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JungKook


¿Por qué esto le pasa siempre a ella?, ¿Porque no se defiende de esto?


¿Estás bien?, ¿El idiota te hizo algo? —pregunté sin descaro moviendo su muñeca con cuidado y chequeando su cara en busca de algún rasguño o algo.

— Uhm... Sí, estoy bien. —contestó débilmente demostrando que quizás no está del todo bien.

— Oh, menos mal... —dije soltando su cara al saber que estaba "bien"— juro que lo golpearía —hablé tratando de encontrar al viejo verde.

Lalisa me abrazó de la nada, la noté más vulnerable de lo normal, como si dependiese de mí. Aún así me tomó desprevenido.

— ¿Q-qué haces Lalisa? —indagué levantando mis manos para no tocarla como primera reacción.

— Tan solo tengo frío —habló con voz cortada.

— Oh... —respondí poniéndome mentalmente en su lugar y pensamientos.

La abracé así dejaba de tener frío y se calmaba un poco. Creo que no quiere entrar a la discoteca, y la entiendo, tendré que explicarle a los demás más tarde. Lo importante ahora es saber que quiere hacer.

Ella no parece querer soltarme, no sé como tomar eso. Ya que nunca me habían abrazado por mucho tiempo, me refiero a que, osea, Yeri lo ha hecho pero, es... ¿Diferente?, En fin.

Pasó un largo rato hasta que decidí hablar.

— ¿Qué quieres hacer? —le pregunté finalmente.

Ella fue soltándome levemente mientras limpiaba su rostro.

—Solo... Solo quiero dar una vuelta, no me gustan las discotecas. —dijo sonriendo a la vez que limpiaba las leves gotas que caían por sus mejillas.

— Está bien, demos una vuelta entonces.

•••

No conozco mucho el centro ya que vivía muy lejos de aquí, y vine solo un par de veces, pero algo encontraremos para hacer.

Al llegar al final de la calle en la que estábamos empezamos a ver los cientos de carteles que se asomaban iluminando las largas calles que parecían no tener fin.

Debajo de esos carteles encontré una máquina de peluches que parecía ser fácil, ya que el juguete estaba a punto de caer.

— Lisa, ¿Quieres jugar? —le señalé el lugar y le sonreí para animarla.

Ella devolvió la sonrisa ante mí acto y acepto. —Claro JungKookie.

Estoy acostumbrándome a que me llame así, tristemente tendría que aceptar que no puedo hacer nada contra eso.

•••

— ¡Yah!, ¿¡Por qué no caes!? —le grité al peluche que estaba cerca de la garra por décima vez, llevamos 10 minutos moviendo la palanca al mismo lugar y volviendo a presionar botón, ¡Y el torpe muñeco no cae!

— Ya vayámonos Kookie —dijo riendo Lalisa detrás de mí.

— No, no, no, no, no. Yo no me voy de aquí hasta que este bicho caiga. —me dí vuelta y le dije con sinceridad mientras la miraba a los ojos.

— Está bien —dijo rindiéndose mientras levantaba sus manos aceptando la derrota— ¿Quieres algo para tomar? —dijo después de que retomé la palanca.

If this walls could talk» Liskook [hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora