Capítulo 10

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Llegamos a la puerta de la casa, pagamos al taxista y bajamos del taxi. Yo al bajar casi me caigo, pero Eric me cogió a tiempo, sentí sus manos al rededor de mi cintura eso me produjo millones, miles de mariposa, nos miramos y nos empezamos a reír y ha hablar muy alto. Por lo que algunos vecinos salieron a regañarnos, vamos que íbamos un poco perjudicados.

Intentamos abrir la puerta pero no atinábamos, había varias cerraduras, lo intente yo y al final pude abrir después de varios intentos, cuando por fin abrí la puerta, Eric me agarro del brazo y me giro bruscamente y empezó a besarme de un modo salvaje, como si no hubiera mañana, yo le seguí porque no me quedaba otra y porque en el fondo me gustaba.

Fuimos dando tumbos por el pasillo hasta llegar a su habitación, que por cierto olía de maravilla. Me empezó a besar el cuello, mi gran debilidad. Gemí, no me pude aguantar a lo que el dijo:

-Dios, me encantan tus gemidos.

Yo por mi parte me mordí el labio, el resoplo y yo me puse mas acelerada. Le cogí del pelo y acerque su boca a la mía y comencé a besarlo. Dejamos de besarnos para poder coger aire, pero el siguió  besándome mas abajo, hacia el cuello, y después fue bajando hacia el escote, yo mientras me dejaba llevar con mis manos enredadas en su pelo. El llevo sus manos a la cremallera del vestido y la bajo, el vestido callo a mis pies, me ayudo a salir de el. Y me dijo:

-Sara dios me vas a matar, ese conjunto es muy sexy, y tu eres maravillosa.

Me fui a quitar los zapatos y no me dejo.

-Déjate los zapatos estas mas sexy aun si es que se puede.

Y siguió besándome, ahora me quito el sujetador, y comenzó a lamer mis pezones que empezaron a ponerse duros, yo no paraba de gemir y mientras me entretenía con los botones de su camisa negra.

Le quite la camisa y le tire a la cama, para besar su pecho y abdomen esculpido y fui bajando hasta el botón de su pantalón, donde se lo desabroche y los baje, los tire no se donde.

-Dios Sara, que fiera eres.

Me cogió en brazos y me dio la vuelta quedando yo debajo. Me abrió las piernas poco a poco, quedando el en medio, y me bajo el tanga muy lentamente. Me lo quito y bajo su cabeza a mi pelvis, dando besos hasta llegar a mi centro donde empezó a lamer, yo por impulso gemí y agarre mas fuerte su pelo atrayéndolo mas a mi. Cuando quise darme cuenta me recorrió el mejor orgasmo que había tenido en mi vida, hasta el momento, subió y me beso dejando mi sabor entre los dos.

-Sara eres la mejor chica que he conocido.

Se me abrieron los ojos como platos, y para olvidarme de eso, le empuje dándolo la vuelta, le baje los boxers y me encontré con un nuevo mejor amigo, el mejor que había visto en mi vida. Dura, grande , era hermosa, casi se me saltan las lágrimas. Le lamí el capullo y el gimió, eso me encanto y le seguí lamiendo. Poco a poco me fui metiendo su miembro en la boca, el gimió mas fuerte. Seguí por unos minutos mas hasta que se corrió en mi boca.

El se levanto me cogió por los brazos y empezó a besarme. Me tumbo en la cama, no rompimos el beso en ningún momento. El me abrió las piernas y se metió entre ellas. Poco a poco fue introduciendo su miembro, hasta que estuvo adentro, se quedo así unos minutos, pero luego empezó a entrar y salir, entrar y salir. Hasta que los dos llegamos al clímax. Se dejo caer encima de mi, jadeando los dos, se salio de mi poco a poco, como había entrado, y se giro para quedarse tumbado al lado mio en la cama. Yo me tumbe boca arriba mirando al techo.

-Sara has sido el mejor polvo de mi vida.

Abrí mucho los ojos sin que el se diera cuenta, tenia unas fuertes ganas de llorar, pero lo deje pasar, me beso y nos dormimos.

Si los abrazos fueran besos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora