Luz interior

Una luz interior única

Los calurosos días de verano habían llegado para quedarse... Grecia parecía derretirse bajo el abrasante calor y más en aquel lugar, donde los muros de piedra daban la sensación de incendiarse al tacto...

El joven rey y su prometido, sentados en el balcón, disfrutaban tranquilos de su desayuno y hablaban casi en susurros para no despertar al muchacho que aún dormía apaciblemente en su cama matrimonial.

-Parece que anoche extenuaste a nuestro amante, mi cielo!

Aioros bromeó con Saga

-Si mal no recuerdo eras tú quien lo guiaba dentro mío y tú en él

El monarca del reino Sagitario le encantaba dirigir los juegos sexuales en su cama, más si su amado prometido traía a su gemelo consigo...

El hermano menor de Saga tenía un brillo interior que embelesaba a Aioros y su prometido lo sabía, más no estaba celoso... estaba más que seguro del amor de su rey y él también disfrutaba de las apasionadas noches de lujuria que compartía con su igual...

Kanon jamás hablaba de amor, su felicidad estaba en ver satisfechos a su hermano y su futuro cuñado, brindándose por completo a ser usado para su placer...

Nunca se negaba a algo que se le pedía, adoptaba la posición que se le exigiera e incluso había presentes juguetes sexuales y fetiches, pero a él no le importaba, si al final de la noche recibía los apasionados besos del monarca y las caricias de su gemelo, en señal de agradecimiento...

Kanon era el cuerpo del deseo de ambos y lo tomaban con total libertad porque era consensual.

-Estando así, parece aún más joven...

Aioros observaba el cuerpo del gemelo que reposaba boca abajo, sus piernas enredadas entre las sábanas, sus glúteos sobresaliendo de estas al moverse en sueño, su espigada y exquisita espalda invitaba al pecado...

-Tengo su misma edad...

Saga respondió juguetón mientras abría la bata del monarca y besaba su pecho

-Así es amor mío... pero Kanon es más infantil que tú, tiene una chispa, una candidez de adolescente que tú ya dejaste atrás...

Saga se separó un momento y lo miró fijo. Vio que la mirada de fuego que tenía el rey en ese instante no la estaba despertando su tacto... miró una vez más a su igual y preguntó:

-¿Qué harás hoy, mi Alteza? yo debo visitar las fronteras al norte y luego reunirme con los ministros... estaré ocupado la mayor parte del día...

¿por qué no aprovechas y pasas más tiempo con "mi adolescente hermano"?

-¿Acaso sientes celos, Saga? Yo nunca te obligué a traerlo aquí, fue tu decisión hacerlo y creí que jamás habría planteos...

Él no ha hecho más que complacernos a ambos, no me ha dado prioridades y sabe cuando abandonar la habitación para darnos espacio a solas

-Lo siento, no pensé antes de hablar... sé que me amas, jamás lo he dudado... pero no sé si podría compartir tu corazón con él...

-No lo he pensado antes... Kanon nunca ha pedido nada a cambio de su entrega... pero yo te amo como a nada...

-Está bien... siento haberme ofuscado... me daré un baño y saldré hacia el norte... te amo, Aioros...

Con una hermosa sonrisa adornando su rostro, salió de la habitación.

Aioros quedó meditando un momento, pensando en qué dirían los ministros y demás autoridades de su reino si supieran que compartía su cama con su futuro esposo y su hermano gemelo...