Ember.
En realidad no era mi escena: la discoteca oscura y llena de humo, la ruidosa música llena de bajos, los cuerpos hombro con hombro y el ruido capaz de sacarte los ojos y embrutecerte. La barra era elegante, y con un tope negro que abarcaba todo el costado del lugar. Estaba lleno de vasos rellenos con líquidos de variados colores. Las personas que estaban de pie alrededor de la barra, eran algunas de las personas más hermosas que jamás había visto en la vida real. Sí definitivamente estaba muy lejos de mi zona de confort. Lena había quedado en
encontrarse aquí con el chico que le gustaba y quería que yo la acompañara por si acaso. Ella era mi mejor
amiga y lo había sido desde que estábamos en la escuela media. Era una amistad que había sobrevivido la secundaria y universidades
separadas. Yo era muy tímida, pero también valoraba mi amistad con ella, el estar en un lugar como este
era una prueba de lo mucho que esta amistad significaba para mí. Nos abrimos paso entre la multitud mientras mis dedos fueron pisoteados,
mi cabello fue halado y no podía evitar pensar en que debía haberme quedado en casa, tomando una copa de vino y leyendo a Jane Eyre. De alguna manera
logramos llegar a la barra cuando Lena me agarró la mano. Mira,
—Em, ahí está. —Seguí la mirada de Lena al rubio de pie cerca de la barra. Era alto, tal vez de un metro ochenta, tenía el pelo perfectamente cortado e incluso en su pantalón caqui y una camisa oxford, se notaba que su cuerpo era atlético como el de un corredor con músculos largos y delgados. Cuand
o volvió su rostro hacia nosotras, vi que sus ojos eran de un color verde avellana en una cara que era una belleza clásica.
— ¿Qué opinas? —Miré a Lena y me di cuenta de que me había estado estudiando mientras lo miraba.
—Él es muy guapo, Lena. ¿Cómo se llama?
—Todd. —Todd se dirigió hacia nosotras. Los ojos le brillaron a modo de saludo mientras una sonrisa curvó sus labios.
—Hola, Lena. Me alegro que lo lograras. —Dio un paso hacia Lena y presionó un beso en sus labios y yo no pude evitar una punzada de envidia que sentí por su saludo, pero de inmediato mi mente cambió de rumbo cuando Todd se giró hacia mí y Lena hizo las presentaciones.
—Todd, esta es mi mejor amiga, Ember. —
Cogió mi mano para sacudirla. Los apretones de manos de mi papá eran fuertes, pero el de Todd era uno de esos medio de chica, ya que sus manos eran demasiado tersas y suaves incluso más suaves que las mías. Para mi papá esta sería una señal de alerta grave, pero lo saqué de mis pensamientos cuando
Todd me sonrió.
—Encantado de conocerte, Ember…
—igualmente Todd. — La canción favorita de Lena comenzó a sonar y agarró la mano de Todd.
—Vamos a bailar. — Ella lo sacó a la pista de baile mirándome mientras caminaba.
— ¿Vienes, Em?

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Beautifully Damaged.
Romance“Ninguno de los que, como yo, evoca al más malo de aquellos demonios medio domesticados que habitan en la bestia humana, y trata de luchar contra ellos, puede esperar salir de la lucha ileso”. Sigmund Freud.