-Ellos son kagura y kazuya, el clan Hayashi me los ha confiado para servicio de Konoha, aunque notoriamente hay intereses personales de por medio. - decía un hombre con su rostro parcialmente cubierto de vendas. - pero no importa ya que nosotros también nos beneficiaremos.
-Parece que la suerte nos acompaña, desde hace tiempo la habilidad de ese clan me ha llamado la atención y ahora que los tengo servidos en bandeja de oro no puedo esperar a estudiar y experimentar con ese extraño Kekkei Genkai - hablaba en voz baja un singular sujeto de tez blanquecina mientras miraba desde lejos a el par de hermanos - Sumándole a eso que no son cualquier Hayashi, tengo a mi ley a los hijos de la cabeza del clan. Qué encantador.
Los gemelos de rubias cabelleras esperaban, mientras los dos hombres hablaban y los miraban.
- No puedo escuchar lo que hablan - dijo el barón de la pareja mostrando un gesto de molestia.
Ignorando lo que decía su hermano, kagura observaba con el ceño fruncido a aquellos individuos a la vez que jugaba con sus manos impacientemente.
-¿Quien crees que sea el pálido? - continuó kazuya sin importar el desinterés de la niña. - ¿Y por qué hemos tenido que salir de la aldea para verlo?
- ¿Y si vas y lo averiguas por los dos?
- Claro tonta, ese tipo Danzo me pone los pelos de punta. - dijo y al percatarse de la cercanía de los hombres se acomodó rápidamente mostrando respeto.
-Ustedes. Él es Orochimaru, de ahora en adelante estarán bajo su disposición. - Danzo se dirigía a los pequeños fríamente - Déjenme recordarles que su padre me los ofreció, a si que no causen molestias y sean de utilidad.
La mirada de los gemelos reflejó recelo al ver el repentino cambio de actitud de Danzo, quien sin dejar su amarga expresión, antes había actuado cordialmente frente a su padre.
Los Hasyashi, poco conocidos en la época por su aislamiento de la aldea a voluntad, en el pasado fueron un renombrado clan gracias a sus fascinantes habilidades con el manejo del chakra; aunque su popularidad no solo se debía a esto, también se caracterizaban por ser un grupo de personas bastante conflictivas y territoriales, en especifico con su clan rival, los Onoda, con quienes sostenían una enemistad desde hacia varias décadas.
Al cumplir los 25 años, el hijo del patriarca Hayashi, Kaito, contrajo matrimonio con Irasue, la primogénita de la familia del jefe de los Onoda; Todo esto para pactar definitivamente la paz entre los dos bandos. De esta unión, tiempo después nació una pareja de hermosos gemelos, ambos pálidos como su madre y de cabello rubio cenizo igual que su padre.
Desde su infancia las marcadas diferencias entre los gemelos eran notorias, hablando de personalidades, ya que en su apariencia solo se les diferenciaba por el largo del cabello. Kagura por su parte, era calculadora, silenciosa, practica y nefasta como su madre, y el barón, Kazuya, se asemejaba a su padre por su espontaneidad, impetuosidad, confianza y devastador estilo. Otra de las patentes disimilitudes era su destreza en la lucha, la niña destacaba mas que el niño, cosa que a Kaito no le agradaba tanto, pues era Kazuya en quien tenia las esperanzas del clan.
En diez años de conyugues, Kaito nunca termino de confiar en su mujer, al igual que él, ambos habrían dado la vida por su propio clan y no permitirían el deshonor de sus ancestros, algo de lo que él era muy consiente, tanto que vivían en edificios separados y solo se veían para ceremonias de protocolo. Irasue salía de vez en cuando del territorio Hayashi para visitar el de su familia.
Ella como buena madre trataba a sus dos hijos por igual, aunque era Kagura con quien pasaba mas tiempo, pues Kazuya prefería estar con su padre en reuniones privadas acerca del clan.
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Carmesí
FanfictionUn muerto, ella ilesa y sola, sus manos manchadas de sangre, miradas llenas de horror: su escena favorita.