Relato #1

12.5K 144 3
                                        

le llamaban Tadeo el grande, no sólo porque era un tío grande y robusto, sino porque en el vestuario los colegas le pusieron ese mote por su polla gorda.
.
El viernes nos juntamos a beber cervezas en casa de un amigo. Levábamos ya cuatro horas bebiendo y pronto íbamos a salir. Mientras los demás colegas estaban en la cocina, Tadeo viene al sofá a mi lado y me suelta:

– Mira a la guarra que me voy a zumbar hoy – Enseñándome una foto en whatsapp de una mujer

– Joder tío, que tetorras

– Mira, mira, que me ha mandado más – me dice

Y empieza a deslizar la pantalla hacia arriba buscando más fotos de la tía, y veo por el camino un par de fotos suyas.

– Hahaha, ¿y esta foto?

– Haha macho, esta es la que le he mandado yo, mira mira

Y aparece una foto de su polla toda empalmada. Mis ojos se abrieron como platos.

– Joooder, que pollaco que tienes ¿no? – Le suelto haciéndome el sorprendido

– Hahahaha se rie, eso me decís todos. Mira mira, que le he mando más.

Y me enseña más fotos de su polla toda tiesa y de él en el espejo del maño marcando músculos.

– Tío, así las tienes así de cachondas, con ese material que les mandas.

– Sí sí, pero lo mejor son las fotos con las que me responden ellas, mira mira.

Y me enseña varias fotos con las que yo disimulo mi falta absoluta de interés.

– A ver, a ver, déjame ver qué les dices – le pregunto con la excusa de ver de nuevo alguna de las fotos.

Me deja el móvil y empiezo a leer mientras él se descojona de risa apretando su bulto.

Yo ya tenía la polla toda dura.

– Tío, como le dices esto? Hahaha – le suelto riendo mientras vuelvo sigo pasando hasta la foto de su polla.

– A ver, yo lo que quería era que me mandase la foto esa de las tetas.

– Tío, pero que no me había fijado bien en tu polla – le miento – pedazo de capullo que tienes, las tienes que dejar ensartadas. – se vuelve a morir de risa.

– Lo que no he conseguido es que me mande foto de su culo, macho. Cuando es lo que más me interesa chupar y follar. Quien me diera meter ahí toda la barba y luego ensartarla.

Yo no podía con mi calentón. No dejaba de mirar su paquete y cómo se lo sobaba por encima. ¡Qué guarro era el puto Tadeo!!!!!Me ponía a mil. Me encantaba seguirle el juego con las tías.

– Vamos a ver si nos manda la foto de su culo – le reté.

– ¿Cómo?

– Pues seguro que ahora, que te ha dicho que está bebiendo con sus amigas, será más fácil.

– ¿Qué dices que le mande una foto guarra ahora?

– Sí tío, que así podemos ver juntos lo que te mande.

– Hahahaha venga, buen idea. ¿Aquí en el sofá? No llegarán los otros y se pensarán que somos maricones... hahahahaha – suelta entre risas mientras me pasa el brazo por encima.

– Vamos a hacerlo rápido.

En esto, le pega un trago largo a la cerveza, la apoya, y se desabrocha la cremallera saltando su cipote a medio llenar.

– tadeo tío, menudo bicho calzas, es más grande en directo. La tienes toda gorda.

– Haha venga, vamos a hacer la foto. – dice sacando su móvil y poniéndolo muy cerca de su cara para pillarla entera. – Pónmela recta, que si no sale en la foto.

– Tadeo qué dices, creo que llevas muchas cervezas.

– Que no coño, agárrala rápido para la foto y a ver qué nos manda ella.

Tragué saliva sin saber si atreverme a hacer eso. Aunque me moría de ganas. Pero por otro lado los demás colegas podían aparecer en el salón de un momento a otro y pillarme ahí, con la polla de Ramón en la mano y mi cara babeando.

Me decidí y con dos dedos la rodeé por la base.

– Macho, ¿qué haces? No me la agarres como un médico. Tiene que parecer mi mano. Cógela bien.

– ¿Y por qué no saco yo la foto?

– Porque se notaría que no fui yo, bobo, por el ángulo. – La verdad tenía razón. Con lo grande que era tadeo no me podía acercar más a menos que me subiese encima.

– Agárrala de una vez.

Cambié la posición de mi mano y agarré su tremendo cipote con todas mis ganas y fuerzas. Palpándola. Poniéndola bien erecto. La sangre de la polla se calentó y se puso más dura con el roce. Casi podía rodearla entera con la mano. Era una polla preciosa. Tiré de la piel para abajo para mostrar el capullo, y salió disparado un enorme ancla. Balanceé un poco la polla, para notar bien la sensación y de pronto sale el flash.

– ¿Qué tal ha salido?

– La estoy enviando ya. Solo quiero ver la foto con la que me responde ella.

– Mándale algún mensaje picante... como que tienes ganas de ella.

– Venga, le voy a decir que "yo y esta te estamos echando de menos".

– Tío dile algo más, dile que queremos ver una foto de ella. – Solté disimulando.

– Claro, claro... a ver: "enséñame algo que no haya visto y que sé que me va a gustar".

– Hahaha esa es buena tadeo

– Oye... suéltame ya el rabo, que se me va a cortar la sangre. – dijo riéndose.

– Ostia tío, perdona, se me fue la olla. – Solté mientras retiraba la mano dando el último apretón y lanzándola con fuerza contra su abdomen.

De repente nos interrumpen:

– ¿Qué haceis colegas?

Tadeo  se medio guardó rápidamente el rabo apoyando una cerveza fría sobre su paquete mientras yo me separaba de un chimpo.

– Pues nada, aquí hablando de chicas como dos guarros. – Dice Tadeo  todo borracho.

Me tuve que lagar inmediatamente al baño a cascármela.

Fue la experiencia más gay con un hetero que he tenido en la vida.

Historias gays Donde viven las historias. Descúbrelo ahora