Capítulo 12

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Llevaba un mes ya en mi casa, o sea en Trieste. Las chicas me llamaban una vez al día, para preguntar si estaba todo bien, que todo había vuelto a la normalidad. y era cierto, bueno si me acordaba de esa noche, todos los días, pero bueno yo seguía haciendo mi vida, iba a trabajar, comprar, vamos hacia mi vida de siempre.

Hoy hacia un día muy soleado, cogí mi coche, me encanta, es un Fiat 500, y me dirigí a mi pastelería, como de costumbre a trabajar. Mi pastelería se llama Green Rose por mi madre que se llamaba Rosa. Las paredes eran de color verde, mi favorito, las mesas, estanterías, y sillas eran rosas. el color favorito de mi hermana, la cocina era blanca y roja, ese color era el favorito de mi padre, me encanta mi pequeña pastelería. Así siempre me acordaría de ellos, y tendría un pedacito de ellos conmigo aunque no haga falta. 

Las calles estaban vacías normal eran las cinco de la mañana, llegue y me puse hacer galletas, tartas, pasteles, de todo un poco para mis clientes. Cuando termine eran las nueve coloque todo y a las nueve y media abrí. La tienda era pequeñita por lo que en ella entraban la gente del barrio o gente que de verdad les gustaban mis pasteles.

Hoy me sentía mas cansada de lo normal, y tenia pequeños mareos. Seguro que iba a empezar con el periodo. Antes de que entraran los clientes me entraron ganas de vomitar, así que fui corriendo al baño y eche todo el desayuno. Si segura que me iba a venir la regla, me pasa siempre que me va a venir, así que no me preocupe.

Atendí a los clientes y cuando termine de trabajar cerré y me fui a comer. Volví otra vez e hice los pasteles de la tarde, porque venían los ñiños con sus madres al salir del cole. Los atendí y a las ocho y media de la tarde, cerré y me fui a mi casa.

Y así pasaron los días hasta que...

Este es el coche de Sara.

Si los abrazos fueran besos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora