WOULD YOU LET ME LOVE YOU? [ Ray × Lectora ] TPN (REESCRIBIENDO)

IV

Fue increíble como pareció que todo se vino abajo de un segundo a otro.

Su mirada horrorizada no era en vano. Sus piernas temblorosas que a penas podían mantenerla en pie. Aquellas desgraciadas lágrimas inculpadoras que amenazaban con llenar su rostro de ellas.... ¿Dónde quedó la Emma optimista? Había sido golpeada por la realidad, dejando una cicatríz que ya nunca podrá olvidar.

Sus hermanos "adoptados" están muertos. Mientras ella era ignorante en el tema.

- V-Violet...¿e-es...cierto...? -al borde del llanto, dió unos leves pasos hacia atrás, observando como todos los presentes la observaban con lástima y desamparo, buscando una respuesta, cualquier cosa para el apacigüe de su dolor.- C-Conny....¿está muerta? También Ceddie...y Hao....y todos los adoptados...¡¿todos están muertos?! -deslizó sus finos dedos a través de sus cabellos naranjas, despeinandose en el proceso. Toda su vida era una mentira. El orfanato era una mentira. Mamá era una mentira.

Desesperación pura era lo que tenía. Su mente no quería asimilar tales atrocidades. Simplemente no quería. Su único deseo en estos momentos era correr, que alguien la consolara y le dijera que todo estaría bien, para su desgracia, en estos momentos, no había nadie disponible para ella.

- ¿Es una broma, no? -sonrió entre lágrimas con cara desquiciada, sintiendo un fatídico tormento en su cuerpo.- ¿¡Es broma verdad, Violet?!

Obtuvo su respuesta, cuando la albina desvió el contacto visual que compartían, para mirar al césped con ojos ensombrecidos, susurrando con un hilo de voz, que pareció resonar por todo es bosque.

- Ojalá lo fuera.

Entrecerró sus ojos ante la respuesta, petrificada, sintiendo como un sudor frío bajaba por su espalda, y como poco a poco, su vida a base de mentiras se desmoronaba pieza por pieza.

Quería desaparecer de una buena vez, para que todo aquel dolor asqueroso que sentía se fuera, pero parecía estar plantada en ese mismo lugar. Se rodeó a ella misma con sus brazos, intentando recobrar el amparo de la calidéz, que la abandonó hace algunos instantes. Sus piernas le fallaron por primera ves en su vida negándose a correr, e impotentemente limitandola a nada más que temblar con desamparo.

- E-Emma... -Norman habló, acercándose a la pelinaranja, tratando de calmar su pánico. Al ver la chica que el albino se acercaba, se apartó bruscamente de él, produciendo sorpresa en Norman.

Emma pasó a presionar sus labios, rechinando su dentadura blanquecina y con el ceño fruncido, en un intento precipitado de apartar el dolor de sentirse impotente, recurrió a la ira. Posando sus orbes verdes de manera dominante y automática en los orbes violetas de su amiga, la cual aún la observaba con lástima desde el suelo.

- ¿¡Desde cuando....saben?! -gritó Emma, dirigiendo toda su rabia hacia la albina.- ¿¡Qué es...esto Violet?! ¿¡Qué demonios pasa?!

Quería gritar, sacar de una buena vez todas sus frustraciones.

Y que lástima...

- Emma...yo...

Que dejó ir todas sus frustraciones...

- ...lo lamento tanto...

Con la persona equivocada.

Violet se levantó con pesadez, acercandose a Emma mientras se disculpaba para hacerla sentir mejor.

- ¡No te me acerques! -gritaba Emma entre lágrimas, a lo cual Violet hizo caso omiso.

Emma observó a Violet horrorizada. Ahora no quería escuchar nada de lo que le dijeran, no quería escuchar disculpas.