WOULD YOU LET ME LOVE YOU? [ Ray × Lectora ] TPN (REESCRIBIENDO)

II

El azabache se encontraba abrazando a la albina, la cual, a final de cuentas, durmió con él. No puede negar que mientras más pasa el tiempo, más nervioso se siente, el suave tacto de la blanca piel de la chica y su olor tan dulce no ayudan a bajar su inevitable nerviosismo.

- "Creo que hoy....tendré pesadillas..."

Las palabras pronunciadas por Violet se repetían en la cabeza de Ray. Solo el pensar que por su culpa ella pasaría un muy mal rato lo hacía sentirse un ser humano despreciable. Y tal como ella dijo, la albina se despertó varias veces en la madrugada a causa de tales pesadillas, se hiperventilaba de manera inquietante y Ray se encargaba de calmarla o traerle un vaso de agua cada cierto tiempo.

No entiende como el mundo terminó así, como la humanidad terminó así, siendo sucumbida y devorada por una raza superior, siendo humillada al ser incapaces de defenderse y terminando en traicionarse mutuamente, atacandose entre ellos y perdiendo de vista quien es el verdadero enemigo. A estas alturas Ray no entendía como no se había vuelto loco, desde el inicio de su miserable existencia que es conciente que hay demonios pisando la tierra en donde él vive, desde el inicio de su miserable existencia observa de manera impotente como cosechan a sus hermanos uno a uno. Y su pensamiento egoísta nunca cambió, a pesar de amar a todos sus hermanos, su plan siempre contó solamente con Emma, Norman y Violet, pues a los demás los veía como a una carga innecesaria, ¿a que punto llegó, para considerar a sus hermanos una carga? Probablemente sí está loco, las contradicciones llenan su cerebro, los ama pero los considera una carga, odia a su madre pero siempre quiso sentir afecto por parte de ella, quiere salvarlos a todos pero no hace nada para impedir su muerte. En su mente, él sí que está loco. Observa a la albina dormir, sus largas pestañas, sus labios carnosos, su piel tersa, es hermosa.

Así es....él no está loco....todo gracias a ella, ella le a extendido la mano para que no cayera en el espiral de la locura, ella le a regresado color a su vida, ella lo hace felíz.

- Gracias Violet...

* * *

- ¡Buenos días Violet!

Saludó Emma a la chica en la cocina, quien parecía no escucharla en lo absoluto por la inmensidad de sus pensamientos.

- ¡¡Buenos días Violet!!

Gritó aun más fuerte, asustando a la albina, cuyas manos flaquearon ante el inminente sonido, haciendo que de sus dedos resbalara un plato, que terminó estrellandose contra el suelo de madera produciendo un ruido ensordecedor. La albina se limitó a observar los millones de pedazos rotos que antes conformaban aquel blanco plato. Se arrodilló frente a ellos para empezarlos a recoger uno a uno, sin temor a herirse a causa de lo afilados que pueden llegar a ser. Sus actos eran terriblemente perfectos, su rostro no mostraba emoción alguna, si no fuera por el hecho de que se estuviera moviendo, parecería una muñeca.

- ¡V-V-Violet! ¿¡Estas bien!? ¡Lo lamento! ¡No debí gritarte! ¡Perdóname! -exclamó la ojiverde, aproximándose de manera rápida a la albina, quien parecía no entender la situación.- oh dios Violet, ¿estás bien? - Preguntó de nuevo mientras se arrodillaba, a lo cual la albina solo la miró incrédula.

- ¿A que te refieres Emma...? Es solo un plato...no tiene importancia.. -dijo la chica con un tono monótono. Emma la miró sorprendida, tomó sus manos y con un pañuelo comenzó a vendarlas.- ¿que haces Emma...?

- ¿Estás loca Violet? Son trozos de vidrio, estas sangrando, lo peor es que desde ayer tienes heridas en tus manos, ahora empeorarán, ¿es que acaso no sientes dolor? - dolor.....aquella palabra siempre habia intrigado a la albina. Existen varios tipos de dolor, dolor mental, dolor físico, dolor emocional...y en ese momento, tanto era su dolor emocional que parecía que lo demás no importaba.