Ella, no volvió a dejarme llorar por nadieEres demasiado para todos como para sufrir por alguien
Hace tres años,
Mi cabello se caía, mis ojos estaban rodeados de oscuridad y mi piel era pálida"¿Por qué estás triste?"
Siempre preguntaban eso, es por mi cara, crecí con una mueca triste y seria.
Tal vez aún lo estoy por dentro pero ella se encarga de que no me preocupe por eso.Es una maldita.
Mis lágrimas las secuestró dentro de un saco con agujas, las pinchó todas y ahora estoy desértica.
Hoy sentía que me ahogaban, y al mirar las ventanas estaban empañadas, sentí asco, quería salir corriendo de ahí, escapar de esa sucia realidad. Tenía ganas de vomitar desde semanas atrás, pero aún así no lo hice.
Oh Esmeralda, tú que ves a los muertos, dime ¿quién se quiere llevar mi alma?
Hazme un favor y saca a la ansiedad de mi ser, que estos ataques me hacen ver sin cordura.
Devuelve mi voz y mis fragmentos de arte; que ella, al igual que las lágrimas, los tiene reprimidos fuera de mi alcance.
Tiene la apariencia de un ángel, nadie nunca pudo dibujar esa aura confusa, apuesto que ni siquiera el mismísimo Da Vinci podría haberla dibujado.
Es tan hermosa y peligrosa, el nombre de sombra no le queda por que destella como nadie que haya visto jamás.
Ella está demente y me hace sentir tan viva.
Encierra mis emociones y yo te encerraré a ti, maldita arpía.
Eso le sucedió.Me equivoqué, tu cabello no era rojizo, era castaño oscuro y tus ojos no eran grises, eran el negro más profundo que he visto.
Tenía pavor al tocar tu piel por que sentía que podría romperte en mis brazos. Resultó que eras peor que yo.
Cuatro años, dos niñas, un río, celos.
La empujé al agua, usando de pretexto que ella tenía una pelota con la que jugábamos toda la familia, la tiré. La golpeé en el agua mientras ella lloraba, su cara se tornaba roja y sus manos buscaban auxilio en el aire.
Alguien me detuvo por detrás y a ella la sacaron del agua.Nadie podría separarme de lo mío.
No sabes cuantas niñas golpeé, por celos, por enojo irracional.
Yo era un pequeño demonio.De alguna manera llegué a dejar que se aprovecharan de mi.
No siempre serías fuerte
Y caí
Me golpearon hasta cuatro grado de primaria.
Las personas que me cuidaban me gritaban y golpeaban.
Mamá lo supo, pero nunca hizo nada, decía que exageraba.¿Y te digo algo?
No estanques tus sentimientos