Capítulo 3.

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Narra Cheryl.

No tuve la oportunidad de decirle que no porque ya se había ido, tenía que resignarme a la idea de enviar esas malditas cartas, no estaba segura de que aquello fuera una buena idea pero como decía Betty, no perdía nada intentándolo.

Las clases finalmente habían terminado y para mi mala suerte Betty no había olvidado aquella conversación.

B: Te veo en Pop's, no olvides llevar las cartas contigo y no aceptaré un no por respuesta.

Cheryl: Como sea.

De camino a casa no podía dejar de pensar en las cartas y en Toni, realmente mandaría las cartas y había la probabilidad de 1 en un millón de que ella las leyera, de que ella supiera que realmente no podía superarla, que seguía estancada en la relación, en lo que tuvimos, en ella. Al llegar a casa subí a mi habitación, saqué las pocas cartas que había hecho y me senté por unos segundos en la cama, no supe en qué momento fue en el que me quedé dormida pero de nuevo dormí como no lo hacía hace mucho tiempo.

B: 2 malditas horas de retraso, ¿en serio?.

B: Cheryl...

B: Si no vienes en 15 minutos iremos a tu casa, te dije que no aceptaría un no como respuesta.

B: Te veo allá y más te vale abrir.

"Mierda, mierda, mierda", pensé. Ellas vendrían y verían el desastre en el que me había convertido, en el que se había convertido mi casa, aunque para ser completamente honesta ya no se sentía como una, solo será una casa enorme con muchos muebles, muebles que llenaban lo vacía que me sentía, desde que se fue Toni comencé a comprar demasiados muebles, los compraba pero no los abría, la única función de esos muebles era hacer que la casa se viera relativamente llena, que no hubiera huecos, por un tiempo funcionó, por un tiempo olvidé que se había ido, por un segundo olvidé lo vacía que estaba.

Segundos después escuché que alguien tocaba la puerta y estaba segura de que esa persona era Betty o Veronica o incluso podrían ser ambas.

"Sabemos que estás ahí, abre", gritaron al unísono.

"¿Por qué tanta prisa?", pregunté mientras les abría la puerta.

"Mejor cállate, estuvimos esperándote por horas en Pop's pero la señorita nunca se dignó a llegar".

"Cállense y escúchenme, no fue porque las estuviera evitando, raro pero me quedé dormida", no mentía, eso había pasado.

"Seguro, Blossom. Tu la chica que nunca duerme", Veronica dijo sarcásticamente hasta que Betty la interrumpió.

"Menos plática y más acción, algo que escuché alguna vez en una película, tenemos que irnos o no llegaremos y más te vale traer las cartas contigo"

"Como sea, ahora vuelvo", dije mientras subía a mi habitación para conseguir las cartas.

"Listo, vamos pero les recuerdo que tengo que llegar antes de la 1 porque mañana hay clases", dije mientras las seguía a la puerta.

Como era de esperarse Veronica siempre cargaba con su chofer, las cosas cambiaron, ellas lo hicieron pero Veronica siempre seguiría siendo la típica niña rica de Nueva York.

"¿Vas a entrar o te quedarás admirando la puerta?", preguntó Veronica.

"Ugh, cierra la boca y dime a donde vamos".

"Al correo, usa un poco esa cabecita roja que tienes, pero antes vamos al trailer de Jughead", dijo Veronica, no entendía para que iríamos al jodido trailer de Jughead pero si de algo estaba segura era de que esa no sería una buena idea.

De mi casa al trailer de Jughead no se hacían más de 15 minutos, aún recuerdo cuando iba a ese horrible trailer a ver a Toni, aún recordaba esa dirección de memoria, algunas cosas por mas que quisieras olvidarlas no puedes y no van a desaparecer.

"Llegamos, planeta llamado a Cheryl Blossom, planeta llamando a Cheryl, hemos llegado, ¿en qué pensabas?",  pregunta Betty preocupada.

"Nada, en la escuela, las tareas, ya sabes", mentí.

Ambas bajamos del auto al mismo tiempo y nos dirigimos hacia el trailer de Jughead, segundos después Betty tocó la puerta y para mi mala suerte nos invitó a pasar. El trailer de Jughead seguía siendo lo más horrible que había visto en toda mi vida pero aún había algo que hacía que una parte de mi sintiera que Toni aun seguía ahí, aunque ella físicamente no estuviera allí su esencia aún lo estaba.

Postcard-ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora