Capitulo dos "En apuros'

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Habían pasado ya tres días, la vida en Derry era tranquila o al menos eso creías tu no habías salido de casa, no lo consideraste de hecho.

Tomaste una ducha, eran las doce treinta y cinco exactamente, usaste una falda con tablones de color negro, una camisa blanca con mangas rojas hasta los codos, cepillaste tu cabello y bajaste apurada a la cocina, vaya que tenías hambre, un silencio atemorizante Reino la casa, acostumbrabas a escuchar la televisión encendida o la radio de tu tía sonando esas canciones extrañas, al dirigirte a la nevera una nota color rosa pegada con un imán de globo rojo decía:

"Tuve que salir, conseguí un nuevo empleo, si necesitas algo llama a este número, *número telefónico* te quiero mucho, estaré pronto en casa"

Suspiraste y dejaste la nota a lado del lava platos, abriste el almacén en busca de cereal, vacío, después la nevera con la esperanza de encontrar comida de anoche, pero recordaste que había vendido una visita anoche, un chico tartamudo y su familia, si no mal recordabas era amiga de tu tía, no hablaste con el chico, porque eras algo tímida y el no hizo ni un mínimo esfuerzo por sacarte una conversación, en fin, no encontraste nada apetitoso y decidiste caminar hacia el teléfono que estaba en la sala, marcaste el número de la hoja y comenzó a sonar

-Hola?- dijo la peculiar voz de aquella mujer
-Buenos días tía!- trataste de sonar alegre
-Buenos días pequeña, ¿que sucede?
-Lo que pasa es que tengo hambre pero al querer prepararme algo note que no había muchas cosas...pues quería saber sobre alguna tienda cercana por aquí- dijiste jugando con tus dedos algo nerviosa por la respuesta.
-A tres cuadras encontrarás una tienda algo pequeña, pero tiene lo que necesitamos, toma la lista que está en la mesilla y el dinero del jarrón amarillo que está en el almacén, por favor ten mucho cuidado, debo irme, nos vemos más tarde.

Y colgó el teléfono, caminaste en busca de aquel jarrón amarillo, fue fácil encontrarlo por aquel llamativo color, tomaste el dinero suficiente y saliste de casa.

Después de un buen rato caminando lograste llegar, abriste las puertas y entró en fresco aire acondicionado del lugar, tomaste una canasta de metal y caminaste por los pasillos en busca de lo mencionado en la lista.

Una risa hizo que te sobresaltaras sacandote de tus pensamientos, eran cuatro chicos, uno regordete con gorra, otro con cabello rubio platinado, un rubio con un corte extraño y un azabache alto de cabello un poco largo, inmediatamente volviste la mirada a la salsa de tomate.

-¿Acaso no te he visto antes, Henry?-dijo el chico regordete
-¡Claro que si!, Es la chica del burdel- todos rieron por la broma del rubio, excepto el azabache, solo se miraba serio
-P-por favor no me molesten, ni siquiera los conozco, me acabo de mudar- dijiste sin verle los ojos a ninguno de los cuatro.
-¿Quieres un tour gratis bonita?- dijo el tipo azabache
-¡no seas marica imbécil!- termino la conversación el tal "Henry".

Al darte la vuelta sentiste un empujón que hizo que te golpearas en la estantería y tiraras varios frascos de vidrio con salsa de tomate.

-¿¡Que esta pasando aquí!?- dijo un hombre mayor con lentes y lustrados zapatos de charol negro.
-Fue un accidente l-lo ju-... - fuiste interrumpida por los regaños del hombre mayor, que no paraba de parlotear sobre llamar a tu casa para pagar el incidente.
-esta bien lo pagaré todo, solo iré a dejar unas cuantas cosas-

Estabas metida en un aprieto, uno muy grande, no sabías que decirle a tu tía, ¿que unos bravucones te habían empujado haciendo un desastre? Era la verdad, pero también muy patético.

Terminaste de pagar y saliste de tienda con dos bolsas en cada mano, realmente no tenías idea de que hacer esconderse sonaba bastante bien, pero no ibas a hacer eso.

Un sonido algo seco detrás de ti llamo tu atención, giraste la cabeza y viste en el piso una bolsa, te agachaste a revisar de que se trataba y bingo, eran todo aquello que tuviste que devolver, levantaste la mirada y viste a aquel chico azabache, no paraba de mirarte hasta que lograste articular una palabra.

-Muchas gracias, no dispongo dinero ahora conmigo para pagartelo, pero te prometo que lo haré-
-No es necesario, solo lárgate a casa rápido, detesto ver tu rostro- se dio la media vuelta y siguió caminando. Eso te había lastimado nunca te habían insultado por tu aspecto físico, (el aspecto de (T/N será a imaginación del lector) ¿tal fea eras de verdad?

Tratando de no pensar eso caminaste a casa agotada y deprimida.

Cuando llegaste aun no había nadie, acomodaste las cosas en su respectivo lugar y comenzaste a buscar tu ropa para mañana, ya que mañana sería tu primer día de clases.

Holaaaa  creo que era necesario modificar el aspecto de (T/N) porque hace poco leí un fic donde insultaban a la escritora por el aspecto de la protagonista y creo que es mejor dejarlo a imaginación propia, para evitar futuros "porque de piel blanca?" "Típico cliché de la tipa perfecta" "eztuphida io ni sikiera stoi así te wa denunciar por racismo :v :v :v" o sea no, nunca me han gustado los problemas, y menos aquí que no tengo a mi novio para que me defienda kkkk  🙁 bueno, hasta el próximo capítulo los tqm ❤🌞

¿Eres real? (Patrick Hockstetter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora