Capítulo 3
Christopher tiene un Ferrari rojo. Su familia, es muy adinerada. El padre de Chris es uno de los más grandes empresarios de Miami.
—¿Emma qué?— le pregunté.
—Sterling.— me respondió. —está en mi instituto, tal vez tengas una oportunidad con ella.— dijo con una sonrisa de medio lado.
—Que gracioso. — le respondí con sarcasmo mientras me sentaba en el asiento de copiloto y él en el del conductor.
El carro arrancó. Después de siete minutos de haber andado en el auto, llegamos a una casa con música a todo volumen y personas tirando papel higiénico a la fachada desde techo de la casa. La casa era blanca, tenía dos pisos, ventanales gigantes unidireccionales y se veía algo lujosa. Tenía un jardín impecable, claro, “tenía” antes de que todos lo llenaran de papel higiénico.
Antes de estacionarnos, se me nubló la mente y aparecí en el patio trasero de una casa forrado de césped, creo que es otra visión estúpida. En la visión estaba un columpio de metal, pintado de verde, amarillo y azul. Había una niña sentada en el columpio mientras otro niño la empujaba. Esta visión no era como la de la mujer, porque parecía que no me veían.
—¡Vamos, John, ¿es todo lo que tienes?!— le dijo la niña al niño que al parecer su nombre era John.
John empezó a empujarla más fuerte.
—¿Eso es lo que quieres? ¡Pues agárrate!— le respondió John a la niña. Cuándo John la empujó más fuerte aún, la niña se cayó. La niña empezó a llorar y John salió corriendo a meterse en la casa.
Intenté cargar a la niña del suelo, pero parecía de plomo, así le diera una patada no iba a sentir nada. El ambiente se puso más frío y tenso. Detrás de la niña, en el columpio, apareció un bulto negro de la nada. La niña no lo veía, pero en el momento que apareció empezó a llorar más fuerte.
El bulto se levantó del columpio, atravesó a la niña y se empezó a acercar. Me puse pálido, estaba asustado, el bulto parecía un espectro. Me empezó a susurrar cosas. Intenté ignorarlas pero eran más fuertes las voces, aunque, no era solo una voz, eran muchas. Cada vez que me susurraba algo diferente era otra voz de mujer, pero cada vez se ponía más intensa.
—Ven conmigo, Andrew. No te voy a hacer daño. — me dijo con risas en el fondo.
Antes era un bulto, pero empezó a parecerse a una mujer pálida con una capa negra, sin rostro. El ambiente se ponía cada vez más frío. De pronto me extendió una mano huesuda con dedos largos y uñas largas pintadas de rojo. Cuándo me iba a tomar de la mano me le aparté. De pronto se alejó de mí y volvió otra vez a ser un bulto, se escucharon varios gritos de mujeres molestas saliendo del bulto.
Después todo volvió a la normalidad. Estaba bajándome del Ferrari rojo, en la casa de Emma Sterling. Solo me venían pensamientos recurrentes como: ¿Qué clase de visión era esa? ¿Quién era el bulto? ¿Quién era John? ¿Quién era la niña? Nunca tuve el nombre de la niña, ni del bulto y yo no conocía a ningún John.
Entramos a la casa, y apareció una chica con el cabello rubio oscuro, los ojos parecían verdes, no la pude ver bien porque estaba en la oscuridad de la fiesta, tenía puesto un vestido rojo sin mangas que le llegaba por las rodillas, saludó a Christopher con un beso en la mejilla, que estaba a mi lado y le hizo una mueca con el fin de que nos presentara.
—Ah, es verdad que no se conocen.— dijo Christopher. —Emma, el es Andrew Eastgood, un amigo de la infancia. Espero que no tengas problema con que lo haya invitado.
—Pues… yo soy Andrew Eastgood, un placer conocerte, ¿Emma Sterling no? — fue muy estúpido de mi parte decir eso.
—No tengo problema con que lo hayas invitado.— dijo guiñándole el ojo a Chris. —Y sí, ese es mi nombre. Pasen adelante.— dijo sonriéndome.
Emma era educada, bonita y se veía decente, no estaba mal. Pasé yo y después pasó Christopher después de decirle algo al oído a Emma.

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Susurros
Ficțiune adolescențiAndrew Eastgood era un chico normal hasta que cumplió 17 años, después de eso su vida ha cambiado: se ha sentido muy extraño. Andrew, siempre se ha sentido de esta forma, sin embargo, al cumplir esta edad siente que es más fuerte, escucha vo...