Mi mayor deseo (Raestar)

Capitulo 6

-Sabes, nunca pense que atrapar al hombre más fuerte del mundo, la hija de un dios y un inmortal fuera tan...facil. Ustedes tres no fueron lo que yo esperaba, me decepcionaron. -La mujer ciega de piel azul se acerco a hombre acero, toco su adomen y con su labio beso de forma coqueta su cuello- Debería aprovecha este momento, no todos los días se encuentra un hombre así.

-Sera mejor que me desastes, no ganaras nada con esto -Con fuerza y seriedad intimido a la succubo, pero esto en vez de asústala, le pareció gustarle.

-Tu no puede hacer nada. Ni tu, ni la princesa Diana, ni Ra's al Ghul pueden hacer nada. Ustedes nacieron para el gran dia.-La chica rio viendo la furia de sus pricioneros, estaban atado con cadenas magica dentro de un gran circulo magico-Todo inicio tiene un final, incluso el mismo Batman lo sabia, y bueno... Ya sabes cómo fue su fin.

Raven junto con la estraterreste y el exoscita caminaban por cerca de un gran hotel que brillaba tanto que brillaba mas que la luz de la misma luna. Tan grande era que no se podria ver su final. El hombre apago su cigarrillo en el suelo juntos entraron cuando las primeras gotas de una tormenta empezaron a caer.

Con una señal les indico que esperan en la sala de estar mientras buscaba a alguien que podría ayudar en esto ¿Evitar el apocalipsis? ¿Salva el mundo? O... ¿Simplemente evitar una reunión familiar? Durante su viaje habrian escuchado varios ataques por todo el mundo con suscesos sobrenaturales, demonio, espectros, brujos, y demas cosas que mantenian a los superheroes y villanos en alecta, incluso por primera vez en la historia, heroes y villano pesaban en hacer un pacto parq resolver este problema que amenazaba su mundo.

El hombre se alejo hasta llegar a un bar elegante, pero que tenía una apariencia de un casino con temática o un ambiente que le recordaba a los lugares que frecuentaba cuando estaba en Londres y los chicos Punks se veía por donde tu mirada alcanzaba donde una mujer de cabello negro, de traje y gran belleza bebia sola algo que ni era tqn fuerte ni dulce. Hay, sentada en un banquillo estaba una mujer que sabía que no quería ni verlo por algo del pasado, y el como si quisiera pasar la noche con ella.

-Sé que está detrás de mí, puedo oler el olor del cigarrillo que expele tu chaqueta.

-También me alegra verte Zatanna. -Se sentó a su lado, se veía muy relajado para esta cerca de ella, el barman se acercó y le sirvió un vaso de wisky, el cual tomo de un solo trago-Te extrañe en la fiesta de la liga, sin ti solo soy yo y un montón de monstruos.

Ella solo veía ese vaso que sostenía con las manos con hielo, no quería hablarle, ni siquiera podria mirarle directamente, pero a ver que él no se iba no tuvo más remedio que seguirle la conversación, pero con otro tema.

-¿Vienes a menudo aquí?

-Sí, tanto que Luis sabe lo que quiero. -Incluso más, el barman y él era amigos desde que ayudo a su hermana a evitar que su alma fuera llevada a un universo paralelo-¿Y cómo va todo? He oído que hiciste que una piscina llena de agua se convirtiera en una de vino.

-La vida hay que gánasela, pero fue muy divertido hacerlo. Los ricos siempre piden las cosas más raras o más caras. Habría una época en que la magia sorprendía con cosas simple como sacar un conejo de un sombrero o hacer desaparecer a una chica en una caja para hacerla aparecer en otra, hoy en día solo quiere lo que tiene alcohol de promedio o peligro. Al menos me divierto y gano buen dinero con eso. Hoy voy a presentarme aquí mismo en un acto de "ilusionismo astral" ¿Me vas a ver?

-Sí, solo si dejas de mirarme de una manera que pareciera que me dijeras muerte-Sus ojos decían más que eso. -Pero necesito hacer unas cosas, una de ellas es pedir dos habitaciones para irme mañana a buscar a alguien que ayude a los chicos a encontrar a una cosa.

-¿Hablas de lo que pasa en la televisión? ¿Qué sucede con eso? -El hombre tomo un respiro y con arrogancia le explicó lo que pasaba, o eso creía, con Constantine y su personalidad era difícil de saber cuándo hablaba en serio o de forma molesta. -La nieta de un condenado, ¿Y la otra chica que es?

-Posiblemente una extraterrestre que viene de yugopotamia o lo que sea, la verdad no se... Creo que es su novia. Las dos están en un grupo de héroes que lucharon contra el gran lobo. Creo que ellas dos puede ser de gran ayuda, pero aun pienso que necesitamos más.

-Cuando más mejor ¿no? yo también conozco a alguien que podría ayudar a los chicos a encontrar ese lugar, pero es extraño.

-Zatanna, vivimos en un mundo donde el hombre más fuerte del mundo es un simple reportero y donde soy amigo de una cosa sacada de un pantano, ¿Dime que tan raro es?

-Solo si crees que un muerto de otro tiempo alternativo no debería existir. -Era una voz grave y masculina. Se sentó a su lado lo que le dio un gran susto. Hera un hombre vestido como un detective de esas películas en blanco y negro, llevaba guantes negros y una máscara blanca con manchas que se movía. -Tenías razón bruja, este mundo es mejor que el mundo, pero esta igual de corrupto y podrido. Menos mal que ahora estoy despierto, es hora de limpiar este desastre.

-¿Y tú quién eres? -Pregunto asustado y nervioso. Ella sonrió y rio y el otro hombre se voltio hacia el para que viera completamente su máscara.

-¿Dime? ¿Qué vez ahora?

Robín ya habría vivido muchas cosas en toda su vida, desde enfrentarse a una legión de asesinos hasta ver el cadáver su hermano adoptivo en los brazos de su maestro. Como líder de los jóvenes titanes se sentía constantemente presionado por el deber y ahora que sucedía esto sus nervios y emociones estaban al tope, pero se mantenía firme como siempre.

Sus compañeros se preparaban para lo peor, y aunque chico bestia apenas salía del hospital entreno como si la batalla por el mundo estuviera cerca.

Por primera vez en su vida sentía que esto era lo correcto, aunque era la primera vez que iba hacerlo, nadie negocia con villanos para poder salvar la ciudad el mundo.

-¿Trato hecho? -El hombre de cabello blanco y traje rojo acepto, los miembros de la colmena también, incluso él se acercó a su antiguo aprendiz y le estrecho la mano. -Nunca creí en tener una alianza contigo Slade.

-Yo tampoco.