"𝑀𝒾 𝓅𝓇𝑜𝒻𝑒𝓈𝑜𝓇𝒶 𝓂𝑒 𝑒𝓃𝒶𝓂𝑜𝓇ó"

Capítulo 38

LAURA
Desde que tuve la enorme fortuna de haber encontrado a una persona tan maravillosa, como Daniela, eh sido feliz.

No entiendo como puede ser el destino tan impredecible.
Ese día yo había discutido con mi novio Mark, y habíamos terminado, yo salí de su casa hecha un lío, debido a que me dolía la ruptura de nuestra relación que había perdurado durante años.

Ese día recuerdo haber agarrado mi auto, y salir de la cuidad a todo lo que daba, pero de pronto en mi camino, me fijé de que había una chica totalmente o mejor dicho, casi desnuda andando por ahí, yo pare el auto y le pregunté que hacía ahí, ella me comentó su historia algo dudoso, y yo me ofrecí a llevarla a mi casa, para que se arreglara.

Desde ahí comenzamos una amistad fuerte y hermosa, ella es como una hermana para mi, ella me ayudo a olvidar a Mark y tanto como yo le ayude a olvidar el mal momento que había sufrido.

Siempre quise preguntarle si tenía novio, o alguien de quien se haya enamorado, pero siempre lo negaba hasta el día de hoy, pero tengo un gran presentimiento, siento que mi mejor amiga si se ha enamorado, y mucho.

Ella y yo andábamos planeando que es lo que le diríamos a los jóvenes que iríamos a visitar el día de mañana, y ella como siempre de seguro sería deslumbrante en cada una de sus explicaciones.

Terminamos de hablar, y bajamos a comer un emparedado, nos cepillamos los dientes y nos lavamos las manos, mientras nos recostábamos para dormir, ya que mañana sería un largo día, y debíamos dar una buena impresión.

DANIELA
Me encontraba durmiendo plácidamente, cuando de pronto mis sueños me hicieron sentir algo horrible, podía sentir a Isabel tocándome como lo hacía, golpeándome, hiriéndome y dándose placer con mi sufrimiento, yo comencé a tener mucho miedo, muchísimo, y de pronto sentí que alguien me movió, lo que provoco que yo despertara.

Era Laura, ella me había preguntado si estaba bien, yo asentí y le dije que solo era una pesadilla, ella me abrazó porque yo me había puesto a llorar, debido a que volvieron a mi mente, esos días que me hacían querer acabar con mi vida.

Al fin pude conciliar el sueño, y de pronto suena la alarma, indicando que debíamos despertar.
Con todo el cansancio del mundo, desperté al igual que Laura.

Ella entró al baño primero, mientras yo baje a preparar el desayuno, cuando ya estaba listo, ella bajo y yo subí enseguida para bañarme, cuando al fin termine, comimos y nos alistamos, siempre tan elegantes con nuestro traje de Médicas.

Nos veíamos demasiado sexis, a decir verdad, los lentes y la coleta que decidí hacerme me habían quedado de maravilla y a Laura el cabello suelto la había dejado verse más hermosa.

Cada quien se subió a su auto, y conducimos directo al instituto correspondiente, nos quedaba algo lejos de nuestro departamento, pero llegamos justo a tiempo.

Estacionamos el auto dentro del estacionamiento del colegio, y bajamos, directamente comenzamos a caminar juntas hasta la entrada, y ahí nos encontramos a otros 4 colegas, todos médicos profesionales como nosotras, a diferencia de que ellos son hombres.

Todos ellos se acercaron a nosotras, mientras nos dirigimos a dirección, donde la propia directora, nos guió al aula correspondiente que nos tocó.

La directora iba delante de todos nosotros, cuando llegamos al salón indicado, ella entró primero para pedirle permiso a la profesora que se encontraba, la profesora accedió a dejarnos pasar, por lo que la directora salió y nos dijo que el salón ya era todo nuestro.