Capítulo 4

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Celos

Nami meditó durante todo el día y toda la noche siguiente como conseguir darle celos al espadachín. ¿Luffy? Descartado. Zoro le respetaba demasiado y su capitán era completamente asexual. "Una pena" llegó a pensar más de una vez la pelinaranja "Para ser un año menor que yo, no está tan mal". ¿Usopp? Ugg era un chaval bastante raquítico, y no sería nada creíble. ¿Franky? Quizás no hubiera sido tan mala opción si el otro hombre que quedaba en el barco no fuera Sanji. Sanji era perfecto para el papel. El rubio se desvivía por su "Nami~san". Ella le apreciaba. Siempre está bien recibir cumplidos de un hombre, pero debía reconocer que en ocasiones era demasiado empalagoso. Quizás si el cejitas hubiera sido un poco más astuto, la chica habría caído en sus redes. Pero este no era el caso.

El plan de Nami no era demasiado complejo. Pasar más tiempo con el cocinero, reírle las gracias, y provocar alguna situación íntima delante de Zoro.

Nami durmió plácidamente, con ganas de que saliera el sol para poder llevar a cabo su nueva misión. Y así fue. Nada mas amanecer, fue hacia la cocina a desayunar. Una vez llegó allí, vio que la mayoría de sus nakamas ya se encontraban en el lugar, faltaban por llegar Usopp y Brook, pero su presencia no era indispensable para poder ejecutar su plan.

Después de dar los buenos días a todos, en lugar de sentarse en la mesa con sus otros nakamas, se acercó hacia la cocina, donde Sanji se encontraba acabando el desayuno de todos. "Buenos días mi querida Nami-san. ¿Qué quieres desayunar hoy?" Le dijo el chico, dedicándole una de sus mejores sonrisas. "El zumo de mandarinas con las tostadas está perfecto" Le contestó la chica mientras pasaba una de sus manos por la mejilla del rubio.

"¿¡Qué!?" Pensó el espadachín.

Por su parte, Sanji reaccionó de la forma esperada ante aquella caricia que por primera vez le había dado su preciosa pelirroja. La emoción invadió su cuerpo, provocándole una pequeña parálisis temporal, que duró hasta que Nami le recordó que se le iban a quemar las tostadas que estaba preparando. 

Zoro lo notó. Notó la caricia, notó las miradas de la navegante hacia el cocinero, notó la cercanía que veía entre ellos, y no le gustó. No le gustó lo más mínimo. Por eso decidió salir a entrenar y a despejarse para no tener que presenciar aquella escena. 

A medida que la hora del desayuno iba pasando, todos los miembros de la tripulación fueron saliendo de la cocina para hacer sus tareas, a excepción de Sanji, y como no, de Nami, quien se quedó en la cocina para ayudarle. 

Zoro lo observaba todo desde la ventana, como ella reía, y como el rubio babeaba detrás de la chica. Sin duda alguna aquello le molestaba. "¿Y si se lo está tirando?" Fue lo primero que se le ocurrió al peliverde. Aquello explicaría la actitud tan rara que había tenido con él hacía dos noches.  Pero recordó que la chica se lo había negado. "Menuda mentirosa" Se dijo a si mismo. "Esta noche cuando venga a verme mientras hago guardia, se va a enterar. ¿Quién se cree para estar con otros hombres que no sean yo?" Aquella pregunta que se hizo a si mismo, le descuadró del todo. Él era plenamente consciente de que tanto Nami como él, no se debían ningún tipo de lealtad ni de fidelidad. Entonces, por qué le molestaba? 

El resto del día fue muy similar, la chica seguía con el tonteo y el espadachín cada vez más al borde de su paciencia. Justo antes de cenar, Nami convocó a todos sus nakamas en la cubierta para hablar sobre la próxima isla. 

"Por lo que tengo entendido, es un archipiélago, y se llama Sabaody. Es la mitad del Grand Line. Una vez pasemos esta isla, nos adentraremos en el Nuevo Mundo. El cuartel general de la Marina se encuentra justo al lado, por lo que sería conveniente no llamar demasiado la atención y pasar lo más desapercibidos posible. En cuanto se reajuste el Log Pose, partiremos. No me da demasiada buena espina este lugar" Explicó la chica sin ser del todo consciente de la razón que llevaba al pronunciar aquella última frase. "Si mis cálculos son correctos, llegaremos allí mañana sobre las 11 de la mañana" 

De la pasión al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora