Capítulo 32 Ponerle fin a todo

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Isabelle

- ¿Qué pasó, acepto? - fue lo primero que pregunto mi padre al salí de hablar con Ashton, negué

- Dijo que aceptaría lo que se merecía y el cree que es estar en la cárcel -

- Bien, esperaba eso así que... - pensó un poco antes de seguir - hablare con el encargado de su caso para conseguir que le den un condena corta - en este momento agradecía los contactos de mi padre

- Cuanto es lo menos que le pueden dar - debía saberlo

- Cinco años - después de eso ya no pude decir más

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Ashton

- Listo para ser recibir el veredicto -

- ¿Cuánto va a ser? - después de que Izzy saliera me llevaron a una celda de la comisaría y de ahí me llevarían a la prisión donde cumpliría mi condena

- Tienes suerte, por tu cooperación y buena disposición, el juez te ha dado cinco años en prisión y uno de servicio comunitario, ese ya después veras donde lo cumplirás - realmente había tenido suerte - Cuando salgas agradécele al señor Montgomery por el tu sentencia fue rápida sino hubieran tenido que pasar años antes de que la recibieras y créeme que sería más corta que todo el tiempo de espera - agregó

- Lo haré - y lo haría de la mejor manera, alejándome de su hija

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Isabelle

Mi padre no me había dejado despedirme de Ashton, dijo que no había razón para hacerlo que pronto lo vería de nuevo.

La condena fue más corta de lo que pensamos, hace poco su mamá y su hermana habían llegado para despedirse de él, ambas salieron llorando, no quise acercarme porque no iba a servir de nada que me pusiera a llorar con ellas en lugar de animarlas.

Esperaría una semana para ir a verlo, además tenía que visitar a mi hermano, también él estaba en esa misma prisión pero en el área psiquiátrica. Esa era una buena noticia porque al menos no se toparían.

Sabía que debía continuar era lo que todos me decían pero yo no quería hacerlo sin el a mi lado, no podía. Lo único que podía pensar en él diciendo que esta sería una navidad diferente y tenía razón, él estaría en la cárcel y yo extrañando todo de él.

Los siguientes días fueron una eternidad, los estuve contando para poder ir a visitarlo, a él y a mi hermano, el seguía siéndolo para mí a pesar de lo ocurrido.

Quería terminar con esto de una vez por todas y lo haría de buena manera. Mi padre quiso acompañarme pero necesitaba hacer esto sola.

Y aquí estaba en la puerta de psiquiatría del reclusorio esperando a que tramitaran mi ingreso, después me hicieron pasar por una detenida y minuciosa inspección para asegurarse de que no tuviera un arma, drogas o algo ilegal para un prisionero. Tuve suerte que una mujer se encargó de hacerla, los hombre que son guardias se aprovechan de este tipo de cuestiones.

La misma guardia fue la que me dirigió al cuarto donde estaba Travis.

- Aquí es - se quedó viendo la puerta cerrada que tenía el numero 211 inscrito en color negro en la parte superior - Tenga cuidado señorita, he escuchado que es muy agresivo - podía notar su preocupación

- No se preocupe estaré bien, gracias - dije no de todo segura

Al entrar me encontré con alguien desconocido para mí, estaba demacrado con ojeras y demasiado delgado desde la última vez que lo había visto.

- Hola Travis - se giró a verme, su mirada me causo demasiado miedo que por un momento pensé en salir corriendo de ese lugar - ¿Cómo has estado? -

Hizo un sonido con la garganta que estaba muy alejado de ser una risa de sarcasmo

- Como te atreves a preguntar eso, si estoy en este lugar es por tu culpa - no desviaba la mirada de mi rostro y eso hacía más difícil el seguir en una habitación solamente con él

- No me culpes de algo que no hice y que solo tu causaste - me enfadaba que me incriminara por sus malas decisiones

- ¡Largase de aquí tu eres la culpable de todo, te odio tanto! - su cara mostraba completo resentimiento

- Solo quería hablar contigo y que quedáramos bien pero veo que tu no quieres lo mismo - me gire para irme - Espero que algún día te perdones por todo el daño que te has hecho, hasta luego Travis - sin más salí de ahí, al cerrar la puerta me recargue en ella para tranquilizar ni respiración que hasta ahora me daba cuenta que estaba alterada

- ¿Se encuentra bien señorita? -

- Si, gracias - respire de nuevo - Le importaría llevarme a la ver a Ashton Abernathy -

- Claro, si gusta seguirme para averiguar en número de reo - hice lo que me pidió

Ashton

No podía dejar de pensar en ella por más que lo intentara, soñaba con ella todas las noches. Pero sabía que tenía que dejarla que ella debía que continuar su vida, no me perdonaría que detuviera todo por esperarme.

Algunas veces me arrepentía tanto de no haber traído una foto suya conmigo, al menos así tendría algo de ella.

- De pie tienes visitas - escuche la voz del guardia y el golpe de la macana en los barrotes

Me pare de mi catre y lo seguí, sabía que debía ser alguno de los chicos ya que les había pedido que no permitieran que mi hermana y mi mamá vinieran a verme a este lugar.

Entre en la sala de visitas y espere a que me dijera en donde estaban los chicos.

- En la cuatro tienes 30 minutos, no más - eso era suficiente para hablar con mis amigos

Me acerque y no fue hasta que estuve a menos de un metro que la vi, estaba pálida y triste pero aun así seguía hermosa. Tome asiento y fui el primero en hablar.

- No debería estar aquí - dije sin ninguna emoción en mi voz aunque por dentro estaba realmente emocionado de verla

- Lo sé pero necesitaba verte aunque fuera solo para despedirme - su voz se quebró que fue difícil comprender lo último que dijo

- Aun así pequeña no debería está aquí ¿vienes sola? ¿Saben que estas aquí? - y no fue hasta que formule la última pregunta que me di cuenta de mi error

- Amo cuando me dices pequeña - sus ojos se ponían llorosos y sabía que tenía que ser fuerte por ambos como siempre lo había sido

Endless LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora