Mareada

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Vino e hizo la diferencia,
nos inundó de sueños,
hasta perder el aliento.

Para ella inexistente el tiempo,
ladrona de los sentidos,
por bendición tomamos sentencia.

Hundiéndonos en pecados,
no pagaron justos por pecadores,
Llegamos al bote,
y llenos de salubre salud salimos.

Ganamos sabiduría,
echándonos al infierno,
importamos desesperación,
y exiliamos esperanza.

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