Melodía de primavera

Capítulo 4.- El eco de un amor del pasado. 1ra Parte.

N/T: Hola, luego de mucho tiempo –Dos semanas – por fin les traigo el capítulo cuatro. ¿Y qué les puedo decir? Me ha gustado mucho, aunque tuve muchas dudas al momento de realizarlo, ya que no quería escribir aun sobre Seth y Jono, así como tampoco sobre su papel en esta historia, pero conversando con un amigo sobre esto, me recomendó que lo hiciera, así que espero que les guste y si es así, ya saben, pueden dejarme su comentario, que yo se los agradeceré.

Bueno, para esta parte me base en la canción "Polaris" de Aimer, porque me encantó y sentí que iba perfecto. Eso que buscar una traducción a mi gusto de la letra, me llevó un par de días. En fin, espero que la escuchen –Completamente opcional. –

Esta es la primera parte, de este capítulo, así que... mmh, probablemente si me apuro, el viernes suba la segunda parte, si no, hasta el próximo domingo.

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"Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar a partir de ahora y hacer un nuevo final"

-Lo siento Yugi, pero no puedo alejarme de Kaiba, porque yo lo amo. –Yugi lo miró muy sorprendido, sin ser capaz de creer las palabras de su amigo. Negó con la cabeza y frunció el entrecejo. Eso era mentira, se dijo seguro de ello. Y es que aunque hacia unos minutos atrás había presenciado la declaración de su amigo hacia Kaiba, eso no significaba que aquellas palabras fueran ciertas. El tricolor entrecerró los ojos, mirando con sospecha al de ojos miel. –

¿Por qué su amigo le estaba mintiendo?...

¿Acaso se estaba perdiendo de algo?

Yugi sintió de repente como si su corazón estuviera siendo estrujado por una mano invisible, de solo pensar en la posibilidad de que aquellas palabras pudieran ser verdad. Aunque no lo eran.

-¡Mientes! – Le reprochó enfadado. Joey desvió su mirada, incapaz de negar aquello que su amigo había dicho. Yugi entonces le sujetó con fuerza del brazo, algo que tomó por sorpresa al rubio, quien por instinto intento zafarse, aunque Yugi no se lo permitió. – No entiendo porque haces esto. –Reclamó – ¡Tú y yo sabemos que a la persona que amas no es Kaiba, así que no me mientas! – Joey sintió entonces como su corazón bobeaba fuertemente dentro de su pecho. Se sentía asustado. No, más que eso, estaba aterrado. De pronto el rubio se sintió acorralado y bastante confundido. Aquella actitud en su amigo no era habitual. De hecho, ya lo había notado antes, pero ahora era más evidente que ese Yugi, no era el que él conocía. Pues cada día no hacía más que parecerse más y más a Yami. – Mírame y dime la verdad, Joey.

-¿Pero qué es lo que quieres que te diga? –Cuestionó temeroso el de ojos miel, tratando desesperadamente de zafarse del fuerte agarre de Yugi. – Ya te lo he dicho, amo a Kaiba. Lo amo y él también me ama a mí, ¿Qué más necesitas saber? – Le cuestionó con enfadado. – ¿Que no lo entiendes? No quiero alejarme de él. –Muto volvió a negar con la cabeza, sintiendo un gran vacío en su pecho, relajando solo hasta entonces el fuerte agarre que venía ejerciendo, en el ya bastante adolorido brazo de Joey. Momento que aprovecho Wheeler para lograr liberarse y retroceder algunos cuantos pasos. –

-Joey, tu eres el que no lo entiende.

-Lo entendería si al menos me lo explicaras, pero ambos abemos que no lo harás, porque no confías en mí. –Expresó con una mirada dolida. – No confías en mí, no al menos lo suficiente. –Bajo la mirada, para después negar lentamente con la cabeza. – Sabes, siempre me molesto que Kaiba fuera tan directo y dijera sin tapujos lo pensaba o creía de lo demás. Siempre me molesto que me llamara fracasado y dijera tantas cosas de mí, sin siquiera conocerme realmente, pero incluso aunque fue frío y cruel, sus palabras me sirvieron para darme cuenta de lo que estaba haciendo mal. Su falta de tacto y esa exasperante honestidad me sirvió para ser mejor.