Después de aquella tarde de juegos, como sospeché la fiesta terminó en mi apartamento.
Por suerte tuve tiempo de arreglar y poner todo en su lugar antes de salir.
No me gustaría para nada que lleguen a mi apartamento y de la nada encuentren algo que me exponga y me dirija a una sesión de preguntas.
Llegamos a mi apartamento rayando las 10:00 PM. Bebimos algo de licor y pasamos el resto de la noche jugando juegos de mesa, descifrando verdades, culpas y penas.
Todo fue divertido. Pero no tanto para mi. No podía sacarme de la cabeza al chico odioso. Me interesaba tanto estar cerca de él. Pero obviamente no podía.
Mientras pasaba el tiempo, cada uno bebía más y más hasta que la diversión llegó a un punto en el cual nadie podía beber más. Nicollette no estaba embriagada, tampoco María Camila. James estaba tirado en el suelo.
"Creo que ya es hora de irnos." Dijo Nicollette muy cansada. "Todavía debo llevar a James a su casa. No creo que él llegue por su propia cuenta. Míralo no se sostiene por si mismo."
James estaba completamente borracho. María Camila estaba con él del otro lado del apartamento. Ella lo levantaba del suelo mientras el trataba de incorporarse por si solo.
"¿Sabes qué?" Indagué "Creo que él se puede quedar aquí en mi apartamento. Sería muy peligroso que ustedes dos vayan con un borracho por allí. Y si les pasa algo no me lo perdonaría"
Mis intenciones eran muy ciertas y obvias. Sólo quería tener bien en claro si él me interesaba de otra forma. Naah, quería impresionar a Nicollette. O mejor, ambas.
"Ustedes si se quieren quedar, bien pueden. Pero sólo tengo una cama, y pondré a James en ella... yo dormiré en el sofá." Dije
Nicollette se voltea y mira a María Camila y dijo... "Aww que considerado. No, tranquilo. Nosotras podemos irnos, por eso no hay problema."
"Ok, si es eso lo que ustedes quieren... por mi esta súper bien. Pero, si se van yo les pago el Uber... No tomen ningún taxi ni bus... a estas horas nunca se sabe." Dije
"Ok, si tu lo dices" respondió Nicollette.
María Camila se acercó y dijo... "Uff... Estoy cansada. Creo que debo acostarme ya. Ese man le pesa el trasero. No pude levantarlo. Es una piedra. Tu debes intentar Aless."
"Entonces, ¿quieres quedarte? Como dices que te quieres acostar ya." Pregunté
"Obviamente no. Tu apartamento es un asco. No pienso acostarme en tu cama. A cuantas no habrás acostado en esa cama." Dijo María sin titubear.
"Eh, ¿disculpa?" Dijo Nicollette
"No, nada." Dije (dirigiéndome a Nicollette)
"Bueno, ya no importa. ¿Nos vamos MariCami?" Preguntó Nicollette.
"Claro, ¿pero James qué?" Preguntó María Camila.
"Pues mientras tu estabas con el allá, tratando de hacer un milagro. Aless y yo quedamos en que él se quedaría aquí y cuando se le pase la goma pueda irse." Explicó Nicollette
"¿Alessandro es en serio? ¿Y tú desde cuando eres tan generoso?" Dijo María Camila "Nicollette, nos vamos pues. ¿Te despides de James?"
Nicollette se dirigió hasta donde estaba James, mientras María Camila me alejaba de la sala... "Y tu ¿qué crees que piensas hacer? No, no me digas. Tus cochinadas no son de mi incumbencia. Pero no te pases de listo, yo te conozco mejor que nada."
Lo único que pude pensar en ese momento fue que María Camila pensaba que mi plan era quedarme con James y tener sexo incontrolable con él, pues entre más borracho mucho mejor. Pero no, no lo era.
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Tenías Que Ser Tú
Romance¿Será el amor de una amistad ser más fuerte que el amor entre dos personas? En está historia verás dos versiones de amor y de entrega. Averigua que pasa.