Capítulo Siete

1.9K 204 32
                                    

Es gracioso lo nervioso que me encuentro el lunes por la mañana

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Es gracioso lo nervioso que me encuentro el lunes por la mañana. Soy Seth Williams, por un demonio. Ni siquiera las presentaciones en clase me ponen nervioso. Sin embargo aquí estoy, inseguro sobre cómo actuar ahora que las cosas han cambiado con Charlie.

Demás está decir que no tengo idea de lo que ella quiere, no le pregunté durante el fin de semana si le molestaría que le tomara la mano mientras la acompañaba a su siguiente clase porque estaba demasiado ocupado coqueteando con ella por mensajes.

Sí, bueno. Algunas cosas son inevitables en esta vida. Habia podido conocer un poco más sobre Charlie el domingo, habíamos hablado y hablado y hablado hasta que se quedó dormida a eso de las siete. No me habia sorprendido. Está claro como el agua que Charlie es la chica buena más buena que hay en el mundo.

De nuevo, no me quejo.

―¿Puedes dejar de mover la pierna de esa manera? ―la voz de Carter me sobresalta―. Se te va a caer de tanto que la mueves.

Le saco el dedo y resumo con mi movimiento nervioso.

Carter rueda los ojos y esconde el rostro entre sus brazos, probablemente decidiendo dormir durante esta clase. Vaya. Seguramente ha tenido un fin de semana intenso si se encuentra tan cansado. Esto tampoco es algo que me sorprenda. Me compadezco de la desafortunada que probablemente esta mañana tampoco podía moverse fuera de su cama. No es que sepa cómo es Carter en la cama ―y espero nunca saberlo― pero las noticias corren rápido en esta escuela y con la cantidad de chicas que han ―de nuevo, desafortunadamente― abierto las piernas para él, es inevitable que sepa lo que se dice de Carter Andrews.

Ashe y Cameron no tardan en ingresar al salón. Cameron tiene cara de pocos amigos, ojeras que gritan que no ha dormido todo el fin de semana y si no me equivoco está usando la misma ropa que usaba ayer cuando nos juntamos en su casa.

Sacudo la cabeza mientras toman asiento detrás de nosotros.

―Por favor dime que no has vuelto a ser idiota ―espeto, dándome media vuelta en mi asiento para mirar a Cam. Él aparta la mirada, un suspiro escapando sus labios―. Tiene que ser una broma. ¿Qué demonios piensas hacer cuando regreses con Ashley? ―pregunto.

―No vamos a regresar ―dice, aún sin mirarme.

Alzo una ceja. Y un demonio. Estuvieron juntos por tanto tiempo que estabamos seguros de que terminarían casados. Y ahora Cameron suena como si se hubiese dado por vencido, luego de todo por lo que han pasado.

―Estás herido, ya lo entiendo. Pero hablo en serio, Cam. ¿Qué va a suceder cuando Ash...? ―comienzo a preguntar, pero nunca llego a terminar.

―¡Ash nada! ―estalla. El salón entero se queda en silencio y yo abro los ojos como platos, sorprendido por su repentino sobresalto. Cameron baja la voz mientras comienza a hablar―. Ash me ha estado sacando la vuelta desde hace un año.

El Playboy se enamoraWhere stories live. Discover now