Un Poco Más de Él

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"Ya estoy dentro de tu auto. Ahora es deber tuyo decirme en que la cagaste. No era que ella es o era la indicada para ti. Como es que "después de lo que pasó" me está preocupando ahora" dijo al subirse al auto.

"No fue mi culpa. No esta vez. Bueno... quizás un poco. Pero tampoco quería hacerlo. ¿Me entiendes?" Respondí

"Deja de confundirme y ve al grano pela'o" dijo molesta "Ya estoy cansada de estar en estas situaciones contigo. Aunque aveces son interesantes cuando se trata de algún chico que te hayas ligado. Pero ese no es el punto. ¡HABLA!"

"Ya estamos cerca de la casa de Nicollette. Por fa no vayas a cagarla tu ahora. No abras la boca, ¿ok? María, confio en ti. Mira, allí están ambos. Nos están esperando." Dije

Llegamos y estábamos justo al frente de la casa de Nicollette cuando fue la primera vez que lo pude ver. No voy a mentir. Ese chico con todo que hace unas horas lo detestaba ahora me está empezando a caer bien. No le había hablado en persona, pero ese man estaba para comérselo y no dejar ni los huesos.

No le metí mente.

Me bajé del carro junto a María Camila y subimos las escaleras que daban a la puerta principal de su casa.

"¡Hola! Tu debes ser James. Mucho gusto soy Alessandro para ti." Dije estrechando su mano

Sus manos eran realmente suaves.

James era un chico muy apuesto y bajo. No bajo, estatura promedio. Yo era demasiado alto para mi edad.

Tenía puesto unos jeans claros ajustados en los cuales sus piernas gruesas y musculosas se veían deliciosas. Un suéter gris liso, con las mangas algo dobladas para que los músculos que formaban sus brazos resaltaran. Usaba unas botas que hacían juego perfecto con el outfit que llevaba.

"¡Hola! De nuevo. ¡Si, soy James! Nicollette todavía se está alistando" dijo aquel chico.

"Pero si la acabamos de verla justo a tu lado unos minutos antes de bajarnos del auto." Dijo María Camila

"¡Pues si! Ella estaba a mi lado, pero no estaba lista del todo. De hecho salió sólo para decirme que si los veía llegar les dijera que la esperaran unos minutos." dijo

"¡Hey! Y después de todo, ¿Tenemos que llevar algo especial mañana? Escuché que mañana es día de algo pero no alcance a escuchar bien. Y como tu siempre sabes de todo, te pregunto." Preguntó dirigiéndose a María Camila.

"JAJAJJAJA ¿Hasta en la Universidada eres la sabelotodo? Pensé que habías cambiado esa faceta. JAJAJJAJAJAJAJ" dije con carcajadas "¡Espera! ¿Tu lo conoces? ¿Por qué nunca me lo dijiste?" estaba sorprendido.

"Pues no sabía que él vendría a la tarde de juegos." me respondió María

"Ehh... ¡Si! Te dije... "ella invitó a su mejor amigo"" dije

"Bueno si sabía. Pero se me había pasado. No seas grosero y no me hables así en frente de él de tal forma" me dijo algo molesta.

"Ehh... creo que Nicollette ya esta lista. Ya viene." dijo James tratando de calmar las aguas.

De veras ella siendo mi mejor amiga por qué no me había dicho nada sobre ese chico. Estaba algo molesto. Pero una vez Nicolle salió de su casa, todo se calmó...

"¿Por qué tanto silencio? Estan raros JEJEJEJ." dijo Nicollette terminando con una risita entre dientes que marcaba una señal de que no estaba entendiendo lo que había pasado.

"¡Ok! vámonos. Lo siento chicos por demorar, es que no sabía que ponerme y todo lo que tenía en el armario ya me lo había puesto y bueno pues. La cosa es que ya estoy lista. ¡Vámonos!" dijo al salir.

Le dije a María que por favor se sentará a mi lado, y en efecto lo hizo.

María estaba a mi lado, atrás de mi asiento se colocó Nicollette y detrás de María el tal James.

Estaba tan incómodo con su presencia. Pero ya todo se empezó a soltarse mientras hablabamos.

"Y... estudias, ¿verdad?" preguntó James

"¿Quién? ¿Yo?" respondí

"¡Si! ¿A quién más estoy viendo por el retrovisor?" dijo sarcásticamente

"Disculpa, estoy manejando y no estoy pendiente a ti. Al parecer a alguien le gusta ser el centro de atención todo el tiempo" dije

"¡ALESSANDRO! ¡Para de ser grosero!" dijo María dándome un golpe en la pierna.

"No, tranquila. Fue mi culpa que él reaccionara de tal forma. Disculpa Aless no fue mi intención." dijo James

"Alessandro para ti querido. Aless para ellas. ¡Muchas gracias!" dije

"¡Aless! Para" dijo Nicollette "Concentrate en el camino que no queremos un accidente"

"Después de todo... ¿A donde nos piensas llevar?" pregunto María Camila

"A un lugar en el cual todos morirán de la diversión." dije sin dar pistas de que lugar era.

Fueron varios minutos en el carro hasta el lugar donde los quería llevar. Había un tranque de mil demonios. No la pasamos del todo mal, entre los chistes malos de María Camila, música e historias de nuestra infancia pudimos pasar el estrés que daba estar atascado en un tranque.

De hecho no entendía por qué el tranque. Era un dria de quincena, y todos estaban afuera por alguna razón.

Odio estar en esos días fuera de casa. Pero al menos lo puedo y pude disfrutarlo con mis amigos.

"¡Llegamos chicos!" dije 

"¿Es en serio? Nos traes a este Mall, ¿Pero a qué? Era tarde de juegos no tarde de dolor de cabeza viendo a María Camila comprando una cartera más de las 500 que tiene o tacones mas de los 100 que tiene o ropa que creo que más que nosotros tres juntos." dijo Nicollette algo desconcertada.

"¡Ya veran! ¡Se van a divertir chicos! No sean aguafiestas"

Tenías Que Ser TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora