"Que tengas buen viaje"

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– ¿Por qué no? –preguntó preocupada.

– ¡Porque no! –le grité de vuelta –. ¡Ese era mí puto secreto!, ¡¿Acaso eres tan tonta que siquiera puedes guardar un secreto?! –le grité. Estaba tan molesto que podría haberla golpeado, pero no, yo era un caballero y esas eran ideas que nunca serían realidad. Nunca le tocaría un pelo sin su complacencia – ¡Todo el pueblo se dará por enterado! –grité.

Pasé mis manos por mi cabello, y sentí mi sangre hervir.

Estaba tan, taaaan molesto.

– ¡No me grites! –gritó, ironicamente hablando – ¡No soy tonta!, ¡Y no soy adivina! –me gritó. Ella también estaba molesta.

–Es que tu no entiendes –negué –. La gente querrá aprovecharse de esto –le dije, reteniendo mis gritos.

–Es una puta entrevista, Harry. Les cuentas, te haces la víctima como siempre, y ya.

–Ah –emití –, o sea, ¿crees que me hago la víctima? –le pregunté.

–Sí –respondió segura.

–A ver señorita perfección –suspiré –, espera a que te detecten cáncer de cólon, y luego hablamos.

– ¿Estás deseando que me muera? –preguntó.

–Yo no dije eso, ¡Tú quieres que yo me muera!, ¡Por eso me estás llevando a esos tratamientos!.

–Eres un estúpido –me dijo empuñando las manos –, ¡¿Cómo voy a matarte?! … idiota –susurró.

– ¿Qué soy un qué? –pregunté.

– ¡Un idiota!, ¡El más grande de todos! –gritó. Ahora si se había pasado.

– Si soy tan idiota, ¿Por qué sigues conmigo?.

– ¡Porque me das lástima! –gritó.

Eso… eso si me había dolido.

– ¡Lástima me dás tú! –la señalé –, viviendo conmigo porque no tienes a donde ir –le dije.

– ¡Pues entonces tal vez deba largarme de aquí! –gritó, con los ojos llenos de lágrimas.

– ¡Nadie te está pidiendo que te quedes! –le dije.

– ¡Bien! –gritó.

– ¡Bien! –le grité de vuelta.

Tomé mi chaqueta y subí las gradas molesto a mi habitación.

Me tiré de espaldas en la cama, con la vista al techo, y solté un suspiro que me venía reteniendo tiempo atrás. Estaba cansado de lidiar con tantas porquerías, todo desde los dieciocho años. 

¿Yo le daba lástima a ella?, pfff, claro. Lástima da ella, casándose con un tipo extraño para no quedarse pobre… ¿lástima?, ¿yo?, ¡A la mierda!.

Estaba tan molesto. Molesto con ella por decirme todas esas cosas, y molesto conmigo por haber dicho muchas otras. Todas eran ciertas, y a pesar de los gritos, yo sabía que ella no sería capaz de irse… no tenía a donde.

Las cosas se me estaban viniendo abajo, todo estaba siendo peor que antes y cada decisión que tomaba empeoraba mi vida. Ya no tenía ánimos, o incluso esperanza, para querer salvarme el trasero.

¿Para qué?.

Marie y Mitch se habían ido, y al parecer no planeaban volver. Mis padres estaban demasiado lejos, y no tenía amigos porque siempre fui un maldito antisocial desconfiado que siquiera fue capaz de perder su virginidad.

En busca de una esposa (Harry S. Y tú_) ||Adaptada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora