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~Un mes después~

Kris se demoró 6 días en encontrar en donde fue a parar Tao, revisó su computador y todo en la casa, para ir a dar con el al cementerio Hanahaki de la ciudad, no tuvo el valor de ir en el momento, tampoco tuvo el valor de hablarle de ello a Victoria, de dirigirle la palabra o incluso, entregarle la carta. Estaba realmente devastado, había perdido la cuenta de cuantas veces había leído la carta de Tao, pero sin importar cuantas veces la haya leído el dolor y la culpa seguían siendo igual de intensos que la primera vez, ahí estaban, en su pecho, en su corazón, doliendo como el mismísimo infierno, y eso le hacía preguntarse si Tao sufrió de esa manera por un amor que consideró unilateral. Pero en medio del dolor, Kris sentía rabia también, porque Tao pudo haberle dicho sus sentimientos, pudo haber un final distinto para Huang, uno en el cual la muerte, era algo muy lejano todavía, uno en el que Kris pudo haber estado involucrado a tal nivel que fueran uno, pero todo quedó en un "pudo ser" porque nada de eso fue, todo era más cruel.

Ahora no había ninguna posibilidad de un "juntos" siempre todo se quedaría en "no fue" y era doloroso, para la parte viva, porque también sentía algo, tal vez no amor en todo su esplender, pero si había un sentimiento, que crecía abrumadoramente en el pecho de Kris, no era tristeza, no era dolor, era aprecio hacía Tao, pero de una manera distinta, no como amigod, quizás algo más.








Victoria estaba en la incertidumbre, estaba ansiosa, asustada y sobre todo preocupada, hace días no sabía nada de Tao y tampoco de Kris, ninguno contestaba sus celulares y tampoco estaban en sus hogares, con todo eso, Victoria se había quedado sin uñas ya. De repente, alguien tocó a la puerta de la casa.

—¡Oh Kris!¡Victoria a estado muy preocupada, por ti y por Taozhi, ¿Sabes algo de él? Mi esposo no deja de hacer investigaciones para saber su paradero— la madre de Victoria, tía de Tao le hablaba y hablaba a Kris, pero este, solo escuchó un cuarto de lo que dijo.

—¿Puedo hablar con Victoria?— preguntó. La señora asintió y dejó pasar a Kris; YiFan subió las escaleras y fue al cuarto de Victoria, esta salió sin que Kris llamara a la puerta.

—¿Sabes algo de Tao?— fue lo primero que preguntó, dejando de lado formalidades, yendo directo al grano, a lo importante.

Kris se veía mal a los ojos de Victoria, Victoria se veía mal a los ojos de Kris, mentian si dijeran que su estado no era causado por quien no estaba ahí. YiFan estiró el sobre, Victoria lo miró y lo tomó con rapidez.

—Dejó eso, y solo eso al parecer, sabía todo Victoria, me mintió descaradamente— Kris se llevó una mano al puente de ka nariz y lo apretó un poco, como si eso evitara que sus ojos dejaran salir lágrimas.

Victoria miró a Kris y luego abrió el sobre, estiró la hoja y comenzó a leer, YiFan se retiró.





Pasaron semanas, Kris y Victoria no tenían contacto, de ningún tipo, ambos estaban enfrentando lo sucedido a su manera, a su tiempo, pero un día Kris se levantó temprano y fue al centro comercial, entró a una tienda en específico y comenzó a buscar algo que le gustaría a esa persona, aunque, estaba seguro, que todo le gustaría, fue a la sección de bolsos y ahí encontró uno que parecía tener el nombre de esa persona tatuado, estabs casi cien por ciento seguro que si estuviera ahí, diría que ese bolso estaba hecho para el.

Kris salió de la tienda y caminó al cementerio; fueron semanas de preparación mental para aparecerse por ahí, pero ya era hora.

Al entrar, el olor a flores le impregno las fosas nasales, no había olor a putrefacción, solo flores, muchas flores, de distintos tipos, era hermoso, pero a la vez espeluznante, todas esas "plantas" que antes fueron personas estaban ahí, porque quisieron enfrentar ese amor hasta el final, aún cuando sabían que los llevaría a la muerte de una forma dolorosa. En un momento a Kris le invadió la duda de si realmente encontraría a Tao entre tantas flores, lo único que tenía para identificarlo era un pétalo de una rosa azul, solo esperaba que no hubieran tantas rosas azules, pero tenía fe, de que cuando lo viera, su corazón lo sabría.

Y así fue, apoyado en un árbol una planta de rosa crecía con fuerza y mostraba orgullosa sus botones de lo que pronto serían hermosas rosas azules abiertas al sol, Kris lo sentía, sabía que ese era Huang, podía sentirlo en el fondo de su corazón corazado. Se acercó y se dejó caer de rodillas frente a la planta, frente a tao y no pudo evitar ponerse a llorar, ¿Qué importaba que de mostrara débil?¿A quién le importaba? Kris se mantuvo en el lugar, tal vez con la esperanza de que todo fuera un sueño, que realmente el no estabs ahí, al menos no para ver a Tao, pero nada cambió cuando abrió los ojos dejando de llorar, el estaba ahí con un Tao convertido en una planta, el estaba ahí, sin posibilidades de ver su rostro, el estaba ahí, sin posibilidades de decirle que también lo amaba.






























































































The End.





























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Bueno peoples, esta historia quería publicarla como regalo de año nuevo, felíz Navidad y celebrando ls reconciliación de Tao y Kris, pero me demore, más de lo que esperaba como verán, jajaajj, pero aquí esta, para su disfrute, voten, y díganme en los comentarios que tal les pareció.

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