N. Huir

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Hoy era un día especial, demasiado, finalmente íbamos anunciar nuestra relación así que Anthony organizo una pequeña cena en su casa. Mi cuerpo estaba temblando por los nervios, iba conocer a su familia y antes de poder pensar en algo mi móvil vibro.


Estoy ansíoso por verte esta noche, primero arreglate  y después abre tu obsequio Bi;  muero por tomarte de la mano esta noche frente a mi familia.
No tardes mucho Guapa.
Anthony s.

Apenas tuve tiempo de comprar mi vestido;
Negro ajustado, con abertura en la espalda también colgaba una gargantilla para adornar el lugar descubierto.
Sin sostén, era un tanto incómodo pero debía verme elegante para las fotografías. Recogí mi cabello de una manera sencilla, maquille mi rostro, ahora solo faltaba mi labial pero la curiosidad pudo más así que fui por aquel obsequio.

Deslice suave aquel listón y abrí la caja, dentro de este había un Labial Rojo intenso. Miré por unos segundos aquel detalle y sonreí pero al querer guardarlo de nuevo algo me lo impidió así que mire bien dentro entonces una pequeña nota

¿Te casarias conmigo Beca?
Creerás que estoy loco, pero no me imagino sin ti.
¿Que dices?, si aceptas ponte este tono, así sabré que es un si, tu anillo espera por ti.
Te amo Bi, Anthony Santos.

No tenía respuesta alguna, me gusta claro que si, estaba enamorada también pero lo sentía apresurado, tal vez para el no, un hombre con 30 años, yo apenas con 21, el sabía lo que quería era obvio pero yo ¿lo sabía?.
Bueno, había vivido solo una relación larga que terminó y aunque inicie una nueva que solo duró meses y no funcionó, ahora Anthony estaba en mi vida pero tenia miedo.

Parece que vas muy guapa ¿no es así?- aquella vos, la conocía perfectamente bien y no era la persona que se imaginan.

Todo lo que parecía felicidad comenzaba a quebrantarse, la esperanza de Anthony se desmoronaba, ella no contestaba el celular y llevaba una hora de retraso, su preocupación estaba al límite pero no sabía si era la reacción por aquella propuesta, inútil así sentía todo su ser en este instante sin saber que hacer.
Después de varias copas de champán si cerebro comenzaba a jugarle mal, creyendo que tal vez huyó aunque las mujeres tardan mucho en arreglarse si, eso era.

Parece que no va llegar- mencionó su madre preocupada.

Va llegar y te va encantar estoy seguro- sonrió amablemente tratando de mostrar seguridad.

Las horas pasaban y la gente comenzaba a inquietarse, aunque los fotógrafos esperaban atentos aún mirando hacia esa enorme puerta.

Cariño, no va venir, mejor vamos a despedirnos de todos e inventar alguna excusa-  la madre de Anthony se mantenía serena aunque en sus ojos se veía preocupacion.

Ella si vendrá madre, lo sé, jamás me haría algo así, si va venir- respondió un poco exaltado, levantando la voz.

De un día especial paso a ser uno terrible, la lluvia brotaba por todo New York, como si el cielo se desplomara, las calles comenzaban aislarse. Con las esperanzas perdidas los golpes de la puerta fueron desgarradores.

Allí con aquel vestido desgarrado, el maquillaje corrido se encontraba Beca junto a su cabello mojado de donde escurría pequeñas gotas de agua.
Anthony corrió a su llamado y cuando la cubrió con sí sacó dejó en claro que todos se fueran.

Si veo alguna maldita foto de ella o algún comentario de lo que pasó den por terminada su carrera. Por favor déjenos solos, ¡ahora mismo!-
Llorando entre los brazos de Anthony se encontraba ella, débil sin mirarlo, el la tomó entre sus brazos y la llevó a su habitación.

Cappuccino Anthony Santos-Romeo SantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora