Educada vs. Maleducada

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Sucker - Jonas Brothers

La primera vez que la vio fue en aquella clase de Lengua de 1º de Bachillerato, en el instituto. Caminaba por el pasillo con un par de compañeros cuando pasaron por un aula con la puerta abierta y de repente la vio.

Ella era pequeña, un poco más de metro cincuenta, pero no llegaba al metro sesenta. Llevaba una coleta alta, amarrando su pelo largo y marrón, una cara limpia sin maquillar y una sonrisa inocente adornando su cara junto a sus grandes ojos avellanas.

Llevaba el uniforme, una falda escocesa junto con una camisa blanca y un suéter beige, con unos zapatos blancos. Se fijó en sus pequeños pies y en sus manos escondidas en las mangas del suéter. Ella estaba mirando hacia sus compañeros, cuando se dio cuenta de que buscaba un punto fijo, y lo encontró a él.

- Hola, me llamo Alex, tengo 16 y me gustaría estudiar psicología, un gusto conoceros...- sonrió mirando a los alumnos

El profesor se sorprendió por su tono de voz tan educado y solemne, al igual que los estudiantes; incluido él.

- ¡Mikah, no te quedes ahí!- exclamó uno de sus amigos.

Echó el ultimo vistazo encontrándose con esa mirada avellana, la chica le sonrió. Él se sonrojó y siguió a sus amigos. Su primera impresión había sido perfecta. Una chica joven, guapa y educada, ¿qué más iba a pedir?

Hubo más encuentros parecidos.

Estaban en clase de Matemáticas cuando la puerta sonó.

- Adelante.

La joven apareció y Mikah la miró sorprendido.

- Perdone profesor, en mi clase necesitamos unos mapas de geografía y me dijeron que en este aula había algunos... ¿puedo coger uno?- pregunto sin dirigir la vista ni una sola vez a la clase y sin entrar del todo.

Como una correcta damita.

- Por supuesto señorita, pase. -ella obedeció- Tom, ayúdala por si necesita algo...

- Soy algo bajo, profesor...- le dio un codazo al chico que no dejaba de mirarla- mejor que sea Mikah, el es demasiado alto.

- No hace falta...- habló con voz suave ella mientras se fijaba en cual debía coger.

Mikah se levantó y se acercó

- ¿Cuál necesitas?- preguntó mirando hacia abajo para verla a los ojos

La chica sonrió

- Ese - le señaló- el de Europa.

Cuando lo cogió lo enrolló y se lo dio.

- Aquí tienes...

- Muchas gracias, Mikah- soltó ella sonriendo aún más

Volvió a sentarse; ¿podía ella ser así de verdad?

Ese mismo día, a la hora del almuerzo se fue a sentar a unas bancas que había en la parte trasera de la fachada del edificio. Allí la encontró, podría decirse que no la hubiera reconocido sin su coleta y sus manos escondidas en sus mangas...

- ¿Eres Alex?- preguntó una chica rubia.

La nombrada miró a la que había formulado esa pregunta con arrogancia.

- ¿Pasa algo conmigo?

- ¿Sabes quién es Erik, verdad? Él dice que te quiere a ti como novia y me ha dejado

- No creo que sea por mi, putita...- murmuró abriendo su bolsa del almuerzo

- ¡Qué dijiste!

- ¿Lo repito? No es mi culpa- la miró- es tuya... todita tuya, puta.

- Soy mayor que tu, ¿dónde quedó ese respeto y educación?

- ¿Por qué tendría que ser amable con una chica hecha de silicona?

La muchacha la miró intentando decir algo, pero al final se fue y Alex sonrió satisfecha.

Bueno, ¿nadie era perfecto no?

Dangerous WomanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora