Si los abrazos fueran besos.

Capítulo 20

Llevaba ya tres días en mi casa, y si había cambiado, y mucho, estaba mas atento conmigo y eso me gustaba. Pero yo me preguntaba si era por mi, o solo lo hacia por que cargaba a los lentejitos conmigo.

Esa era mi duda, por lo demás yo creo que le quiero mas. Las chicas se habían ido de compras a comprar no se que, no dieron muchos detalles. Así que estábamos Eric y yo solos.

-Oye Sara quieres ver una peli.

-Claro, pero tiene que haber palomitas, chocolates, chuches, galletitas saladas, mmmm...

-Espera, espera vamos a ver una peli, no vamos de acampada.

-Pero...-Pues cara triste- lo quieren los lentejitos y yo.

Vale, vale esta bien, tu siéntate, que yo lo preparo todo.

Me senté y me puse a pensar que pasaría si fuéramos una pareja, mientras pensaba eso me acariciaba la tripa. De repente sentí como algo se movía, y empecé a gritar el nombre de Eric para que viniera. El pobre vino corriendo y con una cara de preocupación.

-Sara, que pasa, que duele estas bien.

-Si si, mira, dame tu mano.

Cogí su mano y la coloque en mi tripa, esperamos unos cinco minutos, Eric no tenia ni idea de lo que estábamos haciendo, se canso y cuando iba a retirar la mano, paso algo, mis bebes, digo nuestros bebes se movían. Eric empezó a sonreír y puso las dos manos en mi tripa.

.Esto, que acaba de moverse son ellos.

-Si, si son ellos.

Estuvimos un rato así ,hasta que Eric se levanto.

-Espera no te muevas, voy a por las cosas a la cocina y ahora vuelvo.

Coloco todo lo que yo le había pedido sobre la mesita de café del salón, que tenia colocada entre el sillón y la tele. Se sentó en el suelo en el suelo y me coloco entre medias de el y la mesita.

-Pero que haces Eric, vamos al sillón.

-No nada de sillón, así puedo tocarte la tripa y estar cerca de ti y de nuestros peques.

Eso me emociono, y puso la película que no fue otra que Todos los días de mi vida. Si ya estaba sensible por las malditas hormonas con esta película, me puse el doble de llorona.

Pero estaba muy a gusto con las manos de Eric en  mi tripa y que estuviera el abrazándome me relajaba, tanto a mi como a los lentejitos, tanto que me fui durmiendo poco a poco. Lo ultimo que escuche antes de caer e4n los brazos de Morfeo fue algo que hizo a mi corazón saltar de alegría.

-Sara, te quiero, ojala este abrazo durar para siempre, y en un futuro cercano se conviertan en besos.