Capítulo 6

67 4 0
                                    

Los días pasaron y Mía se encontraba en su escritorio con la mirada perdida. Llegó Charlotte quien salía de su oficina y la vio, como se habian hacho amigas se acercó y le preguntó qué le ocurría.

- Charlotte: Mía ¿Qué te pasa? ¿Te ocurre algo?

- Mía: Nada importante, solo que será el cumpleaños de Stapleton y quería regalarle algo que lo hiciera recordarme...

- Charlotte: Hay mujer, de hecho si hay algo -dijo pensativa- ¿Stapleton te contó la historia de su maletín?

- Mía: Si, el de su padre ¿no?

- Charlotte: ¿Te dijo porque aún no lo ha cambiado??

- Mía: ¿No? Supongo que es por su padre

- Charlotte: algo así, su padre se lo heredo. -le dijo- Le dio instrucciones de que consiguiera una réplica exacta, solo se hicieron 10 en el mercado de dicho portafolio. Resulta que le ha costado mucho tiempo a Stapleton encontrar uno nuevo, pero yo tengo un dato. Se lo iba a dar después de su cumpleaños pero creo que te lo daré a ti -dijo sacando un papel de su portafolio-, ese coleccionista tiene uno nuevo.

- Mía: ¿Por qué es tan difícil encontrarlos?

- Charlotte: Porque se supone que son de una colección muy cara, que el mismo Al Capone mandó hacer para él.

- Mía: Oh por dios.... ¿y eso es muy caro? -dijo un poco tímida.

- Charlotte: Algo ¿tienes problemas para...?

- Mía: No, no, claro que no. Es que no quería pedirle dinero a mi padre, pero espero no sea necesario...

- Charlotte: No lo creo, pero si prefieres te hago un préstamo si lo necesitas.

- Mía: No, gracias, descuida. Yo veré que hago, creo que es una buena idea, espero no se enfade.

- Charlotte: No lo creo, será una linda sorpresa de tu parte. No creo que llegue algún día a enfadarse contigo, me late que le gustas al jefe.

- Mía: No lo creo, es por mi padre... es todo.

En ese momento Miranda Page se instalaba en la mansión, Kiara la atendía como la anfitriona que era. Vladimir le daba la noticia de la cena a Stapleton así que no pudo negarse.

- Stapleton: Pero no quiero molestar Vladimir, en unos días nos vamos. No hay problema si...

- Vladimir: Stapleton, no te niegues. La idea es de Kiara y ya sabes cómo es. Se le puso en la mente la cena y la hará, además relájate, esta es tu casa. Te debo mucho amigo mío, en el pasado y ahora aun sigues ayudándonos.

- Stapleton: No Vladimir, tú has hecho más. Cuando era niño me ayudaste y protegiste.

- Vladimir: Bueno, eso nos hace familia.

Más tarde, antes de irse, se dirigió a su cuarto para buscar aquel maletín parchado. Cuando una condesa bastante picarona salé del cuarto de mía y por casualidad deja abierta la puerta. Mientras ella se bañaba el viento abrió la puerta del cuarto de baño cuando él pasó por ahí. Se detuvo casi por inercia al ver la silueta de ella bañándose, definitivamente Mía ya no era una niña. Su silueta y su cuerpo habían cambiado y eso lo puso a pensar. Para cuando se dio cuenta sintió un ruido y cerró la puerta rápidamente saliendo de allí.

Más tarde ya estaba en la oficina, estaba leyendo unos papeles de un caso y sin querer comenzó a pensar en la silueta de Mía en la ducha. No lo dejaba pensar en nada más. Para los demás todo comenzó normalmente esa mañana. Era un gran día. El día en que Stapleton Page cumplía 49 años. Como cada año en la oficina lo saludaron y festejaron, para cuando ya todos habían comenzado el trabajo Mía se acercó a su oficina y lo saludó, llevaba una caja en sus brazos, la cual le entregó.

Fronteras de amor(segunda Historia De La Saga Caminos De Seduccion)(terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora