Tenías Que Ser Tú

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Finalmente los dias pasaron, uno tras otro. Y nuestra relación creció como ninguna otra. Los malos días pasaron y todo era felicidad. Ambos estábamos anuentes de lo que teníamos no era una relación formal ni oficial, pero estábamos felices siendo nosotros mismos.

De alguna manera me gustaba estar con ella. ¡Me encantaba! Pero yo quería tener algo más que solo abrazos y besos en la mejilla. El tiempo pasaba y a ella se le había olvidado esa terrible noche en la cual ambos lloramos.

Esa noche tubo mucho significado para mi. Nunca la olvidaré. Ella admitió que le gustaba y que quería algo conmigo pero nunca quiso dar el siguiente paso al mismo tiempo. No me molesta en lo absoluto, pues después de todo lo que ha pasado, hemos estado juntos como uña y mugre y nadie nos separa. Ambos nos ayudamos cuando lo necesitamos. En la universidad y trabajo. Ella es tan hermosa que quisiera casarme con ella algún día.

Con el tiempo que he estado con ella, he llegado a pensar que ella no tenía miedo a que yo le rompiera el corazón; si no que en general ella nunca tuvo un novio. Para mi concepto ella le temía a estar en una relación por el miedo a ser lastimada. Pero era una bobada. Cualquiera se equivoca al amar, y uno siempre aprende de los errores.

Viví por meses pensando que ella le temía que yo la lastimara por mi mala reputación.

Pero ella es inteligente, ella tenía mente fría y calculó todo desde un principio. Ella quería estar conmigo sin ningún contacto físico pero al estar al lado mio todo el tiempo para ella era suficiente.

Parecíamos novios, pero entre nosotros sabíamos que lo que teníamos no era nada cerca de una relación amorosa, más bien una relación de amigos. Ella me había enterrado en la zona del 'Friendzone' desde entonces. Y después yo pensaba que el malo era yo.

Yo estaba perdidamente enamorado de ella, al contrario no la hubiera aguantado por tantos meses y nunca tener nada.

Ella mostraba su amor siempre, ella me consentía, ella me amaba pero a su manera.

"¡Alessandro! Creo que ya es tiempo de hablar de nosotros. La verdad quiero dar el siguiente paso, pero ambos debemos estar comprometidos en esto" me dijo aquel día en la plaza.

Habíamos acabado de salir de un restaurante de Pizzas. Estaba súper feliz, pero ese comentario nunca me lo esperé.

"¿Con 'nosotros' a que te refieres? Si tu y yo no... tu me entiendes... no existe un 'nosotros'. Somos solo Nicollette y Alessandro." respondí

"Pensé que si existía un 'nosotros' pues... sabes... todos estos años han sido maravillosos y ahora me di cuenta la maravillosa persona que eres y ahora estoy segura que no me lastimarías por nada en el mundo. Y aprovecho este momento porque este lugar es tan bonito y perfecto para que cada uno de su paso al frente" interrumpí...

"WOW Nicollette, ¿En qué mundo vives? No estoy dispuesto a tener algo contigo despues de todos estos meses en los cuales me he surrado por ti y tu no me valoras. Solo quiero tener una amistad contigo y más nada. Espero esto no te ofenda, pero es la pura verdad. Nicollette, yo te amo y te amaré, pero no creo que sea la ocasión ni el momento para hacerlo." dije, sin pepitas en la lengua.

La verdad me dolió decir esas palabras, cuando lo único que quería era tenerla en mis brazos y decirle que si. Locamente y a gritos en mi mente decía que si, quería un mundo con ella. Pero era una jugada inteligente pero arriesgada. Quería devolverle lo que ella una vez me hizo. Quería darle una probada de su propia medicina. Quería que sufriera como algún día lo hice yo.

Pero la razón más importante era que ya no sentía lo mismo por ella que al principio. Ya lo poco que sentía en verdad por ella se había esfumado con los días. En los cuales Nicollette me ignoraba.

Talves era masoquismo decir que lo que sentía por ella algún día regresaría a su estado normal con los días. Al contrario, me engañaba a mi mismo, mis sentimientos se debilitaban con el tiempo. Ya que ella nunca me daba el pase libre para entrar a su corazón. La única forma de afrontarlo era seguir pensando que todo pasaría de alguna forma. Pero era una simple señal que mi subconciente me mandaba para darme cuenta que las cosas entre Nicollette y yo no servirían.

Ella estaba desanimada. No quería hablar. Pero en el fondo ella me entendió y seguimos como siempre lo habíamos estado. Fue como si eso nunca hubiera pasado. A ella no le mortificaba en lo absoluto lo que le habia dicho. Al menos no me lo mostraba a mi. Conmigo todo era risas y felicidad. Mas con María Camila era llanto y tristeza. María Camila, mi mejor amiga, su mejor amiga, era su consuelo y su hombro de penas. Nunca me enteré por boca de Nicollette, pues las noticias llegaron a mis oídos por palabras de María Camila.

No estaba correcto que ella compartiera las palabras secretas de Nicolle conmigo, pero era algo que me importaba pues apreciaba mucho a Nicollette.

Paso una semana, y después de los hechos, ella me quería presentar a alguien. Alguien que según Nicollette ya me conocía por medio de fotos y porque Nicolle la había hablado de mi a esa persona. Alguien muy cercano a Nicollette. Alguien que defendería con capa y espada a ella si fuera necesario. Y claro, se enteró que supuestamente estaba golpeada por dentro y sus pensamientos fueron directos, que yo la había lastimado. El fue mi perdición vuelta carne, el fue mi corrector en distintos tiempos, el cambio mi mundo (más que Nicollette) Me hizo ver el mundo de otra forma y así abrí los ojos. Sin más nada mas que decir...

'Tenías que ser tú"...

Tenías Que Ser TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora