, existiendo un 80% de posibilidades de que Tao no estuviera en el departamento Kris entró y se dio de golpe con la soledad del lugar, al parecer Tao no estaba.

—¡Tao!— gritó, aún sabiendo que Tao no le respondería. Ingresó más al departamento en busca de su mejor amigo; buscó en la cocina, en el baño, y por último en su cuarto, encontrandole totalmente vacío, desplazó su vista sobre el cuarto, nada le decía que Tao pudo haber estado recientemente ahí.

Sus ojos fueron a parar al escritorio de Huang, donde habían varios papeles, pero entre ellos dos predominaban y llamaban su atención, ya que eran dos sobres, uno rojo y otro azul. Se acercó a el y tomó los sobres, tal vez Tao planeaba mandarselas a alguien. Dejó de lado el sobre rojo y miró el azul, ese era el color favorito de Tao...lo abrio y estiró la carta para comenzar a leer, lo primero que encontró fue:

"YiFan..."

Con eso supo que aquello iba dirigido a el, y solo a el, que la carta que sostenía no era para alguien más, sino para el.

Comenzó a leer y las manos le comenzaron a temblar a medida que leía y sentía débiles las piernas, el corazón había comenzado a dolerle también, de una manera aterradora. Se dejó caer de rodillas al suelo, pero sin dejar de leer la carta que Tao había escrito a mano, con esa caligrafía que Kris encontraba bella y cuando llegó al final, no supo que más hacer que llorar...

Le dolía el pecho, más específicamente el corazón, ese órgano que Tao le decía que tenía resguardado tras paredes y paredes y que el pudo atravesar con tan solo una carta, en donde le confesaba tantas cosas, tan dolorosas...pero así es el amor dicen, que si es puro duele y como el mismo infierno. Y así le dolía a Kris, como el mismo infierno, ¿Qué quería decir eso?¿Qué amaba a Tao? El solo hecho de pensar en ello, le dio algo de calma a esa tempestad en su interior, tal vez era así, tal vez amaba a Tao y no se había percatado hasta esa instancia, de repente, recordó el por qué de estar en ese departamento, estaba buscando a Tao; se puso de pie y sacó su celular, marcando el número de Tao, la calma en su pecho se esfumó.

El número que usted esta marcando se encuentra fuera de servicio, por favor intente llamar más tarde

Tao no contestaba, y eso no ayudaba en nada a la ansiedad creciente en el mayor, se acercó al escritorio donde encontró las cartas y trató de buscar algo que le diera aunque sea una pista con respecto al paradero de Huang, pero no había nada, lo único que habían eran hojas a medio escribir de la universidad, tal vez tareas y dibujos, Kris no recordaba que Tao dibujara, pero ahora lo sabía y dibujaba hermoso. Un paisaje fue creado en la simpleza de la hoja, a Kris le parecía conocido, de cierta forma, ese paisaje era parecido a un día de campo que tuvo la familia Wu y Huang juntos, para festejar el cumpleaños del menor, Kris le regaló una flor en ese entonces, una rosa azul, así como la que Tao le pidió que comprara, así como la que Tao expulsaba.

Entonces eso bastó solamente para quebrarlo por completo, y lo irónico era que se rompía por la misma persona que había logrado derribar todas las paredes de su duro corazón.

Pure Love...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora