– Ellos vieron tu intención, por eso se dejaron ver. – JongHyun le había contado lo de la madrugada después de que el mayor le encontrara dormido en el sillón.
– Entonces... ¿Aún no tengo la mente Abierta? – Decepcionado tomó su vaso de jugo y se lo tomó completo.
– Tranquilo. No se logra de la noche a la madrugada. Pero Meivin y Meison saben que quieres ayudar y por eso te ayudarán también. – No muy convencido JongHyun asintió. Después de haber visto la sombra pequeña no recordaba en qué momento se había dormido.
~°POV JongHyun°~
Me sentía flotar, en un lugar entre color crema y blanco, ambos combinados en borrones. Se sentía muy bien ese lugar.
– Je je je. – Esa risita... La acababa de escuchar... – ¡Hyun! – Caí a lo que parecía un sofá. – Abre los ojos hyun. – Una voz infantil.
– Pero los tengo abiertos. – Sonaba como un eco.
– Así no Hyun. Ábrelos con tu mente. – ¿Con mi mente?
Sin saber Comencé a analizar el lugar, poco a poco se transformó en la casa de MinHo.
– Hyun. – Un pequeño me jaló desde atrás. Era mu lindo, de ojos grandes y cabello algo largo. Me siguió jalando hacia abajo hasta que entendí lo que quería y me hinqué para quedar más o menos a su altura. – Yo te ayudo. – Colocó cada manita suya en mis ojos, estaba helada.
Luz, fue lo que ví con mis ojos cerrados.
Quitó sus manitas y sonrió inclinando su cabeza sonriendo.
– ¿Saben qué es ese objeto? – No pude evitar preguntar. Primero me miró confuso ladeando su cabecita, luego sonrió y comenzó a caminar hacia atrás, dejándome en medio de la sala incado.
– Algo que a él le gustaba mucho, que disfrutaba compartir.
– ¿En dónde está? – No podía moverme, así que me apresuré a preguntar antes de que se marchara.
– Solo las personas que se identifican con ellos se la pasan ahí.
– JongHyun, ¿Qué hacés aquí? – La cara de Onew fue lo primero que vi al abrir mis ojos. La sala ahora estaba iluminada por el sol.
~En POV JongHyun.~
Después de la conversación de JongHyun con Onew, la madre de MinHo les dijo a ellos dos que ella, junto con su padre y las trabajadoras de la casa saldrían un mes a un viaje de negocios a America, al cual los padres de JongHyun y KiBum también irian. El primero se sorprendió al escuchar lo de los padres del rubio. JinKi los dejó solos cuando el bajito preguntó por ello.
– Ay JongHyun, eres tan distraído, que no te das cuenta de tu alrededor.
– ¿Por qué? – ¿También ella lo decía?
– Los padres de KiBum trabajan en la empresa encargada a tu padre. KiBum andaba ahí desde los 14, desde que tu empezaste a ir. Él siempre te miraba en las juntas. – La señora se sentó ocupando el lugar de JinKi. Ella quería mucho a JongHyun, desde pequeño había sido un amigo inseparable para su hijo, tanto que ya lo consideraba como otro hijo. Él sentía que era su segunda madre. Y como segunda madre se preocupaba por él. Aunque con su hijo no se viera debido a que vivían muy separados, ella le seguía la pista por sus padres. Pero por tan distraído que era, nunca se dio cuenta. – Su madre, muy buena amiga una vez me dijo que tú eras la razón de que él fuera con ellos a la empresa, que de otra forma no lo sacaban.