Anillo por compromiso

Capítulo 9

Espero que disfrutéis el capítulo.

Me senté tras el escritorio una vez me trajeron el periódico. Estaba ansioso de saber qué información había sacado la prensa sobre esa noche catastrófica para mí.

No me equivocaba en saber que yo ocuparía la portada. En primera plana habían sacado una foto del momento en el que ignoraba a Eric para meterme en el coche y abandonar el antro. Eric aparecía detrás con el rostro contrariado y a mi parecer dolido. Aunque claro también había que remarcar que solo me había querido para conveniencias asi que esa emoción podía ser más bien falsa. Y por fin, leí el titular de la portada:

"¿Final de una amistad? ¿El príncipe con la cabeza en la Corona?"

Bueno había que decir que en el titular habían acertado de lleno. No había que ser muy listo para ver que anoche mantenía las distancias con Eric y no traté en ningún momento de ocultarlo. La segunda parte del titular sí que me sorprendió, así que leí el resto de la noticia.

"Desde siempre se ha sabido por fuentes cercanas a la Corona que el Príncipe heredero Alexander de Dinamarca prescindía de los servicios de chófer en sus noches de fiesta, sin embargo, ayer saltaron las alarmas cuando se vio salir a un coche oficial del Palacio Real de Amalienborg a las 3 de la madrugada. Lo que nadie podía esperarse es que fuera para recoger a su Alteza Real de una discoteca cercana al centro de Copenhague. Fueron cuestión de minutos desde que el coche estacionó en la puerta hasta que se vio al Príncipe salir de dicha discoteca. Andaba decidido hasta el coche y a diferencia de otras veces se negó a responder preguntas de la prensa. La actitud distante por su parte hizo preocupar, pero no fue hasta que salió Eric Carlsen, amigo íntimo del príncipe, de la discoteca detrás de él cuando se vio el claro problema: había sido noche de pelea.

Lo que todo el mundo se pregunta es: ¿cuál fue el motivo de la pelea? Eric Carlsen no ha querido hablar al respecto y por lo que algunas fuentes respectan se cree que ha sido debido a una chica, pero, ¿es ésta la verdadera razón?

Se ha hecho una pequeña encuesta en la que la mayoría de los ciudadanos han remitido la misma respuesta: "Se está preparando para tomar el relevo del rey". Se cree que ha sido el rey el responsable de dicha pelea al pensar en lo contrario que es irse de fiesta para el próximo rey del país y en las amistades influyentes del Príncipe. Por el momento la Casa Real no se ha pronunciado, esperaremos a más noticias que indiquen que el rumor sea cierto".

Dejé el periódico de nuevo en el escritorio y eché todo el peso del cuerpo en el respaldar de la silla.

Por lo visto Eric no había querido hablar con la prensa tampoco, ¿por qué? A él siempre le había gustado la fama que había adquirido con nuestra amistad. Quizá se estaba haciendo de rogar para ganar más fama con su secretismo. Probablemente esperará unos días hasta que suelte la bomba del motivo de nuestra pelea. No sería extraño que dijera alguna mentira para hacerse la víctima.

Tenía hecho un nudo en el estómago. Quería empezar a enderezar mi vida pero no sabía cómo. No quería pasarme los días encerrado en un despacho como mi padre. Me faltaba una chispa que no había conseguido encontrar y que era lo que me faltaba para sentirme completo.

Dos golpes en la puerta irrumpieron en mis pensamientos.

-Adelante- dije. Un mayordomo de palacio se asomó.

-Alteza, la princesa Anastasia de Rusia solicita verle- dijo. Por fin, esperaba impaciente lo que debía decirme.

-Hazla pasar, gracias- di mi permiso. El mayordomo abrió la puerta de par en par y por ella entró la princesa de Rusia.

Una vez solos, la invité a sentarse frente a mí, así daría un toque más diplomático al asunto. Los dos nos quedamos callados mirándonos. Era un poco incómodo porque no sabía comenzar. Tampoco tuve mucho tiempo para preocuparme porque fue ella la que habló primero.

-He visto las noticias de esta mañana- oh no ¿se había enterado? Al parecer el intento de mi padre por hacer desaparecer los periódicos había sido un fracaso monumental- lo siento.

¿Sentirlo?

-¿Qué sientes exactamente?-le pregunté con una mirada altiva.

-Que te pelearas con tu amigo. Se ve que le apreciabas mucho sobretodo cuando lo defendiste anoche delante de mí-confesó.

-Esa amistad ha resultado ser una falsa, un fraude- resumí. Era toda la verdad. Solo yo había vivido engañado.

-A veces es mejor así. Cada golpe en la vida es capaz de hacerte recapacitar. Es por eso por lo que me has llamado ¿verdad?-era lista después de todo.

-Anoche se le escapó que solo era mi amigo por la fama que eso conllevaba. Eso me hizo replantearme muchas cosas- no es que gustara abrirme de esa manera pero a dudar por la atención que me ponía creí que valía la pena- además tus palabras me dejaron pensando. Entendí lo que me quisiste decir, pero no se como dar ese paso. Lo veo imposible dado mi posición en la monarquía.

-Lo ves imposible porque nunca lo has intentado. Anoche te vi triste, melancólico me atrevería a decir. Como si echaras de menos algo- había dado en el clavo. Al parecer era muy receptiva.

-Ser príncipe es algo que no elegí. Quiero que la gente me vea como realmente soy. No quiero que vean una fachada de chico perfecto, educado y callado. Yo no soy así-me sinceré de una vez por todas. La verdad es que sentía un alivio parecido al de anoche cuando le confesé a mi madre lo que había sido de mi vida hasta hoy.

-Si no te has mostrado como eres es porque no has querido- dijo directamente ¿Porque no había querido?

-¿Qué significa eso exactamente?-pregunté con cierta curiosidad.

-Tu pueblo te querrá tal y como eres en realidad. No sé porque has aparentado ser otra persona. Mis padres nos enseñaron a ser a mí y a mis hermanos nosotros mismos con nuestro pueblo. Mi pueblo sabe quién soy y yo sé quienes son ellos. He procurado que lo sepan-eso era fácil de decir cuando te habían criado así pero no para alguién que se había pasado toda una vida fingiendo.

-¿Cómo hago eso?-demasiadas preguntas para tan pocas respuestas. La princesa suspiró y puso los ojos en blanco.

-Me parece que tenemos trabajo que hacer- soltó. 

Espero vuestro voto.

Nos leemos en el próximo capítulo mis nubecillas de algodón.

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