🌵Capitulo 15: Cactus

146 15 2
                                    

— Ese degenerado —dijo entre dientes Eunji—. Es un loco. Hay que hablar con la señorita Sook, para denunciarlo.

— ¿Con que pruebas? —cuestionó Yang Mi— A penas si le creyeron en el asunto de la denuncia de Namjoon y quieren denunciar aún hombre. ¿A quien creen que van a creer?

— Yang Mi, tiene razón. No hay pruebas. Nosotras tampoco somos testigos para afirmarlo —comentó Yunho, muy seria.

Todas estaban en su habitación del orfanato. Se fueron antes, ya que Hye Mi, no podía seguir con las clases con lo nerviosa y asustada. Estaba muy avergonzada, era la primera vez que cruzaba la línea. La primera vez, lo recordaba con mucha claridad. Fue un día mientras se daba una ducha, él había entrado y pidió perdón, pero no salió del baño y quedó parado mientras, veía la silueta de su hijastra esparciéndose jabón por el cuerpo.

— ¿No hay una posibilidad para hablarlo con la señorita Sook? Quizás ella nos crea y nos ayude —intentó sonar optimista Do Yeon.

— Somos huérfanas —hablo cabreada Hwan In—. A pesar que la señorita Sook, esté de nuestro lado, no nos van a creer. Lo mismo con la denuncia de Namjoon, nadie nos creía hasta que por fin, por arte de magia quitaron la denuncia.

— Pero hay una posibilidad... —sonrió Hyo Bin—. La señorita Sook, nos pudo sacar la denuncia. Solo hay que obtener pruebas y listo. Si la señorita Sook, las presenta, ese hombre no te molestará.

— ¿Tú crees? —dijo tenue. Aun no se recuperaba por completo.

Seung entra a la habitación, con una bandeja con tazas de té para todas. Yunho y Yang Mi, se levantan de sus camas para ayudarlas.

— Gracias, Seung. No era necesario —sonrió Hwan In.

— Es que la vis tan tensas, que pensé que una taza de té, las relajaría. ¿Como le está hiendo en el instituto? —todas callaron y se miraron entre sí. Eunji, fingió una sonrisa.

— Bien, Seung. En estos momentos...vamos a repasar. Muchas cosas que hacer y poco tiempo. Pero gracias, por la taza de té. Cuando terminemos de tomarlas, las bajaremos —apresuraba a la señora en salir.

— Está bien. No se queden hasta muy tarde. Buena suerte —sonrió y cerró la puerta. Eunji, dejó salir un gran suspiro. Pasó sus manos por sus cienes, mientras caminaba por al rededor de la habitación.

— Hay que descansar. Hoy fue un día muy extraño y pesado. Vamos a dormir —sugirió Eunji.

— ¿Y el trabajo de inglés? —recordó Hwan In. Todas se quejaron.

— Supongo que lo haremos mientras tomamos las tazas de té —sonrió levemente Hye Mi.
.....
La castaña caminaba por el mismo pasillo, donde había sido golpeada por esas matonas y salvado por el chico de piel pálida. Desde ese día que piensa en él. Además, sospechaba desde hace varias semanas la estaba mirando. Siempre se topaban de lejos. Ese día cuando la ayudó, no la han molestado y eso significa un peso menos para ella.

Hye Mi, escuchó una melodía de piano. Paró y comenzó a temblar. El pasillo no era transitado por ningún estudiante, ya que los salones no estaban habilitados. Comenzó a caminar lento y seguir la melodía. Temía si fuera un fantasma o algo por el estilo. Se asomó en una ventana y vio a un chico sentado frente a un gran piano antiguo, que lo tocaba con mucha afinidad y agilidad. Deslizo la puerta y se asomó para verlo con más atención. Era una dulce melodía, no sabía quien lo tocaba, pero le había gustado. Se sobresaltó, cuando aquel pianista joven, golpeó fuertemente el instrumento. Su mano se dirigió a su oreja y escribía algo en un cuaderno, dedujo.

No entendía, porque había reaccionado así. La pieza era hermosa. Pero al parecer alguien no le había gustado. Quizo entrar sin hacer ruido, pero no era necesario hacer ruido, para que él, se diera cuenta que estaba parada ahí.

— Vete —dijo frío. No hubo respuesta. Hye Mi, no obedeció. Se quedó ahí parada, mirando la espalda de aquel chico— ¿no escuchaste? Vete. Quiero estar solo.

— Nadie quiere estar solo —agacho la cabeza. Comprendía esa frase: 'quiero estar solo'. Ella también estuvo sola. A pesar que lo dijera, sabía que no quería estar sola. Necesitaba de alguien quien la abrazara, consejera, cuidara y protegiera, como lo hacía su padre.

Sus miradas se cruzaron. Abrió los ojos, cuando vio a Yoongi, sentado frente a ese instrumento. Él la miraba directamente hacia los ojos, aún había temor en su mirada. No sabía como relacionarse con la gente, en excepción sus amigos. Se giró la ignoro, tocó un par de notas y suspiro frustrado.

— Vete niña. Quiero estar solo —volvió a repetir. Hye Mi, se molestó por la palabra 'niña'. Él sabía su nombre. ¿Donde había quedado el chico que le dijo 'hermosa'?— ¿no me entiendes? Quiero estar solo, necesito estar solo.

— Nadie quiere estar solo —volvió a repetir con el ceño fruncido—. No soy una niña, para tu información tengo nombre y tú lo sabes. No se que cambios de humor son esos los tuyos, pero esperaba encontrarme con el chico que me dijo 'hermosa'. Entiendo que quieras estar solo, pero nadie quiere estar solo. Lo sé, porque siempre estuve sola y me sentía peor. No se que clases de problemas tendrás en tu casa. Tienes suerte de contar amigos, ahora entiendo porque te alejes tanto de ellos. Consíguete un nuevo mejor amigo, una novia o...o... —apretó sus puños y se estaba poniendo roja de furia. Nunca había dicho una sola mala palabra en su vida y nunca las dirías. Pero era tanta la ira que sentía, que no lo pensó dos veces y dijo lo primero que se vino a la mente— ¡un cactus!

Había un pequeño cactus, en una ventana donde le llegaba una tenue rayos de luz. Se dio la vuelta, sentía ira, decepción y vergüenza. Nunca le había gritado a nadie, solo cuando solía discutir con su madre discutía o levantaba la voz.

Por parte de Yoongi, abrió los ojos como plato. Nadie le había dicho tales cosas. Tenía razón. No le gustaba estar solo, sus amigos no entendían sus problemas. Más que ellos se pusieran en sus zapatos, no lo comprendía. La vio alejarse. Tomó sus cosas rápidamente y la tomó de la muñeca.

— Suéltame. Tanto querías estar solo, te dejo solo —forcejeaba su brazo para que la soltara.

— Espera. Tú dijiste que me consiguiera un nuevo mejor amigo, una novia o un cactus. Eh decidido que tú serás mi cactus —sonrió.

— ¿Q-Que? Soy una chica, no soy cactus —se estaba confundiendo. Pero cuando lo vio a los ojos, vio que necesitaba compañía, se sentía solo, hasta necesitaba amor y que alguien lo comprendiera.

— Ya lo sé. Pero así será la forma como me voy a dirigir hacia ti. Como mi cactus, ven y acompáñame en lo que queda del receso —ordenó. Hye Mi, no supo explicar lo que le había ocurrido. Lo obedeció y se sentó en una silla, mientras miraba como tocaba aquel instrumento. Creía que era misterioso, pero tuvo otra visión a partir de ese día.
.......

Comenta, vota, comparte y sigune💖 bye~

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comenta, vota, comparte y sigune💖 bye~

HUÉRFANAS| BTS & Lectoras [EDITADO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora