IMPERIO

» CAPITULO 5 «

»Es mejor huir cuando tu instinto te lo pide, nunca sabes cuando podrás correr de nuevo. «

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Sus ojos esmeraldas se notaban nerviosos, incluso intentaba mantener la compostura ante tal escenario imponente. ¿Como era posible que estuvieran viajando en una carroza sin caballos?, ¿Como era posible que esa carroza se moviera?...
Estaba asustado, muy nervioso y confundido.

Su sexto sentido le gritaba que tenía que escapar de ahí, ese lugar no era seguro para extranjeros como él, no era seguro para su tripulación y tampoco queria lidiar con un problema aun mayor. Solo pediría un par de suministros a cambio de algo de comida y agua y se marcharía de ahí lo más pronto posible.

No quería ni imaginar los problemas políticos que podía causar, no conocía las leyes de ese reino y tampoco le agradaba la mirada tan descarada que portaba él joven azteca. Su sola presencia le ponia los pelos de punta, era un maldito depredador. No... Era un joven con ansias inmensas de poder.

Reconocería a una persona así donde fuera, no era idiota al contrarió era listo... Pero su inteligencia en esos momentos le había jugado una mala pasada, después de todo jamas creyó o imaginó que esa altanería era en realidad odio, desprecio y dolor, melancolía o también nostalgia.

Por que muy en él fondo ese Azteca seguía siendo México, por que muy en el fondo ambos sabían que tenían una historia...

Por que uno recordada el dolor y él otro jamas lo recordaría en esta vida y en ninguna.

— ¿Como es posible que estas carrozas se muevan sin caballos?. — Pregunto él Español nervioso.

No se sentía en condiciones de lidiar con un adolescente o aun peor, jamas creyó que tendría que estar en un espacio reducido, en un vehículo que parecía del sueño, rodeado de lo que parecía ser la guardia personal del joven Tenochtitlan.

— Por energía solar. — Comento él menor rápidamente. — Los vehículos se cargan mediante paneles que obtienen la energía del calor, o mas específicamente del sol... Una vez que obtienen suficiente energía se mueven solos. — Él Azteca intento explicar lo mejor.

Claro que su "explicación" solo logró confundir a los españoles.

¿Energía obtenida del sol?.
Sonaba como una tontería, claro que lo estaban presenciando así que no podían catalogar eso como una "tontería". Se sentían como idiotas al estar en esa situación tan extraña en un lugar extraño y rodeados de gente demasiado rara.

— Comprendo... — Intento sonar lo más intelectual, claro que el español solo recibió una que otra mirada de duda de los Tenochitlanos. — Creo que entiendo...

Los jóvenes guardianes solo pudieron reír suavemente, no había duda que los españoles eran idiotas, algo tan sencillo como la energía solar era algo cotidiano en su tierra, si ellos no tenían el " intelecto " o la "comprensión" para saber algo tan básico no querían ni imaginar lo tercermundistas que podían ser los Europeos.

— Es normal que usted no comprenda algo tan básico como la energía solar. — Contestó un joven de cabellos castaños claro.