¿Qué me pasa?

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Con ella empecé a entrar en razón. Cada vez iba mucho mejor en la Universidad gracias a ella. Nicollette me ayudaba mucho. No estudiábamos lo mismo, pero ella intentaba siempre de que terminara lo que me correspondía hacer para poder salir. Me ayudaba a estudiar. Me ayudaba en mi apartamento, y me atendía como si fuera un niño pequeño.

Los profesores me felicitaban por mis buenas calificaciones, las cuales se veían crecer a medida del tiempo. Ya contestaba en clases, participaba en voluntariados, no me equivocaba y respondía correctamente.

Mis compañeros estaban completamente trastornados con mi rendimiento académico que ya les caía mal, pues era una gran competencia en clases.

Sabían que había dejado a un lado mi vida rebelde y descontrolada para poder dar un 100% a los estudios.

Pero lo que no sabían era cual era mi motivo de seguir adelante y quererme superar a mi mismo. Al fin y al cabo quería ser el mejor neurólogo que existiera en el mundo.

Ella ha hecho un gran cambio en mi, y por esas razones la quería aún más. Ha sacado a relucir esa parte de mi que es confiada, valiente e inteligente.

Me ha hecho ver el mundo de otra forma, pero había algo que no me cuadraba todavía. No sé si ya estaba perdiendo interés en ella o que solo no estaba preparado para tener una relación formal.

Es difícil ir de una vida descontrolada a una que es maravillosamente tranquila y normal.

Te llegas a sentir tan identificado con ciertas acciones que haces, que al fin y al cabo no sabes cual te dará más éxito.

Trataba de salir más a menudo con ella para dejar de sentirme así y la verdad creo que de una u otra forma ayudó a que me sintiera mejor.

Quien no estaría felíz con una mujer como Nicollette a su lado. Aunque ella solo lo hacía por nuestra "amistad". Ya estaba cansado de tratar, pero si dejaba de hacerlo otro pudiera venir y llevarla de mi lado. Lo cual no quería.

Era 24 de marzo de noche, estaba un poco frío. Un perfecto clima. Recuerdo que noche salimos a la feria de la ciudad que justamente acababa de empezar. Mi plan era llevarla justamente a las 8:00PM a la rueda de la fortuna y allí entonces le pediría ser mi novia.

"Aless, de veras que esto está súper divertido. Tenía tiempo de tiempos que no sabía que era subirse a uno de estos aparatos eléctricos" me dijo con mucha emoción. Sus ojos brillaban esa noche como dos preciosos pedazos de perlas. No sé si estaba enamorado de ella o simplemente era algo momentáneo.

"Nicoll, ya la fila para la rueda de la fortuna está más vacía. Que tal si vamos y nos montamos juntos. Nunca me he subido a una de esas. Y además te tengo que decir algo..." dije mintiendo, pues si me había montado. Sólo era una pequeña mentira blanquita para poder que se subiera conmigo.

Mientras hacíamos la fila, hablábamos sobre nosotros. Ella me decía lo maravilloso que es tenerme como amigo. Todo lo que salía de su boca hablaba de "amistad" "amigos" y demás.

Ya me había dado cuenta que estaba situado en la "friendzone" desde que la conocí. Ella solo tenía en mente que podíamos ser amigos.

No era lo que me decía, pero era lo que transmitía.

Pero no me importaba. Estaba seguro que el tiempo lo iba a definir todo. No me iba a alejar de ella. Simplemente iba a dejar de estar encima de ella para que abriese los ojos por su propia cuenta.

Nuestro turno era el próximo para subir a la rueda.

Ya estábamos sentados y seguros. Empezó a dar vueltas y mientras las daba las contaba. Nicollette hablaba y hablaba. Yo solo asentía con la cabeza y de vez en cuando una sonrisa.

¿Que más puedo decir? Estaba ilusionado con algo que ya estaba seguro que nunca pasaría.

"Alessandro ¿Te encuentras bien?" Me preguntó "En todas las vueltas que hemos dado aquí, no has abierto la boca para nada. ¿No te gusta la vista hermosa que se puede robar desde aquí?"

"La verdad, la vista no está nada mal" dije

"Ves! A eso me refiero. La vista no está mal, el que está mal eres tú. Además antes de subir me contaste que me dirías algo. ¿Qué era?" Me dijo

"Pues, ahora no vale la pena. Además era una bobada. Sólo no preguntes otra vez, porfa." Le dije. Me sentía como el mayor estúpido en la faz de la tierra. Estaba deprimido.

Tenías Que Ser TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora