La semana pasada no subí capítulo debido a los estudios. No prometo nada pero intentaré subir mañana otro para compensaros.
Disfrutad el capítulo.
No, no y no. Respira Alexander, respira. Mi padre no podía haber sido tan lanzado como para proponerle eso a la princesa. Era muy precipitado. Estaba seguro de que el plan de mi padre durante aquella semana sería intentar que pasara más tiempo junto a la ella. Cosa que iba a intentar evitar a conciencia.
Mi padre le ofreció asiento y luego se sentó él a la mesa (cosa que agradecí en silencio porque me estaba muriendo de hambre). Por no variar, mi padre volvió a intentar un acercamiento entre la princesa y mi persona; y ese acercamiento no había sido otro que sentarla enfrente de mí con el único propósito de entablar una conversación, y la verdad era que me iba a aprovechar de la oportunidad para así enterarme de los planes de mi padre y ese supuesto matrimonio.
Obviamente debía ser yo quién iniciara la conversación, pero no sabía cómo. No iba a preguntarle directamente de que había conversado con mi padre, no iba a dejarme en ridículo.
Esperé a que nos sirvieran la comida que tanto había estado esperando, un delicioso asado acompañado de salsa de almendras. Si pudiera comería este plato a diario incluso para desayunar...vale, céntrate Alexander, céntrate. Presté atención a mi alrededor y vi que mis padres hablaban animadamente con la reina María por lo que tomé aire y me enfrenté a la princesa rusa, temiendo por su respuesta.
-¿Le ha gustado el recorrido por el palacio alteza?- le pregunté. Básicamente no se me había ocurrido otra cosa. Había supuesto que mi padre podría haberla llevado por el palacio para hacerle un recorrido completo. Por la cara que puso de confusión deduje que no había sido así.
-El palacio es precioso, pero no me han hecho ningún recorrido-confesó. Miró de soslayo a mi padre y luego a mí- Si se refiere a la razón por la que venía acompañada del rey no debe preocuparse. Me ha enseñado una estancia de palacio donde he podido observar el árbol genealógico de la Familia Real Danesa.
-¿La sala de la Historia?- pregunté. La Sala de la Historia estaba dedicada a mostrar a la Familia Real desde sus inicios hasta la actualidad en forma de retratos. Se podía tratar como un árbol genealógico en sí. Pero, ¿por qué le habría enseñado justamente esa sala? ¿Qué tenía de especial?
-Me parece que el rey la ha llamado así. En Rusia tenemos una sala parecida, pero se llama la Sala Familiar-comentó.
-¿Le ha parecido interesante mi historia familiar? -le pregunté. Quizá la palabra "descendencia" que había oído no era nada más que mi padre contándole nuestra historia. Puede que me estuviera volviendo paranoico con el tema.
-La verdad sí. Mi padre me comentó que nuestra familia se había unido por ciertos matrimonios con la Familia Real Danesa aunque ahora el rey me ha mostrado que es cierto.
-Entonces nuestras familias están unidas- no me estaba gustando nada oír que había matrimonios entre rusos y daneses. Eso solo daba pie a que mi padre se empeñara en casarnos. Ahora me doy cuenta de que solo le había enseñado la Sala de la Historia con el único fin de filtrarle posibilidades de matrimonio en forma de indirectas. Tenía la mente demasiado retorcida hasta para mí.
-Por lo visto Nicolás II fue hijo de Alejandro III de Rusia y Dagmar, Princesa de Dinamarca-me confirmó.
-¿Dagmar? ¿No se supone que la mujer de Alejandro III de Rusia era María Fiódorovna Románova? - era cierto que Dagmar era un nombre danés pero mi padre jamás me había hablado de ella.
-Cuando se casó se cambió a un nombre ruso- lo que me faltaba, cada vez veía menos salida a aquel inminente matrimonio. Tenía que hablar con mi padre urgentemente para que parara de hacer suposiciones.
-¿Se encuentra bien?- me preguntó la princesa con cara de preocupación.
-Por supuesto, no se preocupe por mí- le sonreí como pude.
-Anastasia, querida- mi padre se dirigió a la princesa sin ninguna formalidad. La princesa volteó la mirada hacia él- ¿Qué regalo deseas para tu coronación?
En ese momento la expresión de la princesa cambió de una manera drástica. Su cara solo mostraba frialdad y su cuerpo irradiaba una tensión que se podía sentir por toda la sala. Me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo. Era la misma expresión que la que llevaba en la foto del libro.
-¿Regalo para la coronación?-dijo fríamente. Miré a la reina María que miraba a su hija con cierto pesar- No hace falta ningún regalo majestad.
-Oh, oh- susurró el príncipe Alexis con cara preocupada. La tensión era horrible y no había momento en el que no quisiera salir corriendo de allí. Miré el reloj, faltaban tres cuartos de hora para que Eric viniera a buscarme.
-En Dinamarca es tradición entregarle al nuevo rey o reina un regalo el día de su coronación. Me gustaría que te lo pensaras - mi padre volvió a insistir.
-Me lo pensaré, por supuesto- y en ese momento se acabó la conversación sobre ese tema. Había un misterio en lo referente a la coronación que debía descubrir. Es normal que le afectara, pero no al punto de que la reina y el príncipe se preocuparan así por la actitud regia de la princesa.
-Ania- llamó el príncipe a su hermana- ¿me vas a leer otra de tus historias esta noche?
Alexis hizo el efecto contrario en Anastasia. Su expresión se relajó al igual que la tensión que disminuyó considerablemente.
-Claro que sí- le contestó con una sonrisa cálida que solo le mostraba a él.
-¿Nos podemos ir ya mamá? -quise reír por la impaciencia del chico. Se parecía bastante a mí.
-¡Alexis, esos modales!- la reina María puso el grito en el cielo indignada. Mis padres rieron.
-Podéis retiraros todos si lo deseáis- mi padre nos dio permiso, no sin antes oír a la reina María:
-Jovencito, mañana hablaremos tu y yo sobre esto.
El príncipe no tardó en salir corriendo hacia su hermana para tirarle del vestido y arrastrarla fuera. Yo salí detrás de ellos justo a tiempo para verlos desaparecer entre risas por las escaleras que ascendían hasta sus habitaciones. Yo volví a mi habitación a toda prisa porque solo quedaba una escasa media hora para que Eric apareciera y aunque estaba seguro de que llegaría tarde no quería confiarme demasiado.
Espero vuestro voto.
Nos leemos el próximo sábado mis nubecillas de algodón.
Instagram: aurora_ramos13
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Anillo por compromiso
JugendliteraturDos reinos, dos crisis monárquicas, una unión por necesidad, un cambio en sus vidas. Alexander, príncipe de Dinamarca, aparentemente correcto, guapo e inteligente pero falto de respeto, piedad o capacidad para gobernar a su pueblo. Todo cambia cua...