Lily of the Valley and The Three Flowers. ~Saeran x Mc~#MysticME

Flor #6

Mc se lamentaba no poder ir a trabajar. Pero estar resfriada le molestaría al hacer los reportes.

Había ignorado los escalofríos pero en la madrugada había sufrido una caída al ir al baño, asustando completamente a Saeran.

El médico de Mint Eye le recomendó descansar y no pensar en los deberes. El estrés y los desvelos habían dejado sus consecuencias.

Pero ahora, su estómago le demandaba comida. Se le antojaba comer un postre o algo dulce, después de dormir parte del día.

No se esperó mucho y se levantó de la cama. Con algo de prisa se vistió casualmente. Solo era de ir a la cocina y tomar algún postre hecho por los ayudantes de la cocina.

Pero algo le decía que fuera a ver a Saeran. Estaba preocupada de que no comiera algo durante el día. Además de traerse el postre, le llevaría algo de comer para él, se esforzaba en terminar la tarea de Rika.

Es lo menos que puede hacer ella por su lindo esposo.

En el recorrido hacia la cocina, algunos seguidores la saludaban con una gentil reverencia. Ella les corresponde de igual manera. Jamás le haría una grosería a la gente que la ha tratado de buena manera.

Cuando se adentró a la cocina, algunos seguidores sonrieron al verla.

—Buenas tardes. —saluda ella. —Solo vengo por unos bocadillos y preparar algo para Saeran.

—Oh, bienvenida Srta. Mc. —saluda una mujer mayor. —No se preocupe, en el refrigerador están los ingredientes frescos. —explica la mujer.

—Por cierto. —espeta un hombre joven. —¿Usted no estaba en cama? ¿Está bien que venga en su condición?

—No pasa nada. —niega ella. —Estoy mejor, solo era un pequeño resfriado.

—Lo que pasa, fue que el rumor de que estaba enferma asustó a muchos. —comenta la mujer mayor. —Los miembros de Mint Eye la aprecian mucho.

—Yo también los aprecio mucho, aunque lleve pocos meses aquí, este es mi hogar. —responde ella con una sonrisa.

Un olor putrefacto hizo que Mc se girara a buscar sobre la cocina. Tal vez algo se había echado a perder.

—Chicos, hay algo aquí que está en mal estado. —comenta ella moviéndose por la cocina. —Huele feo.

Ante esas palabras, los seguidores también empezaron a buscar ese detalle. La comida siempre la han preparado con cuidado, aun así ellos se encargarían de encontrar el problema.

—Srita. Mc, usted puede seguir con lo suyo. —menciona un hombre. —Nosotros encontraremos el problema, no queremos hacerla perder tiempo.

—¿Están seguros? —murmura ella. —Puedo ayudarles.

—Srita. No se preocupe, además el Sr. Saeran la espera. —ella solo asintió y se mantuvo ocupada preparando los emparedados. También le llevaría una bebida hidratante y fruta.

A Saeran le fascinaba lo dulce, a Mc le agradaba verlo sonriente al probar un bocado.

No tardó en poner la charola en el carrito y salir de la cocina. Recorre el pasillo con prisa, al llegar a la habitación de Saeran, se sorprendió al ver a cuatro seguidores haciendo guardia.