Una carta para nadie.

Una carta para nadie. - Página 1

Pensó que no daría más, simplemente por el hecho de no poder alcanzar el cielo, era una mezcla de tristeza y nostalgia, solo quería ver la luz, sólo deseó verla a ella.

Observó sus manos detenidamente, ¿Por qué había tanta suciedad? Su universo era una lámpara mágica, una que por más que frotase jamás podría despertarse.

¿Estaba solo? Aun así podía respirar, no podía avanzar sin siquiera querer caer y morir otra vez, pero estaba de pie, todo era difícil tras esa armadura de lata que se había construido.

Una voz le hizo desviarse, sus ojos fríos eran como una sutil arma en busca de su peón. - No te ocultes - Quiso gritar antes que se esfumara, dentro de poco amanecería y comenzaría a enloquecer.

Cerró los ojos como señal de resignación, la eternidad podía ser perra y así morder la mano de su amo. Sus labios estaban dispuestos, su piel estaba fría. No podía.

Quizás así, sólo así y sería libre -pensó para sí mismo - tenía que huir, huir del silencio, de su fingido comportamiento. ¿Por qué? ¿Por qué no estaba ella?

Y entonces lo atravesó. La lanza del olvido lo hizo estragos. Una mano llegó hasta su corazón que era incapaz de latir, incapaz de moverse y quiso arrancarlo pues era molesta la sensación de querer ser recordado.

No lo había pedido, no lo había buscado pero sí lo había aceptado. Ella fue fugaz, ella fue silencio.

-Si tan solo pudiese volver a verte. Mi pequeña estrella, vuelve - tensó la mandíbula y el olor fue fuerte, recobró la cordura. Dio la vuelta a la página de su libro, acomodó su cuerpo en la silla, miró el paisaje y un sorbo a su café.

Todo había quedado en sus pensamientos, donde su sirena no había querido cantarle otra vez.

Qué triste es el amor, que triste no ser correspondido.

***

No es una historia. Es sólo el fragmento de algo que quiso salir. ~ Siento la falta de azúcar para ése café.