No sé cuanto tiempo había pasado, no sé si habían pasado segundos, minutos, incluso horas. Yo seguía en la misma posición en la que estaba, con lagrimas secas cubriendo mis mejillas, mi cuerpo adolorido por no haber estado en una posición muy cómoda y mis manos temblando por un sentimiento que no soy capas de describir. ¿La razón? la persona que acaricia mi cabello en esos momentos no se había retirado ni un segundo de mi lado y no sé si estoy preparada para mirar y aceptar con mis propios ojos la veracidad de los hechos. De solo recordar mis ojos se vuelven a llenar de lagrimas y mis mejillas que antes estaban secas ahora se vuelven a mojar. Siento como esta persona aprieta más su abrazo apretando más mi cuerpo contra el suyo.
-Ya deja de llorar, maldita sea, que no estoy acostumbrado a estas clases de cosas conmovedoras- dijo mientras daba vuelta mi cuerpo para mirarme directo a los ojos, esos ojos que antes encontraba tan cálidos, mientras secaba mis lagrimas con sus dedos-. Mira, debes acostumbrarte a la realidad, el Ethan anterior; murió, así de fácil.
Vaya que no estaba acostumbrado a estas cosas porque al instantes que dijo eso más lagrimas salieron de mis ojos, y a mi cuerpo le dieron pequeños espasmos de llanto. No podía creer que Ethan haya cambiado, de ser el chico más sensible que he conocido en mi vida, a ser el chico malo que tengo ahora frente mío.
Él rodó los ojos.
-Valgo mierda para estas cosas- murmuró y volvió a limpiar mi rostro-. Has pasado por muchas malas cosas que ya deberías estar cansada de tanto, Kari, el mundo básicamente te ha escupido en la cara. Ethan te ayudaba, sí, pero solo a ocultar todo el dolor que sentías y que sientes detrás de una mascara a la que llamas sonrisa. Déjame decirte que la vida no todo te lo dará si tú no te lo buscas. Así que quiero que ahora mismo dejes de llorar cual magdalena, tomes esas joyas que escondes, nos vayamos y cambies esta mierda a lo que llamas vida.
-Pero mis padres...
-A tus padres les vales mierda- dijo cortando lo que estaba por decir-. Tu padre te golpea, tu madre no hace nada por cambiarlo y si ellos no miran por ti, ¿por qué tú tendrías que mirar por ellos? Es hora de que veas por ti misma y dejar de depender de los demás.
Y aunque dolía admitirlo era la única y horrible realidad, voy a cambiar toda mi vida, voy a cambiar lo que soy o lo que queda de mi, porque al final de cuentas jodieron mi existencia. Mis padres que en algún tiempo me dieron el amor que ahora necesito no son más que un par de personas desconocidas que acabo de conocer, acaban de quitarse sus mascaras para dar por finalizado el show y dejar ver al público quienes son en realidad. Los amo, de eso no hay duda, pero eso no justifica que me hayan dejado sola este tiempo; porque literalmente no están durante todo el día en casa y solo vienen por las noches de hacer cosas que desconozco verdaderamente.
-¿Te gustaría ver con tus propios ojos qué hacen durante el día?- me dijo mientras que se encaminaba a la ventana de mi cuarto dándome la espalda en el proceso-. Es raro que no estén durante todo el día y solo vengan por las noches a querer quitarte la vida en el proceso.
Lo miré y solo observaba hacía la calle mientras que en su boca se formaba la sonrisa que se asomaba en estos días, en la que solo con mirarla mostraba mil y un problema.
-¿Tú sabes algo de ellos que yo no sepa?- me miró y solo agrandó su sonrisa.
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Me hizo agarrar las joyas, no tenía nada más que eso, y juntos salimos a un lugar que él conocía. Estaba segura que después de hoy muchas cosas cambiarían, y lo estaban haciendo; el cambio de Ethan, lo que creo que será mi propio cambio y con lo que me podría encontrar ahora que voy a ver a mis padres. En un momento Ethan se detiene y me mira.
-Quiero que sepas algo, a pesar de que soy un maldito, necesito de tu confianza. Yo no quiero hacerte daño, solo quiero que despiertes. Llegamos.
Miré a mi alrededor y era un barrio muy bonito con hermosas casas de distintas formas y tamaños, todas las casas coordinaban pues todas estaban pintadas con colores pasteles. Parecían casas de muñecas de los bellas que eran, pero una en especial resaltaba entre todas. Ethan comenzó a caminar hacía ella y mi corazón comenzó a acelerarse.
-Espera- le dije mientras lo detenía del brazo-. Sea lo que sea que haya ahí no quiero que me afecte, te quiero pedir algo- fue recién ahí que volteó y me miró esperando a que continúe-. No me abandones, no creo poder soportar quedar sola.
Y a pesar de que estábamos en un barrio el cual no conocía y parecía una total vagabunda; me abrazó y me sentí completa.
-Ven- fue todo lo que dijo y tomo de mi mano para llevarme hasta la reja de en frente de esta hermosa casa-. Mira por la ventana y no hagas ninguna tontera.
Hice lo que me dijo y mi día no podría ser el más horrible de mi vida, este supera cualquier expectativa; frente a mis ojos se mostraba una horrible imagen de lo que podría haber sido mi vida, pero no lo es y nunca lo fue, y muy dentro mio estaba segura que todo este tiempo lo supe y nunca quise darme cuenta de lo que en realidad pasaba.
Cuando ya estuve los suficientes minutos viendo la escena frente a mis ojos, lágrimas caían de estos. Sentí los brazos de Ethan rodear mi cintura y sacarme de ahí y me alegró tanto que lo haya hecho porque no creo haber podido soportar la imagen que se reproducía una y otra vez frente a mis ojos.
Porque en esa casa acabo de ver lo que se resumen a la muerte de la antigua yo y el nacimiento de una nueva persona que gustosa la recibiría; mis padres viendo televisión muy a gusto en su sala, sin pasar nada, ni hambre, ni angustia, ni calor; y en las piernas de mi madre una pequeña niña de unos 6 años riendo junto a ellos con lo que veían. Me dolía, sí, pero de esta me voy a vengar.
La niña no tiene la culpa de todo esto, ni siquiera se si ella sabe de mi existencia. Pero voy a arruinar la vida de estos adultos que se hacen llamar padres. Miré a Ethan que estaba mirando a la nada y este también me miró, una sonrisa se formó en nuestros labios y pronto se volvieron carcajadas. Puedo acostumbrarme a este Ethan.
-Nunca te voy a abandonar, Enana- dijo y empezó a caminar.
Ni siquiera sabía a donde se dirigía pero donde él estuviera ese sería mi camino; a su lado.
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Gracias a las personitas que se toman el trabajo de leer, votar y comentar en la historia, me hacen muy feliz y me inspiran a más.
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Ethan. [1.Ocultos]
Mistério / SuspenseEstoy metida en este cuarto, estoy sola, nadie me ve y yo no puedo ver a nadie pero escucho sus voces, las escucho pero ellos no escuchan la mía. Necesito que me saquen de aquí pero nadie lo hace, ahora siento que alguien me observa pero nadie se en...