-Vamos, doc, él lleva encerrado aquí por dos semanas. Y ha estado despierto por una. ¿Todavía lo puede ir a casa? -preguntó Shizuo a Ayasegawa. La mujer suspiró, levantando la vista de su trabajo para ver al hombre.
-Heiwajima-san, creo que lo mejor es que Orihara-san se quede aquí un poco más. Aún sigue bastante malherido y no ha recuperado ninguna de sus memorias previas. Hablando de eso, ha estado teniendo pesadillas y fhashbacks ocasionales. Se niega a dejar que los doctores lo toquen y apenas permite que las doctoras lo hagan. ¿En verdad debería quedarse solo? -inquirió ella mirando con seriedad al rubio.
Shizuo levantó una ceja. -No estaba sobre dejar que se quede solo. Él puede venir a vivir conmigo por un tiempo -respondió. La doctora Ayasegawa volvió a sentarse en silla con una sonrisa en su cara.
-Pensé que ustedes dos no eran amigos. Tú mismo dijiste que eran enemigos, ¿entonces por qué te ofreces a cuidar de él? -dijo, con una especie de entonación burlona en su voz. La pregunta trajo un leve sonrojo en la cara del forzudo. Él apartó sus ojos de la entretenida doctora.
-Yo... No lo sé. Izaya... Él es lo total opuesto a como era antes. Él era arrogante y manipulador, y se divertía con el dolor de los demás. Ahora... Es como si fuera sólo un niño pequeño. Le tiene miedo a todo y está confundido sobre quién es. Obviamente ha pasado por mucho, así que, incluso si tengo mis problemas con él, yo quiero intentar ayudarle. -respondió él con honestidad, mirando de nuevo a la mujer. -... Además soy el único con se siente cómodo tocando o que le toque. Creo que eso debe contar para algo -agregó. Hitomi guardó silencio antes de volver a suspirar. Volteó a ver a Shizuo un una mirada resignada.
-Te concederé ese punto. Orihara-san no parece tener problemas estando contigo o que le toques. De hecho, tu presencia parece tener un efecto calmante en él. Debido a eso, te ofrezco ésta opción: Orihara-san puede irse siempre y cuando se quede contigo y me prometas cuidar bien de él -le dijo al rubio.
Shizuo la miró con algo de sorpresa antes de asentir con una pequeña sonrisa. -Puedo aceptar eso. Cuidaré de Izaya -prometió. La doctora Ayasegawa asintió y le dio una cálida sonrisa al fumador.
-Muy bien entonces. Iré a preparar el papeleo. ¿Por qué no vas y le dices a Orihara-san las buenas noticias? -dijo ella abriendo la puerta de su oficina y adentrandose al pasillo. El hombre rubio la siguió, haciendo su camino a la habitación de Izaya.
Una vez ahí, él tocó la puerta. Escuchó un leve -Pasa -y entró. Una visto quien entró a la habitación, una feliz sonrisa apareció en la cara del pelinegro. -¡Shizu-chan! Buenos días. -saludó al otro. Los labios de Shizuo se arquearon por el entusiasmo del otro. Se descubrió sacudiendo internamente su cabeza.
"¿Quién habría pensado que Izaya y yo alguna vez actuaríamos así el uno con el otro?" pensó. Se sentó a lado de la cama del otro. -Hey, Izaya ¿Cómo estás hoy? -preguntó.
El de veintitrés años parpadeó antes d bajar la vista y morderse los labios. Shizuo alzó una ceja con mediana preocupación. -¿Izaya? -hizo esfuerzo tratando de averiguar que andaba mal con su rival. El hombre se estremeció ligeramente antes voltear a ver a Heiwajima con lágrimas sin lavar en sus ojos. -Y-yo... Tuve otra pesadilla. F-fue... Fue aún peor de lo n-normal... -dijo, su voz quebradiza mientras hablaba.
Shizuo se inclinó y puso una mamo sobre el hombro del pelinegro. Izaya se tensó ligeramente antes de relajarse como siempre hacia cuando el rubio le consolaba. Recompensó al hombre con una suave sonrisa. -Gracias, Shizu-chan. -el forzudo le restó importancia con un gesto de su mano libre.
-No necesitas agradecerme. Es sólo que odio cuando te ves así -respondió soltando el hombro de Orihara. El pelinegro estuvo un poco decepcionado pero las atentas palabras de la persona que había estado ayudando a cuidar de él trajeron un leve sonrojo en sus mejillas.

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Broken Ace
FanfictionOrihara Izaya desapareció por seis meses, sólo para ser encontrado ensangrentado, roto y golpeado en las calles de Ikebukuro por un sorprendido Heiwajima Shizuo. Él ha olvidado todo, siendo sólo una sombra de sí mismo. ¿Qué le sucedió mientras estuv...