#1: Estoy jodida

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Las aves silbaban, ¿como no lo iban a hacer?, estábamos a mitades de septiembre donde la primavera florecía cual flor de un color rosa chillón. Odiaba la primavera, odiaba el verano, odiaba el otoño pero amaba el invierno. 

Pero no es malo ser diferente, en mi opinión, creo que es demasiado bueno. Sentirte único, especial y original son sensaciones de orgullo que, en mi parecer, nadie merece tener, ni yo misma.

Mis cuadernos estaban regados por todo el suelo, recordé la pelea con Mike ayer y bufe irritada, de nuevo lo mismo de siempre, “Aléjate de Liam Payne”, ¿Cómo pretendía él que me alejara de Liam Payne si era el único chico que he amado en toda mi vida? Mike era un imbécil, él sabía sobre mis sentimientos, nuestra relación al principio fue para causarle celos, el plan resulto, pero después Mike se volvió posesivo, no permitía que mirara a nadie, ni a Liam y yo como estúpida seguía con él sabiendo que esto era una farsa.

<<Y por eso Liam se alejó>>, me recordó mi mente.

Mierda.

Recogí mis cuadernos y los coloque en mi estante marrón oscuro, mi padre mando a hacer ese estante cuando yo tan solo tenía 12 años, extrañaba a mi padre, no lo había visto desde hace un año después de que se fue a Miami por negocios, él me dijo: “Volveré pronto hija”, pero hasta ahora no vuelve.

Solloce en silencio recordando a mi padre, pero no me permití llorar más, me limpie las lágrimas y seguí limpiando mi habitación, faltaba una hora para poder entrar a la escuela, había recibido la buena noticia de que Persi iba a renunciar, no pueden creer cuan feliz me sentía cuando me entere.

“Por fin se va el jodido de Persi” fue lo primero que dije cuando Marie me conto.

Y ahí fue que me lie bien feo con Persi, bendito sea el señor y maldito sea el diablo que Persi me escucho, mierda.

¿Han escuchado la famosa frase de Kourt Cobain “Nadie muere virgen, la vida nos coje a todos”?

Pues la vida a mí me ha violado ya que, después de que mi mamá se enteró de lo que dije me obligo a escribir todo un cuaderno con la frase:

“No debo insultar a mis profesores”

Bendita mi madre.

Despeje mi mente y me di una ducha fría después de ordenar todo, lo deje como si hubiera venido Patricia, mi nana, a limpiarlo. Mi nana era la mejor limpiando mi habitación después de una pelea con Mike, pero esta vez quise ahorrarle trabajo y gastar mi tiempo.

Cuando salí del baño me coloque mi uniforme y una bufanda a colores, una de mis favoritas. Hoy la ciudad había amanecido fría, tan fría que al salir de mi habitación un ventarrón que entro por la ventana hizo que mi gorro de lana que tenía en la cabeza salga volando. Lo recogí y lo metí en mi mochila, igual no me lo pondría ya que en Hight School Mounts no dejaban llevar gorros de ningún tipo.

Baje las escaleras y vi a mi madre con los brazos cruzados parada al pie de las escaleras. ¿Ahora que hice?

—Señorita, ¿Cuándo dejaras al infeliz de Mike? —me reprocho. Rodé los ojos, ya había perdido la cuenta de cuantas veces había dicho eso, pero ella tenía razón, debía dejarlo de una vez por todas.

Termine de bajar las escaleras y la seguí al comedor. Un espacio grande, paredes pintas de color azul—como toda la casa—, una mesa de vidrio y seis sillas de color marrón, lo cual no tiene sentido ya que somos solo dos personas en esta casa, pero mi mama insistió en comprar seis por si había “invitados”.

—Hoy mismo—respondí a su típica pregunta, me miro con una sonrisa orgullosa en su rostro y aplaudió infantilmente.

—Por fin, ya era hora—dijo después de parar de aplaudir como foca retrasada, amaba a mi madre pero sobre cosas infantiles mi madre se parecía a todo menos a una niña. —Bueno ya come que se te hará tarde, ahora iré a arreglar un poco mi habitación que está hecha mierda—dijo mi madre con su tan peculiar tono amable pero mal hablado.

My Art teacher ➳ Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora