Han sido muchos los avistamientos a lo largo y ancho de Estados Unidos, de un tenebroso fantasma al que todos conocen como la Dama de Blanco. Ella vaga cerca de ríos y lagos, por carreteras y caminos desolados, pues se dice que hasta el día de hoy no ha logrado encontrar el descanso eterno.
¿Pero quién es exactamente esta macabra mujer y por qué insiste en asustar a los incautos en medio de la noche?
Su historia se remonta a muchos años atrás, cuando, de acuerdo con las habladurías, ella era una joven casada que se encontraba viajando con su esposo. Ambos fueron a parar a un poblado, donde mientras ella se alojaba en un hotel, él fue a divertirse a la casa de apuestas.
Este hombre tenía un serio problema con el juego, pues siempre se encontraba apostando. Esa noche, perdió todo el dinero que tenía su esposa y que consistía en el único medio de subsistencia para ambos.
Desesperado y sabiendo que ella le reclamaría por sus imprudentes acciones, lo único que hizo fue beber para ahuyentar su miedo.
Pero cuando llegó la mañana, no tuvo más remedio que volver al sitio donde se estaban hospedando. Al verlo, ella le reprochó por haberla tenido tan preocupada toda la noche y le preguntó donde había estado.
Cuando su marido le confesó que había estado jugando a las cartas, un miedo enorme se apoderó de la joven, quien le exigió saber que había hecho con su dinero. Discutieron. La chica se puso a llorar al enterarse de que habían despilfarrado su herencia y fue tanta la desesperación de su esposo, que actuando sin pensar, cogió el hacha que había llevado consigo y la mató, cortándole la cabeza.
Poco después, los dueños del hostal encontraron el cadáver de la pobre muchacha, pero de su marido no había ni rastro. Había huido para no volver a ser visto jamás.
Desde entonces, se dice que el alma de la chica, a la que también llaman "la novia sin cabeza", sigue recorriendo nuestro mundo en busca de lo que le fue arrebatado. A veces se la puede ver en las inmediaciones del Parque Yellowstone, mientras que otros afirman que la han visto en las carreteras de Washington.
Se puede escuchar como llora, emitiendo unos sollozos tan tenebrosos y fantasmales, que son capaces de helar la sangre a quien tiene la mala suerte de oírla.
En ocasiones, se dice que intenta llamar la atención de los conductores que viajan solos de noche, con el fin de secuestrarlos. Ellos, al ver a una mujer sola en medio del camino, probablemente se detendrán para ayudarla, dejándola subir al coche. No obstante hacer esto es cometer un grave error.
Porque tan pronto como ella está a bordo, su dulce apariencia se transforma en un rostro grotesco y fantasmal, que puede provocar que quien maneja sufra un horrible accidente, del que será difícil escapar con vista.
Si alguna vez te animas a recorrer los Estados Unidos, mejor ten cuidado al hacerlo de noche.
