1: D E S P E D I D A

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La historia que les contaré, es muy difícil en los temas que se pueden llegar a tocar e incluso podría decirse que no tengo una clara secuencia de los hechos y de cómo llegue a enterarme de muchas cosas. Puede que en algún momento, la historia pase de un momento tranquilo y simple a algo más fantástico pero, peligroso y mortal.

MÉXICO, CDMX.

Hay muchas formas en la que una historia podría comenzar. Como una vista a un futuro muy dramático para obligar al espectador a saber el porque o un inicio bastante emocionante que poco a poco se vuelve monótono y aburrido.

En mi caso no comenzaré con ninguno de los dos, solo les relatare mi día y ustedes decidirán si quedarse o no.

Es un día frío y se podría decir que algo oscuro. Las nubes cubren gran parte del cielo dejando que muy pocos rayos de luz iluminen la ciudad, dándole al panorama un toque un poco más azul y desgastado. Aunque aún es muy temprano para suponer que el día será así todo el tiempo.

Son las 9:30 de la mañana y actualmente me dedico a meter distintos tipos de ropa en varias maletas pues me preparo para incorporarme al proyecto CESH. Ustedes dirán que porque a una edad tan avanzada como los 18 años, apenas entro al proyecto y es que la idea de entrar a una clase de experimento no me llamaba mucho la atención; eso y que mi habilidad no es tan destructiva como para ser peligroso para mi y los demás. La habilidad que tengo es el control sobre distintos tipos de elementos líquidos o como es llamada "Control Liquido", lo cual es un extraño resultado entre los genes de mi padre y los genes de mi madre pero ya hablaremos de ellos más adelante.

Al terminar de empacar, tomó mis maletas y salgo de la habitación compartida comenzando a caminar a la sala de estar. Al llegar ahí puedo ver a mi hermana Sayuri sosteniendo una taza de café mientras vierte en ella un extraño líquido de hiervas, podríamos llamarlo una rara clase de te.

Veo que estas listo — la voz de mi hermana es acompañada de un sutil olor a flores que posiblemente proviene del te que toma.

Mi hermana es un tanto igual a mi.
Su carácter al igual que el mio es explosivo y no lidiamos bien con las emociones. Su cabello negro ahora esta cubierto con un tinte rojo pues a ella parece gustarle más así y en su rostro se pueden ver un par de anteojos negros iguales a los míos por la ceguera en la familia de mi madre.

Pues entonces ves bien — contesto acercándome a ella, dejando las maletas al pie de uno de los sillones y tomando una taza para servirme de lo que ella toma. — ¿Es alguna clase de jugo espiritista o algo parecido? — le pregunto intentando sonar gracioso mientras me sirvo un poco del te.

Ella al escuchar mi pregunta rueda los ojos y sonríe, logrando que los pómulos de su rostro se marquen demasiado. —Solo es te con muchas hiervas, esta vez nada raro o algo por el estilo — contesta ella con una agradable sonrisa en el rostro mientras yo le doy unos cuantos sorbos al te reconociendo al instante el sabor del limón y la hierbabuena.

Un silencio incómodo gobernó sobre ambos dejando que el sonido del te siendo tragado por nuestras gargantas resonara en mis oídos.

—Serán unos largos años — comento intentando romper el silencio y bebiendo lo último que queda del te dejando la taza sobre la mesa.

—No debes de ser tan pesimista — responde Sayuri rápidamente a mi comentario dejando la taza de igual forma y colocándose frente a mi — los años que yo pase ahí me sirvieron de mucho y logre hacer cosas que no creí posibles — Termino de hablar mirándome con una seria molestia en los ojos intentando sentir lo que yo.

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